Justo o no, la Serie Mundial servirá para determinar cómo serán percibidos en el futuro cercano los managers Dave Roberts y Aaron Boone
La Serie Mundial debería ser un escenario para única y exclusivamente determinar de una vez y por todas cuál fue el mejor equipo de la temporada en las Grandes Ligas (MLB), especialmente ahora que los dos conjuntos más ganadores en sus respectivos circuitos disputarán el campeonato.
Los New York Yankees (94-68 en la serie regular y 7-2 en la postemporada), campeones de la Liga Americana, enfrentan a los Los Angeles Dodgers (98-64 y 7-4), monarcas de la Liga Nacional, desde el viernes, en la edición número 120 del Clásico de Otoño que declara al triunfador supremo del mejor beisbol del mundo.
Los dos primeros encuentros se jugarán en el Dodger Stadium, viernes y sábado, y los siguientes tres en el Yankee Stadium, entre lunes y jueves. Los Dodgers han llevado más de 52 mil aficionados a cada uno de sus seis juegos como locales en la actual postemporada y los Yankees metieron sobre 47 mil en sus cuatro oportunidades.
El enfrentamiento entre Dodgers y Yankees es el más rutinario de la Serie Mundial con 12 ocurrencias, pero no sucedía desde 1981. Los Yankees lideran la serie de por vida 8-3.
Pero el Clásico de Otoño también servirá para, como es normal, medir los desempeños individuales de algunos jugadores, sobretodo los más estelares y caros como Shohei Ohtani, Mookie Betts, Aaron Judge, Gerrit Cole y Juan Soto, por mencionar algunos, e, injustamente, si somos sinceros, perfilar la forma en que, en el futuro cercano, serán percibidos los managers Dave Roberts y Aaron Boone.
Roberts, de 52 años, entra a la Serie Mundial con un contrato que cubre hasta el próximo año. El pacto de Boone, de 51 años, concluirá en dos semanas y su equipo conserva una opción para retenerlo en 2025, si así lo quiere el club.
Ésta será la primera Serie Mundial en la que los managers fueron reclutados y firmados en el mismo sorteo colegial. En 1994, Boone fue seleccionado por los Cincinnati Reds en la tercera ronda y Roberts por los Detroit Tigers en la ronda número 28.
Además, la de este año es la Serie Mundial número 25 con dirigentes que jugaron para sus equipos. Anteriormente, Roberts enfrentó en el Clásico de Octubre a otros dos pilotos que jugaron para sus clubes; Kevin Cash, de Tampa Bay, y Alex Cora, de los Boston Red Sox.
Mientras Roberts y los Dodgers están en su cuarta Serie Mundial en ocho años, Boone debutará en el evento y los Yankees la jugarán por primera vez desde 2009. Nueva York lidera MLB con 27 campeonatos. Los Dodgers ocupan el sexto puesto entre los más ganadores, con siete trofeos.
"Creo que todo el mundo estaba esperando o deseando este enfrentamiento. Va a ser genial. Son un equipo muy talentoso. Pero creo que para nosotros es un partido a la vez, apreciando el hecho de que todavía tenemos cuatro victorias más por conseguir", dijo Roberts.
"Es increíble. Realmente lo es. Le dedicas mucho todo el año, no solo durante la temporada de béisbol. No se detiene en el invierno ni en la primavera. Le dedicas mucho y no podría estar más orgulloso de hacerlo con esta organización", dijo Boone.
Los resultados acumulados por Roberts en sus primeros nueve años con Los Ángeles y por Boone en sus primeros siete con Nueva York bastan y sobran para haberse ganado el respeto de la industria y estar tranquilos en sus cargos por los años por venir.
Pero esa lógica aplica en casi todos los otros equipos deportivos del mundo, pero no para los Yankees y, en menor medida, tampoco para los Dodgers. Debido al tamaño de la inversión económica anual que hacen en todas las áreas, sobre todo en salarios de jugadores, y las enormes expectativas de sus gigantescas aficiones, ganar otra cosa que no sea la Serie Mundial es casi siempre subestimado en Nueva York y Los Angeles.
Y lo peor es que sin importar el resultado de la Serie Mundial, el perdedor será destrozado por un gran segmento de la opinión pública, amplificada más que nunca en la era de las redes sociales.
Roberts ha alcanzado la postemporada cada año desde que fue nombrado en Los Ángeles en 2016, ha ganado ocho títulos de la División Oeste de la Liga Nacional, clasificó a cuatro ediciones de la Serie Mundial (2017, 2018, 2020 y 2024) y hace cuatro años capturó el primer título de la franquicia desde 1988.
Roberts, quien fue nombrado Manager del Año de la Liga Nacional en su temporada de debut y quedó segundo en 2017 y 2022, es el primer piloto del Viejo Circuito en guiar a su equipo a los playoffs en sus primeras nueve temporadas y el primero en MLB desde que Joe Torre llevó a los Yankees a los playoffs en sus primeras 12 temporadas, entre 1996 y 2007.
Bajo la dirección de Roberts, los Dodgers han registrado el mejor récord de MLB (851-507, .627), el porcentaje más alto en la historia para un dirigente con más de mil juegos. Ha ganado 100 o más juegos cinco veces y sus 52 triunfos de postemporada representan la marca para los Dodgers y la sexta mayor cifra de todos los tiempos, detrás de Torre (84), Tony La Russa (71), Bobby Cox (67), Dusty Baker (57) y Bruce Bochy (57).
Pero nada de eso cuenta para sus detractores, al punto de que muchos le restan méritos a la Serie Mundial que ganó Roberts en 2020, cuando se jugó una temporada recortada a 60 juegos debido a la pandemia de coronavirus.
Después de ser eliminados por los Arizona Diamondbacks en las Series Divisionales del año pasado, los Dodgers agregaron a su ya lujosa nómina a los japoneses Ohtani (10 años y $700 millones) y Yoshinobu Yamamoto (12 años y $325 millones); al lanzador estadounidense Tyler Glasnow, quien fue adquirido en cambio desde los Tampa Bay Rays y luego firmado a largo plazo por cuatro años y $115 millones, y al jardinero dominicano Teoscar Hernandez por un año y $23.5 millones.
Luego de fallar los playoffs por primera vez desde 2016, el principal movimiento de los Yankees en el invierno fue adquirir desde los San Diego Padres al sensacional jardinero dominicano Juan Soto, quien será el principal agente libre cuando concluya la temporada. Nueva York también agregó al jardinero Alex Verdugo desde los Boston Red Sox y en medio del torneo al OF/INF Jazz Chisholm desde los Miami Marlins.
En las Series Divisionales de este año, Roberts y Los Angeles estuvieron abajo 1-2 y a un juego de ser eliminados por los rivales divisionales San Diego Padres, pero entonces se repusieron para ganar dos seguidos y avanzar a la Serie de Campeonato, donde eliminaron a los New York Mets en seis choques.
En sus próximos ocho juegos después de enfrentar la eliminación, los Dodgers tienen marca de 6-2 y han superado en carreras 56-26 a sus rivales.
"Creo que se demostraron a sí mismos lo duros que son. Creo que cuando te encuentras en una posición en la que estábamos contra un rival de división, contra un equipo muy talentoso en ese momento, se convierte en una pelea callejera", dijo Roberts.
"Y es perder y volver a casa o simplemente luchar como un demonio. Y creo que eso es lo que nos llevó a la cima en la Serie Divisional y también lo que influyó en el hecho de que pudimos acabar con los Mets en seis partidos", agregó.
Boone es el segundo manager activo con más visitas a la postemporada (6) en sus primeros siete años, solamente detrás de Roberts. Además, es el tercer capataz de los Yankees en jugar la postemporada en seis de sus primeros siete años, detrás de Torre (primeras 12) y Casey Stengel (6 de 7).
Boone ganó más de 100 juegos en 2018 y 2019 y este año atrapó su tercer banderín en la poderosa División Este de la Liga Americana. Con Boone en el timón, los Yankees acaban de quebrar una racha de 15 años sin disputar la Serie Mundial, que para el equipo más ganador (con 41 participaciones y 27 campeonatos) es un lapso relativamente largo. Con su récord de 7-2 en la actual postemporada, en la que todos sus partidos se han decidido por tres o menos carreras, Boone mejoró su marca general de playoffs a 21-19.
"La familia Steinbrenner ha sido increíble conmigo", dijo Boone sobre los propietarios de los Yankees. "Trabajar con [el gerente general] Brian Cashman, ha sido increíble, con él y toda su gerencia, y luego con los muchachos con los que trabajo todos los días, mis entrenadores y estos jugadores, es por eso que lo haces", agregó Boone.
Boone y Roberts tienen estilos diferentes para lograr sus resultados. Roberts tiene una reputación relajada y tranquila. Boone es famoso por ser directo y conflictivo, específicamente con los árbitros, con los que tiene una larga historia de intercambios acalorados.
Roberts sólo ha sido expulsado 12 veces en total en 1,358 juegos (incluyendo una temporada en San Diego antes de llegar a Los Ángeles) como manager de la MLB. Boone ha sido expulsado 39 veces en 1,032 juegos. Entre los managers activos con al menos dos temporadas, Boone tiene la tasa más alta de expulsión (4 por ciento), mientras que Roberts tiene la más baja (0.9 por ciento).
Pero Incluso si sus jefes están satisfechos con sus estilos y resultados y la forma en que representan a sus organizaciones, la presión de aficionados y medios de comunicación sobre Roberts y Boone, y básicamente cualquiera que dirija a Dodgers y Yankees, muchas veces luce exagerada y ocasionalmente insensata.
"Número uno, no uso redes sociales. Eso es un comienzo para mí. En segundo lugar, creo que tengo que tomar decisiones, apostar por jugadores que creo que son capaces, ponerlos en la mejor posición para tener éxito y estar dispuesto a vivir con cualquier consecuencia", dijo Roberts.
"En esta postemporada, he tenido mucha claridad. Y los jugadores me han hecho ver muy bien", dijo Roberts.
"Hemos tenido algunos grupos geniales, una gran camaradería, algunos vestuarios geniales. Este grupo es el más unido que he visto nunca, y confían entre sí. Se apoyan unos a otros. Se aman. Juegan unos para otros. Ésas son cosas especiales para tener en un deporte de equipo", dijo Boone sobre su relación con sus peloteros.