Los tres equipos han caído estrepitosamente desde el Juego de Estrellas y se mantienen jugando de forma inconsistente, lo cual les ha costado posiciones ventajosas de cara a la postemporada
15 de julio del 2021: Boston Red Sox se encontraba en la primera posición de la división este de la Liga Americana, con récord de 54 triunfos y 35 derrotas, con juego y medio de ventaja sobre Tampa Bay Rays. Al mismo tiempo, en su homóloga de la Liga Nacional, New York Mets se sentaba cómodamente en 47 victorias y 40 reveses, tres partidos por encima de Philadelphia Phillies, mientras que, aunque en el tercer puesto del oeste del “Viejo Circuito”, San Diego Padres se encontraba con el segundo Wild Card, cinco encuentros por encima de su rival más próximo, Cincinnati Reds, con récord de 53-40.
Adelantamos al día de hoy y la realidad para los tres conjuntos es sumamente distinta. Los Red Sox son el segundo Wild Card del “Joven Circuito”, habiendo ganado 21 partidos desde entonces y perdiendo 22. Los Mets están fuera de un puesto de postemporada, a siete juegos y medio de Atlanta Braves y a siete del segundo Wild Card, mientras que, del mismo modo, los Padres perdieron su posición y se sientan a un encuentro y medio de los Reds en estos momentos.
Los Mets han ganado tan solo 16 de los 43 partidos disputados desde el 15 de julio y los Padres han perdido 22 de los últimos 38 encuentros.
Tres equipos que aprovecharon coyunturas y a los que muchas cosas le funcionaron de manera positiva, desde entonces no parecen ni las sombras de lo que demostraron en la primera mitad, lo que lleva a preguntarse, ¿qué les ha salido mal?
Si tomamos el ejemplo de los Padres, en la segunda mitad su cuerpo de lanzadores ha tenido una efectividad de 4.21, contrario a la de 3.40 de la primera parte de la campaña, es decir, permiten prácticamente una carrera más partido, mientras les batean para promedio de .258 con un OPS de .768, un aumento de .032 y de 0.86, respectivamente. Esto se ha combinado disminución ofensiva, que, aunque ha sido en términos porcentuales minúscula, no permite sobrellevar la situación del cuerpo de lanzadores. El equipo batea para promedio de .241 con un OPS de .717.
¿Qué tal los Mets? El equipo con la caída más precipitada de los tres; su situación empeoró drásticamente. De tener una efectividad de 3.43 en la primera mitad, pasó a 4.41, con los contrarios bateando para .249 y un OPS de .754. Su ofensiva, sin embargo, ha mejorado en contraste a lo realizado en la primera mitad. Hoy batean para promedio de .244 y tienen un OPS de .713, mientras que han disparado 49 cuadrangulares en 43 partidos, más de la mitad (88) que dieron en 87 juegos durante los primeros meses de la campaña.
Del lado de los Red Sox, a pesar de que hoy son una ofensiva más productiva que durante la primera mitad, con un AVG de .261 y un OPS de .795, el equipo no ha podido mantenerse consistente bateando, en especial con hombres en posición de anotar. Sin embargo, el mayor problema de Boston es que desde la pausa del juego de estrellas, la inconsistencia de su ofensiva no ha contribuido con un cuerpo de lanzadores que está haciendo un mal trabajo. Mantienen una efectividad de 4.80 (.70 más que en la primera mitad), mientras los rivales el batean para .256 con un SLG de .769.
Los tres equipos han sufrido del mismo mal, el cuerpo de lanzadores ha caído por debajo, a pesar de que las ofensivas todavía hacen el trabajo. Las grandes decepciones de la segunda mitad son tres de los equipos que todos imaginaron en postemporada y hoy es probable que se queden fuera.