Japón parece tener atributos de sanación para Max Verstappen. Cuestiones del destino o será que el diablo mete la cola, pero el neerlandés suele llegar a Suzuka con el alma mancillada. En 2022, el piloto de Red Bull llegó a la cita nipona después de trastabillar en Singapur con un séptimo puesto que cortaba una seguidilla de seis éxitos. En la pista de la prefectura de Mie enderezó el rumbo, tanto, que venció y selló su segundo título. Un año después, otra vez el urbano singapurense le jugó una mala pasada con el quinto puesto que frenó los diez éxitos que llevaba hilvanados (record). Pero… Llegó Japón y logró encauzar su camino con la victoria. Y… Sí, en 2024 también espera sanar la herida que le dejó Australia.
Verstappen llegó a Suzuka, cita reubicada en los albores del calendario (se corría en septiembre u octubre), tras el repentino, tempranero y sorpresivo abandono de Albert Park. La explosión del freno trasero derecho (se quedó atascado desde la partida) fue una imagen rara en el casi infalible Red Bull, que duró apenas tres giros en Oceanía. "La última carrera en Melbourne fue desafortunada y son cosas que pasan, pero conseguimos nueve victorias consecutivas, lo que es una hazaña impresionante, así que esperamos volver aún más fuertes este fin de semana”, dijo el tricampeón en la previa a la cuarta cita de la 75ª temporada de F1.
Y, al menos en el arranque del fin de semana, Japón sanó otra vez las heridas de Max. En este caso es grande, porque Australia marcó el fin de una seguidilla de 43 competencias consecutivas finalizadas y en los puntos. Por eso, el inicio de Suzuka tranquilizó a Verstappen al dominar los entrenamientos, complicados por la lluvia.
El piloto de equipo de las bebidas energizantes fue el más rápido en la primera tanda, interrumpida durante diez minutos por el fuerte accidente de Logan Sargeant (destruyó el chasis reparado tras el choque de Alex Albon en Australia). No bien Verstappen calzó los neumáticos blandos, se ubicó bien arriba. Y si faltaba algo para que Red Bull asomara la cabeza tras el Waterloo australiano (no pisó el podio), Checo Pérez fue segundo.
Y eso fue todo. Porque la lluvia, amenazante desde temprano, finalmente comenzó a caer en el momento que debía comenzar el segundo entrenamiento. Y casi nadie salió. Fue una hora de exhibición de los clásicos atuendos variopintos de los fanáticos japoneses.
Verstappen comenzó a sanar una vez más en Japón. “Suzuka es siempre un gran circuito para correr. Como equipo, hemos tenido muchos recuerdos especiales aquí a lo largo de los años, incluida la victoria del año pasado en el campeonato de Constructores, así como mi segundo de pilotos”, contó el campeón.
Si bien los resultados, en definitiva, hay que tomarlos con pinzas porque apenas fue una tanda de 50 minutos (descontando la segunda por lluvia y los diez que estuvo parada la primera por Sargeant), se pude marcar que Carlos Sainz sigue siendo la referencia de Ferrari. El español quedó tercero, a 213 milésimas de Verstappen y le sacó 289 a su compañero Charles Leclerc, sexto detrás de la dupla de Mercedes (George Russell, cuarto; y Lewis Hamilton, quinto).
Para este sábado, cuando se dispute la tercera tanda y la clasificación, la chance de lluvia continúa. Pero allí nadie podrá guardar nada. Deberán buscar el mejor lugar de partida, como Verstappen, quien irá por la pole y seguir con esos atributos sanadores que tiene Japón.