LOS ÁNGELES -- Vaya fin de semana que ha tenido el lanzador zurdo de los Cachorros de Chicago y natural de la "no tan beisbolera" Colombia, José Quintana en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.
El lanzador de 28 años de edad pasó del susto, por lo que consideró una emergencia médica de su esposa en pleno vuelo de Washington a Dallas, a abridor del primer partido de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.
"Comenzó a sentirse mal cuando íbamos en el avión", contó Quintana. "Comenzó a sentirse rara, como con pánico. Sentía palpitaciones. Se sentía realmente mal. Tratamos de controlar la situación, pero decía que se sentía muy mal. Estaba un poco 'apanicada' (con pánico). Así que tuvimos que aterrizar e irnos a un hospital. Ya está bien ahora".
Después de casi cinco horas en la obligada escala en Albuquerque, Quintana se enteró que sería el abridor del sábado; apenas par de días después de que entró al relevo en el quinto y definitivo partido de la Serie Divisional contra los Nacionales de Washington.
Para su tranquilidad, dijo, su esposa fue dada de alta rápido en el hospital y ambos viajaron juntos a Los Ángeles la misma noche del viernes; horas antes de que Quintana abriera apenas su segundo juego de postemporada, aunque de cualquier manera fue insuficiente para llevarse la victoria.
"Me dio tranquilidad verla bien", comentó Quintana en el vestidor, luego de salir sin decisión en la derrota 5-2 que sufrieron los Cubs ante los Dodgers. "Tomó un medicamente que reaccionó de la manera incorrecta, pero ya está bien".
"Así que hoy me sentía bastante bien descansado", agregó. "Creo que hice un buen trabajo pero me faltó un poquito. Los dos boletos me perjudicaron. Tuve algunos pitcheos descontrolados. Pero esas cosas pasan".
Quintana lanzó cinco entradas con pelota de dos hits. Pero aceptó dos carreras y regaló dos pasaportes.
El colombiano, incluso, pensó que podría ir más lejos, que aún tenía energía, tras 89 pitcheos, que se sumaron a los 12 del pasado jueves.
Sin embargo, el manager Joe Maddon consideró que era suficiente cuando en la quinta entrada otorgó las dos bases por bolas seguidas, aceptó doblete de Yasiel Puig y elevado de sacrifio de Charlie Culberson, que pusieron el marcador 2-2.
"Pensé que ya estaba cansado", dijo Maddon. "Emocionalmente, estaba muy drenado en ese punto. Las dos bases fueron los indicadores de eso".
Quintana señaló que al llegar al parque de pelota su único enfoque estaba en el partido, porque está consciente de la oportunidad y el momento que vive con los Cubs.
"Estuvimos bien", mencionó. "Fue un juego cerrado. Me sentía bien, confiando en todo mi repertorio. Es una serie dura, cerrada contra un gran equipo. Así que espero que cuando me toque de nuevo esté listo para una mejor salida".