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Novato cubano Luis Robert de los White Sox: 'Esto se siente como un sueño'

Paul Beaty/AP Photo

De cara al inicio de esta temporada, el jardinero de los Chicago White Sox Luis Robert, era el amplio favorito a ser nombrado Novato del Año de la Liga Americana, y el cubano de 23 años no ha decepcionado. Robert ha deslumbrado con su poder en el plato y su velocidad en el jardín central.

Marly Rivera de ESPN conversó con Robert sobre sus raíces cubanas, lo que significa tener a tres compatriotas en los White Sox y las inusuales circunstancias de jugar su primera temporada en Grandes Ligas durante la pandemia de coronavirus.

¿Cómo empezó tu amor por el béisbol?

Desde chiquitico jugaba en el barrio con los amigos en un rodeo. Ahí nosotros íbamos a jugar pelota. Así empecé. Pero mi primer deporte fue el básquet. Estuve en básquet cuando chiquitico, que uno siempre juega muchos deportes; yo tenía calidad en el básquet. Entonces cuando me fui para la pelota los entrenadores estaban fajados, 'que no que yo me lo llevo para el básquet, que no que me lo llevo para la pelota'.

Obviamente, sé que es difícil por la situación en Cuba, ¿pero te gustaba más algún jugador o equipo de NBA?

De verdad no tenía, porque como sabes, en Cuba no se podían ver juegos de NBA. Pero siempre nada más de oía Jordan, Jordan, Jordan.

¿Siempre fuiste jardinero?

Cuando empecé de chiquitico siempre jugaba campocorto. Me gustaba ahí. Siempre tenía un buen desplazamiento. Tenía buenas manos, pero era un poco complicado para tirar. Entonces ya tenía el tamaño y la rapidez. Entonces me dijeron no, vamos a probarte en los jardines. Entonces me vieron corriendo, cogía todas las bolas. Entonces me quedé ahí.

En Cuba se juega un torneo provincial, que es como entre los municipios, y después se juega un nacional, que es entre las provincias de Cuba. Entonces en las provinciales yo jugaba campocorto y entonces cuando iba para la nacional jugaba en los jardines.

Económicamente no se puede comparar, pero ¿cuál crees que es la diferencia principal entre el béisbol en Cuba y el béisbol en Estados Unidos en el terreno?

En el terreno el nivel de talento aquí es bastante más alto. Pero en cuanto a intensidad, en Cuba se juega un béisbol bastante intenso. Pienso que la calidad aquí es mucho mejor (aquí).

El pitcheo de Grandes Ligas es siempre lo más problemático al hacer la transición de las menores, ¿ha sido así para ti?

Claro. Pasé el año pasado por todas las ligas y de verdad que no tiene (comparación) con el pitcheo de aquí.

¿Qué te ha ayudado a adaptarte tan bien?

Pienso que el tener varios años en los entrenamientos de primavera trabajando, pienso que me ayudó ahí viendo el pitcheo de Grandes Ligas. Y después tener el año pasado tan bueno, pienso que eso en la mente me ha ayudado mucho. Y este año empecé el entrenamiento primaveral bien también.

¿Qué hiciste para entrenar los meses que estuvieron fuera?

Tengo en mi casa [en Tampa] una jaula, pero no tenía un gimnasio. Entonces tenía en el garaje nada más como un banco para hacer ejercicio y pesas y hacía escaleras y eso. No hice mucha preparación física porque cuando abrieron el gimnasio no se podía ir mucho por el problema del coronavirus. Pero en el bateo sí me mantuve siempre porque tenía la jaula en mi casa. Tenía un 'tee' y tengo un amigo ahí que me ayudaba, Ariel Ricardo, que era pitcher en Cuba. Él jugó en la Serie Nacional por cuatro años.

Nunca tuviste acceso a video en Cuba, ¿cuánto usaste los reportes y videos para estudiar a los lanzadores el año pasado? ¿Te hacen falta este año?

Es una ventaja tu saber cuál es el mejor pitcheo que tiene el pitcher, el lanzamiento que tira en los conteos. Esa es una cosa que ayuda demasiado. En Cuba era, 'este tira esto, esto y ya'. Pienso que no me afecta mucho a mí porque no he estado toda la vida con eso. Yo he oído que a los otros peloteros que llevan muchos años aquí se sienten incomodos porque están adaptados siete u ocho años con esa rutina y ahora no la tienen. Pero yo me siento igual porque como nunca la he tenido.

El compromiso histórico que han demostrado los White Sox con los peloteros cubanos, ¿eso influyó tu decisión de firmar con el equipo?

Sí, cuando yo estaba por firmar yo hice presentaciones con seis equipos. Entonces había tres que más interesados estaban, creo que eran Cincinnati, Oakland y los White Sox. Cuando me preguntaron, 'Estos tres equipos, ¿cuál te gusta más?' Yo les dije White Sox, porque ya estaba Pito, estaba Moncada, que jugué con él. No puedo explicarte todo lo que me han ayudado ellos desde que llegué aquí en 2018, ellos siempre han estado ahí. Pito iba para el gimnasio y me dice vamos para el gimnasio, vamos a batear. Luego vamos para el agua. Para todo siempre me ha estado guiando y pienso que eso me ha ayudado demasiado.

¿Cuál ha sido el ajuste más importante que Pito te ha enseñado?

Pito me ha enseñado fuera del terreno que siempre hay que llegar temprano. Y en el béisbol siempre me ha dicho que todos los días es un día nuevo. Que pase lo que pase (en) el día, al otro día hay que venir con la mismita gana para hacer tu rutina, que si uno trabaja tiene que salir el resultado tarde o temprano. Tener a Pito aquí en este equipo eso ha sido lo mejor. Siempre ayudándome. Donde quiera que me vea haciendo algo que está mal hecho o algo que no está bien hecho, siempre me dice, 'no, es por aquí'. Es increíble.

Sé que estuviste presente durante el histórico partido de los Rays en el Estadio Nacional, ¿cómo fue esa experiencia para ti?

Ese día yo estaba en las gradas y estaba sintiendo como si estuviera jugando. Pusieron el estadio como si fuera de Grandes Ligas y ver las Grandes Ligas jugando ahí (por) primera vez en mi vida, eso es algo que te emociona y te da ganas como de estar ahí también. El ver por primera vez la gente de Grandes Ligas, la mente se te pone loca. Uno dice, 'yo quisiera estar ahí'.

¿De cuál aspecto de tu estilo de juego te sientes más orgulloso?

Me gusta todo. Me gusta correr. Me gusta fildear. Me gusta batear. Para mí, me gusta todo.

¿Cómo ha sido la experiencia de haber tenido tu gran esperado debut en Grandes Ligas sin fanáticos en las gradas?

Sin fanáticos es una cosa que nunca había vivido. Ni en Cuba había pasado esto de jugar pelota sin nadie. Pienso que uno siempre necesita como esa presión del público y se siente extraño que tú des un hit importante para tu equipo y no haya una emoción así del público. Pero bueno, así es que nos toca ahora y hay que adaptarse a eso.

¿Crees que algún día tendremos un equipo cubano unificado?

Eso es lo que todo el cubano que está aquí en EEUU quiere, representar a Cuba desde aquí. Pero bueno, yo lo veo difícil. Ojalá sí.

Sé que es muy difícil expresarlo con palabras después de todo lo que han pasado los peloteros cubanos que se ven obligados a abandonar la isla, pero ¿hay alguna forma de explicar qué significa para ti estar en Grandes Ligas?

Este momento representa el premio al sacrificio que he venido haciendo, especialmente desde hace cuatro años que decidí salir de Cuba. Eso me parece como un sueño estar en los entrenamientos primaverales y estar en Grandes Ligas. Estando ya aquí en Grandes Ligas es algo increíble como ver a peloteros al lado tuyo jugando que tú solo los veías por televisor. Hay veces que no lo creo.

¿Hay un jugador en específico del que digas, 'No puedo creer que estoy jugando al lado de él'?

Cuando vi a Miguel Cabrera, me dije, "no puede ser, no lo creo". Atraparle un elevado a Miguel Cabrera, eso es increíble.

¿Te trazaste metas específicas para tu año como novato?

Este año lo que tengo todavía en mente es mantenerme en salud, tratar de jugar todos los juegos para, independientemente de los resultados que tenga, aprender para que el año que viene sea mejor.

¿Cómo fue ser parte de ese momento histórico de cuatro peloteros cubanos bateando de forma consecutiva en la alineación?

Eso fue un momento increíble. Desde hace rato no tenía ni un cubano detrás de mío delante de mí en la alineación, y eso es increíble saber que tienes tres cubanos atrás de la calidad que tienen los tres cubanos. Sabíamos que podía pasar, pero por mi mente no había pasado en toda la temporada. No había pasado, 'vamos a estar los cuatro juntos'. Eso no había pasado por mi mente. De una vez dije, 'cuatro cubanos en línea'. Y le dijimos vamos a meter jonrones 'back-to-back-to-back,' pero bueno no pasó.

Pero tu equipo sí conectó cuatro jonrones seguidos el domingo pasado, y eso incluyó los primeros tres cuadrangulares consecutivos de jugadores nacidos en Cuba, con Moncada, Yasmani Grandal y Abreu. ¿Cómo fue presenciar ese momento histórico?

Cuando la sacó Moncada fue como una cosa normal ya. Ya cuando la sacó Grandal también, ya entonces todos nos pusimos y todo el mundo empezó en el dugout, 'que la va a sacar también', y la sacó también. Todo el mundo se puso loco en el dugout y emocionados con el resultado de ellos.

¿Ustedes cuatro hablan de ser cuatro cubanos que soñaban con jugar en Grandes Ligas, y ahora no sólo están ahí, sino que están haciendo historia en el mismo equipo?

Nosotros hablamos mucho de eso mismo. Nos sentamos a veces los cuatro y decimos, 'oye es increíble como nosotros nada más en Cuba lo que hacíamos era soñar con esto y mira lo tenemos aquí y estamos aquí todos'. Estamos bendecidos y no podemos estar bravos por nada. Nada más seguir trabajando para que todo siga saliendo bien para nuestro equipo.