El abridor dominicano se ha convertido en la pieza de mayor estabilidad en la rotación de Houston Astros ante la ausencia del estelar Justin Verlander y de su compatriota Framber Valdez
Houston Astros ha tenido un par de años extraños desde que fueron penalizados por realizar trampas durante la temporada 2017 en la que se coronaron campeones de las Grandes Ligas. En 2020 clasificaron a la postemporada como el segundo equipo en la historia que lo logra con un récord negativo (junto a Milwaukee Brewers), al terminar la serie regular con 29 victorias y 31 derrotas.
Terminaron derrotados en el séptimo juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana y para empeorar una particular temporada, perdieron al as de su rotación, Justin Verlander por problemas en su codo, teniéndose que someter a una cirugía Tommy John.
De cara al 2021, perdieron a uno de sus lanzadores más importantes del año pasado, Framber Valdez, por una lesión en su mano de lanzar durante los entrenamientos primaverales y adicionalmente, han enfrentado la hostilidad de los fanáticos por la situación de 2017, en especial durante lo que terminó convirtiéndose en un desagradable viaje a Nueva York para enfrentar a los Yankees.
Encima de ello y hasta el momento, el equipo no ha contado con la estabilidad que venía demostrando de su rotación abridora, en especial de quien estaba llamado a asumir el rol de principal abridor de la rotación, Zack Greinke.
El estadounidense ha tenido ocho salidas en las que ha trabajado 44.2 entradas, siendo colíder en dicho departamento junto a José Urquidy, en las que ha permitido 21 carreras limpias, para una efectividad de 4.23, la más alta entre los abridores de los Astros. Adicionalmente tiene el peor promedio de bases por bolas e imparables por entrada lanzada (WHIP) del grupo, con 1.299 y es de los que menos ha ponchado, con 35 outs por dicha vía.
Su cantidad de ponches por nueve entradas lanzadas es de 7.05 mientras que le conectan 9.7 hits por cada nueve innings.
Sin embargo, la temporada ha iniciado de forma mucho más favorable para el dominicano Cristian Javier, quien ha tenido siete salidas en las que ha lanzado por 38 episodios. Ha tolerado 13 carreras limpias, para una efectividad de 3.08, la más baja entre los abridores de los Astros y su WHIP es de apenas 0.974. Cuenta con un elevado promedio de ponches por nueve entradas con 10.42 y solo le conectan 5.4 hits por cada nueve innings, el segundo promedio más bajo de la rotación.
De hecho, Greinke ha sido en términos generales, el peor abridor del grupo, siendo superado en la mayoría de los departamentos no solo por Javier, sino por Urquidy (ERA 3.22 en 44.2 entradas) y Lance McCullers Jr. (ERA 3.10 en 40.2 entradas).
El gran trabajo de Javier se viene observando desde el año pasado, cuando debutó en las Grandes Ligas, mientras que el veterano de 37 años se ha mantenido brindando resultados mixtos entre cada una de sus salidas.