WASHINGTON D.C. – Toda la campaña 2019, el mantra del dirigente de los Washington Nationals, Dave Martínez, ha sido tomar las cosas un día a la vez. Es una filosofía que sus rivales en la Serie Mundial, los Houston Astros, deberían adoptar con urgencia.
En su primera aparición en el Clásico de Otoño, los Nacionales han tomado una ventaja de 2-0 en la serie tras vencer en dos partidos de forma consecutiva, y por primera vez en toda la temporada, a los aces de los Astros, Gerrit Cole y Justin Verlander.
Desde que las series de postemporada se fueron a un formato de siete partidos en 1985, en las 25 ocasiones que una serie ha arrancado 0-2 tras un equipo perder los primeros dos juegos en casa, la novena en desventaja ha logrado ganar en sólo tres ocasiones, Royals en 1985, los Mets en 1986 y, más recientemente, los Yankees en 1996 en la Serie Mundial contra los Braves.
“Este es un grupo de jugadores que ha ganado muchos partidos. Hemos respondido muy bien a la presión. Comprendo que (los Nacionales) tienen una ventaja de 2-0. Su meta está un poco más cerca que la nuestra. Pero me pregunto, ¿cómo se sentirán todos si podemos ganar el tercer partido?”, señaló el dirigente de los Astros, A.J. Hinch. “De repente, (la serie) se voltea un poco. De repente, anotamos algunas carreras. Y de repente pueden escribir que estamos metidos de nuevo en esto”.
“Seguimos estando optimistas,” agregó Hinch, afirmando que sus jugadores no sienten ninguna presión al tener la historia en contra. “Entendemos que perdimos un par de oportunidades de ganar en casa, ciertamente con nuestros aces lanzando. Pero nuestro equipo tiene mucha confianza y que una gran capacidad de recuperación”.
“Hace una semana perdimos el primer partido ante los Yankees y ya nos iban a barrer”, continuó. “Tenemos que recuperarnos en este estadio de una manera similar a como lo hicimos en Yankee Stadium, y presionar a los Nacionales para que traten de cerrar la serie. Esta es la Serie Mundial, con dos de los mejores equipos en la liga compitiendo por tratar de llegar a cuatro victorias”.
Los Astros, que despacharon a los Yankees en seis partidos en la Serie de Campeonato, fueron sin duda el mejor equipo de la Liga Americana en su histórica temporada regular, finalizando con una marca de 107-55, un nuevo récord para la franquicia en número de victorias en una sola temporada y el mejor récord de Grandes Ligas para la campaña 2019.
Los Nacionales por su parte estarán buscando un último milagro en una temporada de milagros. A las alturas del 24 mayo, Washington tenía marca de 19-31, con un 0.1 por ciento de probabilidad de clasificar a la postemporada. Desde entonces, los Nacionales han ganado 82 juegos y los Astros han ganado 81.
Al incluir la postemporada, los Nats han registrado una marca de 82-40, el mejor récord en el béisbol. Sólo tres equipos en los últimos cien años han logrado clasificar a Serie Mundial después de estar 12 juegos por debajo de la marca de .500.
Los Nacionales tienen marca de 18-2 en sus últimos 20 juegos desde el 23 de septiembre, además de haber empatado el récord de postemporada con ocho victorias de forma consecutiva, lo cual incluye la barrida de los St. Louis Cardinals en la Serie de Campeonato.
Y la improbable clasificación de los Nacionales a la Serie Mundial ha sido en gran parte gracias a esa filosofía de Martínez, quien le dijo a su equipo tras su mal comienzo, que se concentraran en finalizar cada día con marca de 1-0. Martínez usó esa frase en sus ruedas de prensa a través de toda la temporada como un mensaje para sus peloteros de que deben jugarse todas las fichas en cada partido.
“Desde el 24 de mayo, hemos jugado béisbol de playoffs. (Estar aquí) es el resultado”, explicó el dirigente de raíces puertorriqueñas. “Hablamos de no sentirnos satisfechos con nosotros mismos. Todavía nos queda mucho béisbol por jugar… debemos prepararnos para jugar (el tercer partido) e irnos de 1-0 nuevamente. Ese ha sido el mensaje todo el año. No podemos adelantarnos a los resultados”.
Es la primera aparición en Serie Mundial pero la quinta postemporada en ocho años para los Nacionales, que ganaron cuatro banderines del Este de la Liga Nacional de 2012 a 2017, pero en cada una de esas ocasiones fueron eliminados en la fase divisional.
El equipo conocido como los Senadores de Washington, que jugó en la capital estadounidense hasta 1961 antes de convertirse en los Minnesota Twins, fue a la Serie Mundial en 1925 y en 1933, perdiendo en ambas ocasiones ante los Gigantes de Nueva York.
Aníbal Sánchez opondrá a Zack Greinke para el determinante tercer partido. El lanzador venezolano ha tenido una excepcional postemporada, con una ínfima efectividad de 0.71, en comparación con el abultado ERA de 6.43 de Greinke, que ha permitido 14 carreras en sus últimas tres salidas.
No obstante, Greinke ha sido un as la gran mayoría de su carrera, y fue uno de los mejores lanzadores en Grandes Ligas todo el año, terminando la campaña con efectividad de 2.93, en comparación con ERA de 3.85 para Sánchez.
La histórica campaña de los Astros podría verse reducida a un solo partido, a Greinke contra Sánchez. Houston tendrá que ganar como mínimo dos juegos en Washington para obligar que la serie regrese a Minute Maid Park.
De las últimas 15 Series Mundiales en las cuales un equipo ha arrancado con marca de 3-0, todas y cada una de ellas ha terminado en barrida, y 17 de los últimos 18 equipos, incluidos 11 de forma consecutiva, han ganado un anillo de Serie Mundial después de tomar una ventaja de 2-0.
El favorito es ahora el que está en peligro.