Llámeles como quiera. Estos Yankees de Nueva York increíbles, sorprendentes, inspirados, irreverentes, sin miedo, en reconstrucción, serán, contra todo pronóstico, los rivales de los poderosos Astros de Houston en la serie de campeonato de la Liga Americana.
Los Astros tuvieron récord de 101-62 durante el calendario regular y vienen de ganarle 3-1 la serie divisional a los Medias Rojas de Boston.
Los Yankees terminaron con 91-71 y ya dejaron en el camino a los Mellizos de Minnesota en el juego de los comodines y a los Indios de Cleveland en la siguiente fase.
Una sola vez se vieron las caras estos equipos en postemporada anteriormente.
Fue en el juego entre comodines del joven circuito del 2015 y el triunfo le sonrió a los de la ciudad espacial por blanqueada de 3-0, con el zurdo Dallas Keuchel como ganador tras seis innings de actuación y el japonés Masahiro Tanaka como derrotado.
En la campaña regular del 2017, de siete partidos, los Astros se llevaron cinco, tres de ellos en Yankee Stadium.
En toda la historia, estos equipos han disputado 42 partidos solamente, pues Houston perteneció por medio siglo a la Liga Nacional y no fue hasta el 2013 que pasó a la Americana.
De esos encuentros, los Yankees han ganado 24 y los Astros 18, incluido el juego de los wildcards de hace dos años atrás.
Para Houston, es su undécima participación en playoffs, sin haber saboreado aún la victoria final en un clásico de octubre.
Nueva York está en su visita número 53 a la postemporada, con 27 coronas en Series Mundiales.
Pero agua pasada no mueve molino. La historia, desde la más antigua a la más reciente, ya está en los libros.
¿Cuál de los dos escribirá nuevos capítulos a partir del viernes? Aquí les presentamos las claves del triunfo para ambos contendientes.
Astros
1. Ofensiva. Este equipo batea y mucho. Ningún equipo fabricó más carreras en toda la campaña (896). Además, fue el primero en hits (1,581), dobletes (346) y average colectivo (.282), en tanto fue segundo en cuadrangulares (238), tres menos que los Yankees.
En cuatro juegos de playoffs Houston batea para .333, con 18 extrabases (nueve dobles, un triple y ocho jonrones).
El venezolano José Altuve (.533) igualó la hazaña de tres jonrones en un juego de playoffs y nadie ha pegado más imparables (9) que el cubano Yuli Gurriel (.529), mientras que el puertorriqueño Carlos Correa suma seis remolcadas, al igual que Didi Gregorius, de Nueva York.
2. Pitcheo abridor. Houston tiene un 1-2 de lujo para iniciar la serie, con el zurdo Keuchel y el derecho Justin Verlander.
A lo largo de sus carreras han sido verdugos de los Yankees, tanto en temporada regular como en playoffs.
Keuchel tiene récord de 4-2 y efectividad de 1.41 en seis partidos de calendario regular, más 1-0 y 0.00 en postemporada contra Nueva York.
Verlander tiene una historia más larga contra estos rivales, con balance de 6-7 y promedio de limpias de 3.87 entre abril y septiembre, pero 2-0 en octubre, con 3.55 de efectividad en tres aperturas.
Las cosas cambian con Charlie Morton y Brad Peacock, los otros dos abridores que podría usar el manager A.J. Hinch.
Contra los Yankees, Morton tiene 1-1 y efectividad de 5.68, mientras que Peacock ha lanzado para 7.20, sin decisiones a su cuenta.
3. Factor X: Yuli Gurriel. "Aquí está la máquina de batear y vino de Cuba". Así definió a Gurriel el boricua Correa.
A pesar de su indiscutible talento, por tantos años desperdiciado en niveles inferiores, al cubano lo persiguieron siempre los fantasmas de fallar a la hora buena.
Parece haber encontrado ahora el mejor momento de su vida para sacudirse de toda duda pasada.
Yankees
1. El bullpen. Si los abridores logran contener por cinco innings a la ofensiva de los Astros, "Houston, you have a problem".
Los relevistas de Nueva York, en 28.1 entradas, han permitido siete carreras, con 42 ponches y una efectividad de 2.22.
Aroldis Chapman ha sido un cerrojo total, con 6.1 episodios en blanco y 13 abanicados, mientras que David Robertson (8 innings, una limpia, 10 ponches) y Tommy Kahnle (cinco capítulos en blanco y seis chocolates) han sido una pesadilla para los bateadores, preparándole el camino al Misil Cubano.
2. Ajustes en la alineación. Aunque una ley no escrita del béisbol reza que alineación ganadora no se cambia, el manager Joe Girardi necesita hacer algunos ajustes que pueden resultar claves.
Aaron Hicks suena mejor como segundo bate que su tocayo Aaron Judge, a quien le ayudaría un turno de menos responsabilidad para quitarle presión al novato.
Y con el zurdo Keuchel como abridor del primer juego, se impone colocar al veterano Matt Holliday como bateador designado, pues entre Jacoby Ellsbury y Chease Headley, usados en esa función en los playoffs, llevan de 20-0, con ocho ponches.
3. Factor X: Brett Gardner. Nadie lleva más tiempo que Gardner en la franquicia de Nueva York, único uniforme que ha vestido desde que debutó en Grandes Ligas en el 2008.
Pelotero subvalorado, es un guerrero que aparece en momentos claves, ya sea para poner delante a su equipo con un jonrón ante los Mellizos, o para remolcar dos carreras cruciales tras un turno épico ante los Indios.
Los Astros son los favoritos a juzgar por los números, pero estos Yankees inspirados son demasiado peligrosos, como le demostraron a los Indios.
Pronóstico: Ganan los Yankees en siete juegos