En sus primeros cinco años como mánager en las Grandes Ligas, Aaron Boone posee un envidiable porcentaje de ganados y perdidos (.603). Pero si dependiera del histórico lanzador panameño de los New York Yankees, Mariano Rivera, Boone no seguiría siendo piloto en el Bronx.
"Si Boone debería seguir, ah, si yo soy el dueño, no estaría", dijo Rivera el martes a los periodistas de su país, durante su participación en el Foro de Deportes de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa.
Las declaraciones de Rivera, quien por unanimidad es considerado el mejor lanzador relevista de todos los tiempos, ocurrieron dos días después de que los Yankees fueron barridos por los Houston Astros en la Serie de Campeonato de la Liga Americana, para extender a 13 años su ausencia de la Serie Mundial.
Boone, quien ha guiado a los Yankees a la postemporada en cada una de sus primeras cinco temporadas como dirigente, está bajo contrato hasta la temporada del 2024. El martes, varios reportes de prensa indicaron que Nueva York planea retener a Boone y al gerente general Brian Cashman.
Pero Rivera, quien ganó cinco anillos con los Yankees antes de convertirse en el primer jugador que es elegido a unanimidad para ingresar al Salón de la Fama de Cooperstown, no está impresionado, después que los orgullosos rayados del Bronx fueron eliminados por los Astros por tercera ocasión en las últimas seis temporadas.
"Le quedan dos años de contrato", destacó Rivera, quien fue miembro de los equipos de Nueva York que ganaron la Serie Mundial en 1996, 1998, 1999, 2000 y 2009.
"A veces uno pone [toda la responsabilidad] a los mánagers, pero también los peloteros tienen que hacer el trabajo. A veces, cuando las cosas no salen como uno quiere que salgan, toda la culpa se la echan al manager. Y alguien tiene que pagar la culpa y no van a botar a los peloteros. Siempre es el mánager el despedido", agregó.
"Así que uno trata de mover una ficha para ver si las cosas salen", sentenció Rivera.