NUEVA YORK – Durante estas últimas dos temporadas, Yunel Escobar se ha encontrado con difíciles situaciones tras su llegada a un nuevo conjunto.
Al incorporarse a los Nacionales de Washington de cara a la campaña pasada, el cubano tenía planeado jugar la segunda base ya que la escuadra capitaleña contaba con el torpedero Ian Desmond. Una lesión al tercera base titular, Anthony Rendón, en los entrenamientos primaverales frenó esos planes, y Escobar pues aceptaba el reto en la esquina caliente que mantuvo la temporada completa, desplegando no solo un buen desempeño con su guante, pero también uno de sus mejores años en la caja de bateo.
Dos meses luego del decepcionante fin de temporada en la capital americana, que dejó a Washington descartado de la postemporada cuando muchos los tenían en sus predicciones como favorito a la Serie Mundial, los Nacionales iniciaron la reconstrucción del plantel, aprovechándose del resurgimiento de Escobar y canjeándolo a los Angelinos de Los Ángeles.
En el segundo partido de los entrenamientos primaverales en la Liga del Cactus, el dirigente Mike Scioscia experimentaba con algo en su alineación y colocaba a Escobar como su primer bate, tratando de aprovecharse de su nuevo integrante y su promedio de embase de su carrera de .350 a diferencia de un balance de .280 acumulado por los jugadores que ocuparon la primera posición del line up, que además fue la peor cifra en la Liga Americana en 2015.
Parece que Escobar satisfizo con creces este reto en los primeros 52 partidos de su novena temporada en la gran carpa. El jugador de 33 años inició la jornada del lunes con un OBP (on base percentage, por sus siglas en ingles) de .364, que no solamente encabeza la novena californiana, pero además lo coloca quinto entre todos los antesalistas de las mayores.
Marcando su primer aparición en Yankee Stadium esta temporada, una derrota de los Angelinos 5-3 en el primer partido de cuatro duelos contra los Yankees de Nueva York, Escobar puso a los visitantes en la pizarra en la primera entrada cuando llegó a la inicial con un hit y luego anotaba, dándole una temprana ventaja de 1-0.
''Creo que eso es un plan difícil. Casi nunca en mi carrera he bateado de primer bate'', indicó Escobar en un aparte con ESPN Digital.
''Siempre bateo de segundo o más abajo, sexto o séptimo'', prosiguió el cubano, que cuenta con 1,202 turnos como primer bate a diferencia de 3,435 en los otros puestos de la alineación. ''Creo que me he adaptado un poquito y tengo que hacer el trabajo. Tengo detrás a Kole Calhoun, Mike Trout y Albert Pujols. Ellos necesitan que me embase''.
Después de lograr su mejor marca personal de 168 hits en 2015, quedando a cuatro hits de la superestrella de Washington y Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, Bryce Harper, el toletero de Cuba encabeza a Los Ángeles con un promedio de .311, 66 imparables y 14 dobletes a pesar de que su compañero de equipo, Mike Trout, el MVP de la Liga Americana en 2014, está cerca en los tres departamentos.
''Yo nunca he dejado mi manera de abordar. Siempre he venido bateando en la zona mía de strike'', enfatizó Escobar, que batea en el primer turno de la alineación a largo plazo por primera vez de la temporada 2011 con los Azulejos de Toronto cuanto produjo un promedio de .292 con 10 jonrones, 41 remolcadas, 50 boletos y un OBP de .366.
''No soy de esperar tanto pitcheos ni nada de eso. Yo trato de poner la bola en juego. Así me he mantenido estos últimos años y creo que he tenido muchos resultados'', concluyó.