El neerlandés sacó adelante un fin de semana que venía complicado con su Red Bull y selló su sexto éxito del año para estirar la ventaja al frente del Mundial. Lando Norris y George Russell completaron el podio.
Después de ganar en cinco de las seis primeras carreras de la temporada, Max Verstappen y Red Bull entraron en un bajón. El otrora imbatible RB20 se convirtió repentinamente en terrenal. Fueron cuatro citas de cierto bajón, que se combinó con el fuerte resurgir de McLaren, sostenido en el tiempo, y fugaces apariciones de Ferrari y Mercedes. El tricampeón no se puso colorado al marcar las falencias de su auto del team de las bebidas energizantes. “Hay que rediseñar cosas, hay que idear cosas diferentes en el coche y eso es trabajo en progreso”, dijo. Y después de la clasificación del GP de Canadá, novena cita del ejercicio 2024 de F1, analizó: “Todo el fin de semana ha vuelto a ser un poco complicado. Hemos vuelto a tener demasiados pequeños problemas. Creo que vigilamos todo de cerca como siempre hacemos, pero a veces tienes un período en el año en el que las cosas no van bien durante un tiempo. En este momento las cosas no van tan bien”.
El semipermanente de Montreal arrancó muy complicado para Verstappen y Red Bull. Problemas en el motor eléctrico el viernes y complicaciones con las suspensiones, tanto en ensayos como en clasificación. Los trazados bacheados con bordillos altos, que para lograr una buena vuelta hay que atacarlos y saltar con los chasis, se transformaron en el talón de Aquiles del RB20. Venían de sufrirlo en Mónaco, especialmente con el asfalto ondulado, y otra vez pasó en el semipermanente canadiense. Ese detalle es el que, para Max, hay que rediseñar. Tal vez, la mayor muestra del andar complicado del team austríaco sea Checo Pérez. Tanto en el principado como en Canadá, el mexicano no logró pasar de Q1 y terminó sin puntos (en Mónaco, tras el choque con Magnussen, y en Montreal, tras perder el auto solo y golpearse). De hecho, el mismo tricampeón puso de ejemplo al tapatío para poner de manifiesto el presente del RB20: “Se puede ver en la Q1 con Checo, de alguna manera es muy difícil que nuestro coche se sienta cómodo”.
Sin embargo, ¿quién fue el piloto que más puntos anotó en las últimas cuatro carreras? Verstappen. Es cierto que Red Bull ya no es el imbatible equipo de antes, pero el talento de Max puede paliar los problemas. El neerlandés sumó 84 puntos en las últimas cuatro carreras, contra los 73 de Lando Norris y 62 de Charles Leclerc. ¿Y Checo? 22…
La diferencia es Verstappen y su talento. Y lo mostró en Canadá, con un triunfo sensacional. Porque después de dos días con problemas en el motor eléctrico, una falla en la caja, inconvenientes con la suspensión, así y todo, le sacó jugo al RB20 para largar en primera fila, tras igualar el tiempo de pole que realizó George Russell. Y en una carrera absolutamente cambiante por el clima, Verstappen capeó la situación, superó un momento de despiste en el asfalto sin grip, aprovechó la suerte del auto de seguridad y selló su sexto éxito del año y el 60º en su carrera para estirar la ventaja al frente del Mundial.
Claro, tampoco los rivales se plantan fuertemente, salvo McLaren. El único que se mantuvo firme en el momento de bajón de Red Bull, con presencia en todos los podios en las últimas cinco fechas. Y Norris podría haber ganado en Montreal, pero el ingreso del auto de seguridad lo complicó. Sí, así como lo benefició en Miami, donde logró su primer, y hasta el momento único triunfo en F1, en Canadá lo complicó. Porque lideraba, pero no pudo ir a boxes y debió realizar un giro entero detrás del coche insignia, mientras Verstappen sí pudo ir por caucho nuevo. Eso fue clave. Y una vez adelante, Max logró manejar la diferencia en una carrera emotiva. Ayudó el cambio de condición de pista, de mojada a seca y otra vez mojada y nuevamente seca. Sí, porque la lluvia fue intermitente y brindó un condimento especial. La Fórmula 1 logró resarcirse pronto del bodrio que fue Mónaco.
McLaren y Norris presentan batalla en cada carrera. Y también lo hace Oscar Piastri, el otro piloto de la casa de Woking. ¿El resto? Apariciones. Ferrari, que venía de ganar en Mónaco con Charles Leclerc y completar el podio con el tercer puesto de Carlos Sainz, en Canadá vivió una debacle que debería sonrojar a los popes de la Scuderia. Los dos SF-24 se quedaron afuera en la Q2, el monegasco abandonó después de avisar por radio que tenía problemas de motor y de que su equipo apostara por una estrategia insólita: le calzaron neumáticos lisos cuando todos los radares anunciaban lluvia. Claro, Charles debió parar otra vez y su imagen final en carrera fue haciéndose a un lado para que pasaron los punteros. Un papelón después de un éxito. Y su compañero español hizo un trompo solito, ya descontrolado le pegó a Alex Albon y su imagen de cierre fue dando vueltas en el pasto sin poder salir.
Con Ferrari out, en Canadá apareció Mercedes. Russell sintió que se perdió una chance al haber largado desde la pole y apenas haber completado el podio. Lewis Hamilton también se mostró fuerte y fue cuarto. ¿Habrá sido una tormenta de verano lo de las Flechas? La trilogía de carreras en fila que se vienen (España, Austria y Gran Bretaña) brindarán la respuesta.
“Fue una carrera loca, difícil. Pasaron muchas cosas y había que estar atento a los llamados de boxes. Paramos en el momento justo y pude manejar la diferencia. Fue una carrera muy divertida”, dijo Verstappen después de volver a ganar. Si los rivales quieren poner en aprieto al neerlandés y a Red Bull, deberán hacer mucho más. Porque ni siquiera lograron hacerlo en el momento de peor rendimiento del RB20. Y, está claro, no durará mucho.