Nota del editor: Este texto se publicó originalmente el 7 de septiembre de 2016.
Si Earl Smith hubiese tenido una carrera más o menos adecuada en las Mayores, tal vez la verja del jardín derecho en el PNC Park hubiese medido 13 pies.
Smith, un jardinero central de 27 años, fue el último jugador que utilizó el número 21 en el roster de los Piratas de Pittsburgh antes que Roberto Clemente. El puertorriqueño, un novato, abrió la temporada de 1955 con el número 13, pero tomó el 21 (por la suma de las letras de sus tres nombres Roberto Clemente Walker) cuando Smith fue dado de baja en mayo después de ¡21! apariciones al plato y un hit en 16 turnos oficiales.
Smith jamás regresó a las grandes ligas, pero por las próximas temporadas, Clemente se aseguró de que ningún otro Pirata usara su número con una carrera en la que bateó para .317, disparó 3,000 hits, y reinventó la forma en que se jugaba el jardín derecho con su fildeo mágico y su potente brazo. Su muerte en una misión humanitaria para las víctimas del terremoto de diciembre de 1972 en Nicaragua lo convirtió en uno de los seres más admirados del mundo deportivo y utilizar su número fue para muchos peloteros su homenaje al que consideraban su modelo a seguir.
No hay un número más venerado en el deporte puertorriqueño que el 21 de Clemente y es posible que ningún atleta latino ha recibido más honores póstumos. Jugadores como Carlos Delgado y Rubén Sierra lo usaron durante la mayor parte de sus carreras y Delgado le hizo un homenaje espontáneo durante el primer Clásico Mundial de Béisbol al pedir que retiraran el mítico número, prefiriendo el 25. Además de Delgado, jugadores como Sammy Sosa y Paul O'Neill, ambos jardineros derechos, llevaron el número durante sus carreras en honor al puertorriqueño. En días más recientes, también lo usó Nick Markakis, un jardinero derecho de buenas cualidades ofensivas quien al igual de Clemente, trata de hacer su parte para cambiar el mundo a través de una fundación con fines humanitarios.
"Cuando pedí el 22 en Cincinnati como novato, el veterano Dave Collins lo tenía", recordó Paul O'Neill, en su página de internet www.pauloneill21.com, sobre cómo seleccionó el 21. "Pensé en Clemente porque lo vi cuando venía a Columbus para jugar frente a los Columbus Jets en juegos de exhibición pretemporada. Había un equipo finca de los Piratas en los años 60 y teníamos muchas tarjetas de béisbol de Clemente. Los Piratas tenían grandes estrellas además de él, como (Willie) Stargell, (Manny) Sanguillén, (Richie) Hebner, (Bill) Mazeroski. Admiro a Clemente porque fue un campeón de Serie Mundial y trascendió el juego como Jackie (Robinson) o Babe (Ruth)".
La altura de la verja del jardín derecho del estadio de los Piratas, elevada a 21 pies, es apenas uno de los cientos de homenajes que ha recibido Clemente en Pittsburgh y en las Mayores luego de su muerte el 31 de diciembre de 1972. Existen cerca de 150 lugares en todo el mundo donde se honra a Clemente, incluyendo los principales estadios de béisbol de su natal pueblo de Carolina, el principal estadio de béisbol de la ciudad de Masaya, Nicaragua, la segunda arena techada más importante de Puerto Rico y cientos de calles, escuelas y avenidas en Nicaragua, Estados Unidos, Venezuela, y República Dominicana, entre otros países.
Eso no debe sorprender a nadie en estos países de rica tradición de béisbol, y menos en Nicaragua, en donde es reconocido como un héroe nacional. Tampoco es sorpresa que en Pittsburgh exista el Museo Roberto Clemente, el Puente Roberto Clemente, que la principal estatua frente al nuevo estadio sea la de 'The Great One', que en el Bronx, Nueva York, exista el Parque Roberto Clemente, que en Newark haya un Roberto Clemente Elementary School, que en Maryland haya un Roberto Clemente Middle School o que en Chicago opere el Roberto Clemente Community Academy.
Sí llama la atención que el equipo Mannhein de la bundesliga de béisbol en Alemania juegue como local en el 'Roberto Clemente Field'. Y que en Liberia, la nación de Africa occidental fundada por esclavos liberados de Estados Unidos que regresaron a sus raíces, hay una moneda de uso diario con el rostro de Clemente.
A los pocos meses de su muerte, el comisionado Bowie Khun nombró el premio Comisionado de béisbol como el Roberto Clemente Memorial Award, para reconocer a los peloteros que siguen su ejemplo de labor humanitaria. Jugadores como Willie Mays, Pete Rose, Al Kaline, Lou Brock y Dale Murphy y más recientemente Carlos Delgado, David Ortiz, Edgar Martínez, Markakis y Clayton Kershaw vieron reconocido su compromiso social con el premio, una estatuilla de bronce.
"Yo sólo espero que esto inspire a otros peloteros a hacer algo por la gente", dijo Ortiz a ESPNdeportes.com cuando recibió el galardón en 2010. "Porque hay mucha gente que necesita ayuda allá afuera".
"El solo hecho de ser asociado con alguien como Roberto Clemente me hace sentir honrado y extremadamente agradecido", dijo Kershaw, quien financió y ayudó a contruir el orfanato Hope's Home en Zambia, entre otros proyectos.
Los bateadores zurdos de Pittsburgh hubiesen preferido que Smith llevara el 21 por más tiempo y que Clemente se quedara con el 13, pues el nuevo monstruo verde del PNC Park hubiese tenido ocho pies menos. Pero el mundo celebra y agradece de muchas maneras, a pesar del paso de los años, la aportación a la humanidad de este extraordinario atleta que hoy es motivo de celebración en todo el béisbol.