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No pisaron un campo como jugadores, pero como managers brillaron en MLB

El éxito de un equipo radica en el engranaje de su roster, un lineup poderoso y un cuerpo de lanzadores sólido. Pero toda esta maquinaria requiere una cabeza y una directriz que marque el rumbo, la estrategia y la disciplina, justo la tarea que corresponde desempeñar a los managers.

En la historia de las Grandes Ligas ha habido muchos timoneles, en su mayoría ex receptores, quienes luego de su paso como ligamayoristas y de haber demostrado su liderazgo, asumieron la oportunidad de ser coaches y más tarde managers exitosos, llenos de victorias y títulos de Serie Mundial.

Sin embargo, también hay destacados managers que nunca vistieron un uniforme de Grandes Ligas y que presumieron una trayectoria muy exitosa, como el caso de Buck Showalter o John McNamara, sólo que, a diferencia de estos dos nombres citados, hay otros que fueron un escalón arriba, aquellos que, además, conquistaron un título.

A continuación, ESPN Digital te presenta cinco managers que fueron exitosos sin haber pisada una grama ligamayorista, y que presumen al menos un anillo de campeón.

JOE McCARTHY

Joe McCarthy es el manager más exitoso en la historia de las Grandes Ligas, sin haber llegado a jugar en uno de sus diamantes. Tuvo un paso brillante al mando de los New York Yankees desde 1931 hasta 1946, con ellos conquistó en ese lapso siete títulos, cuatro de ellos de manera consecutiva (1936-1939).

En total, dirigió durante 24 años en las Mayores, su primer equipo fue Chicago Cubs (1926-1930), donde estuvo al mando de Hack Wilson; luego vivió su época dorada con los Yankees, franela con la que estuvo al frente de peloteros de la talla de Babe Ruth y Lou Gehrig. Finalmente, dirigió a los Boston Red Sox (1948-1950), donde fue timonel ni más ni menos que de Ted Williams.

En su juventud, jugó para Niagara College, y al mismo tiempo empezó a dirigir. Su llegada a las Mayores fue como manager y en todas sus campañas, a excepción de la primera, su equipo siempre terminó dentro de los primeros tres lugares del standing. Fue entronizado en Cooperstown en 1957.

JOE MADDON

Joe Maddon inició su trayectoria como manager interino en 1996 con Los Ángeles Angels, en ese año sólo estuvo al mando en 11 juegos. En 1999, la vida le dio de nuevo la oportunidad de un interinato y dirigió al club californiano durante 29 encuentros.

Maddon es recordado con Tampa Bay Rays, club con el que trabajó durante nueve temporadas y con el que alcanzó un título de la Liga Americana en 2008. Sin embargo, su consagración como manager llegó en 2016, cuando consiguió el anhelado título con los Chicago Cubs que vencieron en siete trepidantes juegos a los Cleveland Indians, hazaña con lo que terminaron una sequía, calificada de maldición, de 108 años sin gallardete.

Este piloto suele compenetrarse mucho con sus peloteros, es relajado y eso genera gran cariño hacia su persona. También es famoso por basar muchas de sus locas decisiones en la sabermetría, así, suele colocar lineups inverosímiles, traer pitchers a relevar de manera inusual o colocar formaciones defensivas especiales. En 2020 regresará a dirigir a los Angels.

JACK McKEON

La carrera de Jack McKeon comprende 16 años como manager en Grandes Ligas y cinco equipos diferentes. El punto más alto de su trayectoria ocurrió en 2003, cuando los Florida Marlins conquistaron el título en seis juegos frente a los Yankees. En ese momento, McKeon se convirtió en el piloto más veterano en conquistar un anillo de Serie Mundial, con 72 años.

McKeon supo liderar a un grupo de estrellas como Iván ‘Pudge’ Rodríguez, Derrek Lee, Alex González, Miguel Cabrera. Ese equipo tuvo brazos muy importantes como Brad Penny, Carl Pavano, Mark Redman y jóvenes prometedores: Dontrelle Willis y Josh Beckett.

En su época estudiantil fue receptor, pero un pelotazo en la cabeza, una lesión de rodilla y otras tantas vicisitudes en su etapa ligaminorista truncaron su llegada al Gran Circo como jugador. Así que su destino estaba trazado para convertirse en uno de los managers más exitosos sin haber pisado las Mayores como pelotero. En 1999 y 2003 fue nombrado Manager del Año de la Liga Nacional.

JIM LEYLAND

Jim Leyland dirigió durante 22 campañas en las Grandes Ligas y, si bien dedicó 11 años a los Pittsburgh Pirates y ocho a los Detroit Tigers, será recordado por el título que conquistó en 1997 con los Marlins en sólo dos años que estuvo al frente de la organización.

Este gallardete atrajo nuevos seguidores para esta franquicia que se integró al circuito en 1993 como parte de la expansión. En el roster de 1997 figuraron peloteros como Jeff Coninie, Luis Castillo, Edgar Rentería, Bobby Bonilla, Moisés Alou y Gary Sheffield. En el pitcheo tuvieron, entre otros, a Kevin Brown, Al Leiter y Liván Hernández. Al año siguiente, el equipo se desmanteló y Leyland padeció con un club que se convirtió en el primero en sumar más de 100 derrotas (104) al año siguiente de haber conquistado la Serie Mundial.

Leyland fue receptor en sus inicios en el beisbol, posteriormente, fue coach en Ligas Menores y luego llegó la oportunidad de dirigir en la Gran Carpa. En 2017 fue convencido para salir del retiro para dirigir a la Selección de Estados Unidos en el Clásico Mundial, el mismo manager dijo que sería la última vez que vestiría el uniforme de beisbol y lo hizo de gran forma, pues Estados Unidos se coronó en esa edición tras vencer a Puerto Rico.

EARL WEAVER

Earl Weaver es un ícono de los Baltimore Orioles y miembro del Salón de la Fama de Cooperstown desde 1996.

Se trata de un auténtico manager franquicia, pues sus 17 años de trayectoria los dedicó siempre a Baltimore Orioles, de 1968 a 1982, y luego otro par de años (1985 y 1986). En total, conquistó cuatro gallardetes del joven circuito y en 1970, además, logró alzar el título al vencer en cinco juegos a los Cincinnati Reds en la Serie Mundial. En ese equipo campeón de 1970 comandó a peloteros como Davey Johnson, Frank Robinson, Mike Cuellar y Jim Palmer.

Durante cinco temporadas fue manager-jugador en las Ligas Menores con la misma organización de Baltimore, donde se desempeñó como segunda base.

Era un hombre de carácter recio que fue expulsado más de 90 veces en su trayectoria. Su filosofía fue la de siempre enfocarse en lo que sus jugadores sí eran capaces de hacer y no en los puntos negativos. Se sabe que con Jim Palmer nunca tuvo una buena relación, pero el mismo Weaver dijo que Palmer consiguió el 20 por ciento de sus victorias como timonel, por lo que afirmaba: “cada uno hace bien su trabajo”.