CHICAGO -- Ernie Banks, Billy Williams, Ryne Sandberg, Sammy Sosa, Ron Santo, Fergie Jenkins, Greg Maddux y Kerry Wood tienen muchas cosas en común. Las más importantes: Pertenecen al cuadro de honor de todos los tiempos de los Cachorros de Chicago y, como muchísimos otros que vistieron la camiseta de los "adorados perdedores" por las últimas siete décadas, nunca tuvieron el privilegio de jugar una Serie Mundial en Wrigley Field.
El viernes, un roster cargado de jugadores con poca experiencia profesional y hasta con cierto desprecio por la historia, saldrán al campo contra los Indios de Cleveland en el tercer juego del clásico de otoño del 2016, el primero en el lado norte de Chicago desde el 10 de octubre de 1945.
"Será algo especial cuando comience el juego, pero luego tendremos que enfocarnos en nuestra misión", dijo el intermediarista puertorriqueño Javier Báez, durante los entrenamientos del jueves.
Báez es uno de los seis jugadores menores a 25 años que integraron la alineación abridora de los Cachorros en su victoria 5-1 en el segundo juego. El torpedero Addison Russell (22), Báez (23), el bateador designado Kyle Schwarber (23), el antesalista Kris Bryant (24), el jardinero cubano Jorge Soler (24) y el receptor venezolano Willson Contreras (24) completaron el grupo.
"En realidad no somos muy amantes de la historia. No estamos contando los años que tienen los Cachorros sin ganar y no sabemos mucho de maldiciones y esas cosas. Queremos ganar por los fanáticos. Los seguidores de los Cachorros merecen un campeonato", dijo el jardinero cubano Albert Almora, de 22 años.
Con el evento empatado a una victoria por bando, Josh Tomlin abrirá por Cleveland, que no gana desde 1948, mientras que Kyle Hendricks lo hará por Chicago, que no celebra un título desde 1908. En 58 de las 112 ediciones de la Serie Mundial, los equipos dividieron honores en los primeros dos encuentros y cuando esa fue la situación, el ganador del Juego 3 terminó atrapando la corona en 37 ocasiones (un 64.9% de frecuencia) , incluyendo en cuatro de las últimas seis.
Cleveland y Chicago están empatados 9-9 en sus enfrentamientos de temporada regular y entablaron en dos choques en el Wrigley Field en el 2015. Los Cachorros superan 4-3 a los Indios en siete visitas de la tribu a su peculiar e histórico parque.
"No sé si podemos tomar ventaja de eso de manera consciente, pero definitivamente nosotros vamos a estar más cómodos con las condiciones en casa y, obviamente, ellos estarán un poco incómodos al no haber jugado aquí en mucho tiempo", dijo Hendricks, quien lideró las ligas mayores con efectividad de 2.13 en la temporada regular y en los playoffs tiene 1.65 en tres aperturas, todas en la casa.
Tomlin tuvo marca de 13-9 y efectividad de 4.40 en la vuelta regular, pero mejoró a 2-0, 2.53 en dos salidas en los playoffs de la Liga Americana. En sus dos aperturas abanicó a 10 bateadores y solamente boleó a dos.
"Oh, creo que habrá una tremenda atmósfera. Pienso que la que tuvimos en Cleveland también lo fue", dijo Terry Francona, el manager de los Indios.
"Pienso que será bueno para el béisbol. No creo que habrá un montón de personas celebrando por nosotros, pero entonces ahí es que entra esa sensación en el camerino de que seremos nosotros contra el mundo mañana. Eso es bueno. Aquí todos nos protegemos y miramos por el otro", agregó Francona.
En todo el fin de semana, se espera un ambiente espectacular alrededor de Wrigleyville, el barrio donde está enclavado el parque de los Cachorros desde 1914, el año que arrancó la Primera Guerra Mundial. La franquicia de la Liga Nacional disputó la Serie Mundial por última vez en el año en que terminó la Segunda Guerra Mundial.
Tal y como hicieron durante la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, las autoridades de la ciudad han diseñado un dispositivo de seguridad para evitar desordenes y mantener la paz de los habitantes del área del parque. Sin embargo, todo tiene un costo. Las restricciones incluyen la prohibición a los habitantes del vecindario de aparcar sus autos cerca de sus hogares entre la tarde del viernes y la madrugada del lunes.
Eso significa que los inquilinos de un tramo de cuatro bloques tendrán que buscar un lugar en donde dejar sus carros por tres días o tendrían que pagar una multa de $150 dólares, más $20 dólares adicionales por cada día que el vehículo sea retenido.
No hay boletos disponibles para el partido del viernes, excepto si un aficionado decide pagar los elevados precios que tienen algunas boletas en lugares de reventa. El precio promedio para las boletas del primer juego de la Serie Mundial en Wrigley Field en 71 años ronda los tres mil dólares. Algunos tickets se cotizan cerca de los $80 mil dólares y para entrar a los tradicionales techos detrás de los jardines y los bares alrededor del parque hay que pagar caras admisiones.
Todos quieren estar cerca y ser parte de la historia, incluso si no pueden dentro del estadio.
"Esto será un absoluto palo. [Mi esposa] Albina viene. Mis hijos vienen. Todo el mundo viene y será grandioso. La gente ha estado esperando mucho por esto y se lo van a saborear. Espero que hagamos nuestra parte para hacerlo aún mejor", dijo Maddon.
Para Maddon, quien ha llevado a los Cachorros a la postemporada en sus primeros dos años como manager del club, piensa que Wrigley Field es un lugar especial, que no se compara con otro parque de Grandes Ligas, ni siquiera con el Fenway Park de los Medias Rojas de Boston.
El Fenway Park, fundado en 1912, es el único estadio más antiguo que el Wrigley Field en las ligas mayores.
"Dos cosas: El concepto de vecindario", dijo Maddon. "Sé donde está el Fenway, pero no necesariamente se siente como que está en un barrio como aquí. Eso es envolvente", agregó.
"El hecho de que las gradas vienen desde todos los sentidos, cuando juegas, todos están mirando y te están viendo de cerca. Ellos están cerca y eso es parte de todo", dijo.
DENTRO DE LA SERIE
Serie en el norte: El choque del viernes en Wrigley Field será el primero de una Serie Mundial en el lado norte de Chicago desde el miércoles 10 de octubre de 1945, cuando se jugó el séptimo y último encuentro del clásico ese año.
Ante 41,590 aficionados, los Tigres de Detroit anotaron cinco carreras en la primera entrada y terminaron derrotando 9-3 a los Cachorros para quedarse con la corona.
Carlos Santana jugaría LF: El manager Francona dijo el jueves que podría usar al dominicano Carlos Santana en el jardín izquierdo, ahora que la Serie Mundial pasó a un parque de la Liga Nacional y se pierde el bateador designado.
Santana y el norteamericano Mike Napoli se alternan entre la primera base y el puesto de bateador designado. La pareja lideró a los Indios con 34 jonrones en la temporada regular.
"Es algo que estamos pensando y que no hay razón para descartar", dijo Francona.
Santana, originalmente un receptor, fue convertido en primera base hace dos años. En algún momento estuvo practicando en la tercera base y durante los entrenamientos de este año, atrapó elevados en los jardines, aunque solamente ha jugado allí una vez en su carrera.
Schwarber no será LF: Los Cachorros informaron el jueves que Kyle Schwarber no tiene autorización de los médicos para jugar defensa en los jardines en esta etapa de su rehabilitación de una operación en la rodilla izquierda.
Schwarber, quien se perdió la temporada regular, debutó en los playoffs durante los dos primeros juegos de la Serie Mundial, fungiendo como bateador designado en Progressive Field. Schwarber bateó de 7-3 con un doble y dos carreras impulsadas en esos juegos.
"Tuvimos una larga conversación telefónica con el doctor de los Cachorros, Stephen Gryzlo, y el doctor Daniel Cooper, quien operó a Kyle hace seis meses y, desafortunadamente, los médicos no dieron el visto bueno para que juegue en los jardines", dijo Theo Epstein, presidente de operaciones de béisbol de los Cachorros.
Asistencia: Al segundo partido de la Serie Mundial asistieron 38,172, otro lleno en Progressive Field de Cleveland. En total, al parque de los Indios entraron 76,265, seis mil personas por encima de la capacidad oficial de la instalación. El Wrigley Field tiene una capacidad oficial de 41,168 asientos, pero a los tres juegos de la Serie de Campeonato acudieron un promedio superior a 42 mil.