Te decimos por qué Checo Pérez y Max Verstappen sufrieron en Singapur con la peor versión en toda la temporada de F1 del auto Red Bull
El día en que Red Bull mostraría una debilidad llegó y aunque no es sencillo de explicar hay algunas teorías al respecto. El hecho es que luego de 15 Grandes Premios de Fórmula 1 consecutivos, por fin ganó un auto diferente a los producidos en Milton Keynes, el Ferrari de Carlos Sainz y ni Max Verstappen ni Sergio Pérez pudieron subir al podio en Singapur.
¿Cómo puede un auto que dominó en carrera toda la temporada caer tanto, al grado de que ninguno de sus coches se metiera en la Q3?
Auto complejo
Empecemos por decir que no es un secreto que el RB19, diseñado por Adrian Newey es un monoplaza rapidísimo, el más, pero también es complicado de manejar y poner a punto.
El coche de Red Bull en 2023 puede ser invencible en la pista si logras adaptarte a un eje trasero muy suelto, un delantero con mucho agarre, condiciones muy apropiadas para un piloto como Max Verstappen, agresivo con los lavaderos, de manos muy rápidas y muy físico. Eso, se le dificultaba a Checo Pérez, pero en Singapur esto fue llevado al extremo que ni el neerlandés podía con el auto.
RACE REPORT: Carlos Sainz holds off the chasing pack to seal a second career win at a dramatic race in Singapore#F1 #SingaporeGP https://t.co/eKgdhnBP9H
— Formula 1 (@F1) September 17, 2023
Piso y ala trasera del auto
En el nuevo trazado de Singapur, con nuevo asfalto, cuatro curvas menos, pero sobre todo una superficie con ondulaciones, el 'Talón de Aquiles' de Red Bull quedó al descubierto.
Como pasó en Spa Francorchamps, la altura del tablón piso del auto se convirtió en un problema. Usualmente, Red Bull es el equipo que puede llevar al límite la altura mínima permitida en el coche, que es de 15 milímetros en las orillas y 10 milímetros en el centro.
En Bélgica, la subida en la curva Eau Rouge hacía golpear el piso demasiado, algo que a la larga podía redundar en fallar la inspección técnica de altura, por ello Checo Pérez y Max Verstappen no podían pasar a fondo por ahí y sus ingenieros les rogaban tener cuidado.
En Singapur, los baches son más y la altura del auto tuvo que subir, pero el balance del auto se fue por el desagüe.
¿Por qué no afecta tanto a los demás equipos? Porque ellos no han logrado hacer un auto que pueda ir tan abajo como el Red Bull, y ahí es donde está mucha de la fortaleza y balance del RB19.
En Singapur, fue un coche impredecible sin carga aerodinámica suficiente en las curvas lentas, con un eje trasero suelto, sin balance lateral ni en las frenadas. Sus actualizaciones eran un borde del piso nuevo y un ala trasera diferente y resultaron unas bombas. El sábado trataron de corregir al volver al piso anterior y con soluciones radicales en la suspensión, particularmente suave, que parecieron ira en la dirección correcta, pero al tratar de dar dos pasos más, solamente empeoraron las cosas.
La ventana de puesta a punto de estos autos es muy pequeña, por lo que los cambios drásticos a veces hacen el problema más grande.
Era claro que Singapur no iba a ser una pista favorable para Red Bull, pero no entrar a la Q3 en el mismo lugar donde ganó Checo Pérez en 2023, ha hecho que algunos sean más suspicaces y atribuyan el retroceso de los Toros Rojos a la aplicación de las nuevas directrices técnicas de la FIA TD 18 y TD39 que hablan de limitar el grado de flexibilidad del piso y los alerones.
Según el director técnico de la FIA, Tim Goss esos cambios no estaban dirigidos a ningún equipo en particular, sino a clarificar las reglas, ya que algunos ingenieros encontraban espacios en las reglas sobre los que podían encontrar algunas ventajas.
En la transmisión de televisión de Sky Sports, Simon Lazenby, Karoun Chaundok y Danica Patrick comentaron esta teoría, apoyados por el apunte técnico de la que fuera estratega de Aston Martin, Bernie Collins.
Conclusión
Singapur por sus características únicas fue un galimatías que Red Bull creyó que podría resolver, pero cada borrón en el tablero tenía un efecto dominó sobre lo que seguía en juego.
El auto perfecto de Adrian Newey fue sumergido en las aguas de la invencibilidad, pero al tomarlo por el talón le quedó una pequeña debilidad que quedó al descubierto en Singapur,
De ser cierta la teoría de la flexibilidad perdida, el RB19 sería otra vez muy débil en Suzuka, dentro de una semana, pero eso es muy improbable, yaque es una pista muy diferente a Singapur y seguramente ahí Red Bull volverá como Sansón cuando le volvió a crecer la cabellera.