<
>

Managers Dusty Baker y Buck Showalter señalan que reloj de pitcheo provocaría más robos de señales

Algunos se preguntan si la implementación del reloj de pitcheo puede llevar a más robo de señales en el terreno, obligando a que los managers prescindan del coach de la antesala como el intermediario para transmitirlas.

Entre quienes piensan eso figuran dos managers veteranos: Dusty Baker y Buck Showalter.

Es una opinión interesante de Baker, si se considera que asumió como manager de Houston en 2020, tras el despido de A.J. Hinch en medio del escándalo derivado del robo de señales por parte de los Houston Astros en 2017, cuando ganaron la Serie Mundial, y en 2018.

“Me preocupa eso, porque uno siempre está atento de que la gente no robe señales”, dijo Baker el sábado, cuando sus Astros, monarcas de la última Serie Mundial, se impusieron 4-2 sobre los New York Mets en West Palm Beach, Florida.

Baker dijo que hay poco tiempo para que el dugout envíe la señal al coach de tercera, quien a su vez debe pasarla a los bateadores y corredores. Por lo tanto, habrá menos oportunidad para incorporar señuelos en las indicaciones.

Por lo tanto, será más fácil descifrar las señales.

Baker considera que el reloj de pitcheo ejerce incluso más presión sobre el coach de tercera para ser rápido... y engañoso. Del otro lado, el reloj de pitcheo limita el tiempo que las defensivas tienen para reaccionar, incluso si saben que viene una jugada de bateo y corrido o un toque de bola.

Según Baker, el trabajo más complicado en el campo es el del coach de la antesala.

“Todo el parque tiene los ojos puestos sobre él. Todos tratan de descifrar su secuencia de señales”, explicó. “Hay chicos en el graderío y ahora otros que analizan los videos. Quiero decir, si sabes qué van a hacer los rivales, todo se complica. Sí me preocupa esto”.

Showalter comparte la preocupación de Baker, al punto que contempla la posibilidad de eliminar al intermediario y enviar las señales directamente desde la cueva, una práctica común en la pelota amateur.

“Hay demasiadas cosas en las que estamos temerosos de copiar a las universidades o secundarias por pensar que ellos son amateurs y nosotros profesionales”, dijo.