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¿Son los Red Sox verdaderamente contendores y es sostenible su éxito por más tiempo?

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Jarren Duran luce con los Red Sox, mientras y su poder están de vuelta en Las Mayores. (3:40)

El conjunto de la ciudad de Boston se mantiene superando expectativas jugando un estilo de béisbol más parecido a lo que se ve en ligas invernales que a la media de Grandes Ligas.

Boston Red Sox se encuentra en el que probablemente sea su mejor tramo en la temporada 2024, tras haber ganado ocho de sus últimos diez encuentros, pero más importante aún, cuatro de sus últimas cinco series, incluida una en contra del líder de la división este de la Liga Americana, New York Yankees. Tras un complicado mes de mayo, los resultados recientes los tienen en la sola posesión del tercer comodín clasificatorio a la postemporada, situándose tan solo a medio partido del segundo, el cual se encuentra en posesión de Minnesota Twins.

Como inició el año y tras la pérdida por toda la temporada de múltiples jugadores que estaban llamados a tener un rol de alta relevancia, como son los casos de Trevor Story y Lucas Giolito, sumado al hecho de que, en términos generales, los Red Sox han sido uno de los equipos más castigados por lesiones a lo largo del 2024, las expectativas que todavía hay sobre este conjunto no son para considerarlo como uno que podrá competir.

Sin embargo y contrario a todo pronóstico, los Red Sox se han convertido en uno de los conjuntos más competitivos de MLB. La gran pregunta aquí es cómo lo han hecho y más importante aún, ¿es sostenible en el tiempo? El truco ha sido inclinarse en las fortalezas del conjunto, las cuales no incluyen una dependencia del cuadrangular como principal arma ofensiva.

Boston tiene únicamente a dos jugadores con dígitos dobles en cuadrangulares, siendo Rafael Devers y Tyler O’Neill los únicos que han superado los 10 vuelacercas en el año (15 cada uno), pero a pesar de esto, son cuartos en carreras anotadas (370), así como en carreras impulsadas (354) en la Liga Americana, a pesar de estar en el medio del grupo con 88 jonrones, solo dos por encima del promedio de MLB para esta temporada.

Aquí la duda es obvia, ¿cómo pueden anotar e impulsar tantas carreras si no están conectando tantos cuadrangulares como los demás?

Lo primero es que Boston es segundo en el “Joven Circuito” en promedio de bateo con .255, mientras que ocupan el mismo puesto en porcentaje de embasarse (OBP) con .324, a esto debe sumársele que son cuartos en bases por bolas recibidas (251). Si se combina todo eso con que son líderes en bases robadas con 78 y que solo los han atrapado en 24 ocasiones (único equipo con dos jugadores con 20 o más estafas en la temporada), se hace evidente que la apuesta del conjunto ha sido mejores turnos al bate y velocidad en las bases, por encima de los batazos largos.

En los términos más llanos posibles, el equipo se encuentra jugando ofensivamente un béisbol pequeño, más tradicional en ligas de pelota invernal, que el juego tradicional que día a día vemos en MLB.

En cuanto al pitcheo, se mantienen cuartos en efectividad colectiva con 3.47, solamente superados por dos líderes divisionales (Yankees y Guardians) y el primer Wild Card de la Americana (Orioles) y están dentro de los tres mejores en FIP, WHIP y ponches, lo cual siempre es una buena receta para el éxito.

La defensa se mantiene siendo la principal debilidad del conjunto, pero cabe destacar que muchos de los errores que a principio de temporada estaban cometiendo, han ido siendo, cuando menos, controlados durante las últimas jornadas.

A todo esto, como cereza encima del pastel, se debe sumar la “inspiración” adicional que debe sentir el equipo con las declaraciones de su propietario, John Henry, en las que básicamente tiró a su roster debajo de un bus, diciendo que sus posibilidades de una Serie Mundial eran escasas. Desde que dijo que el equipo tiene una posibilidad en 30 de convertirse en campeón (el pasado 6 de junio), los Red Sox tienen marca de doce ganados y cinco perdidos, y tomando en cuenta que Alex Cora admitió que él y sus jugadores estaban al tanto de las declaraciones, es justo decir que las mismas han encendido el fuego competitivo de la escuadra.

Tomando en cuenta todos estos factores, es justo decir que el estilo de juego de los Red Sox es sostenible en el tiempo, por no depender de una sola cosa, en especial de algo que depende de tantos factores distintos como es el cuadrangular. Si el equipo podrá o no seguir enfrentando las expectativas, dependerá mucho de cómo se muevan en la fecha límite de cambios, pero por el momento, lucen como un sólido contrincante en la Liga Americana.