El piloto argentino completó sin problema los entrenamientos de la 20ª fecha del Mundial, que tuvo como puntos salientes los accidentes de Alex Albon y George Russell, los problemas de motor de Max Verstappen y una tanda que no sumó mucho.
Extraño, por momentos tedioso, cortado y con dos grandes sustos. En una sola frase se puede sintetizar el primer día de actividad del GP de la Ciudad de México, 20ª fecha de Fórmula 1 y la quinta carrera de Franco Colapinto en el Mundial. De acción hubo poco, al menos que pudiera entretener al público. Porque los resultados no sirvieron para nada. Como resumen de la jornada quedaron los grandes problemas en los que quedaron envueltos Williams, Mercedes-Benz y Red Bull.
El piloto argentino no tuvo grandes problemas en las dos tandas. Fue 11º en la primera sesión y 15º en la segunda y debió cargar con la responsabilidad de ser la única referencia para que Williams tomara datos en el inicio mexicano. Es que el equipo de Grove fue uno de los tres que tuvo problemas, pero se vivieron del otro lado del box, con Alex Albon. El tailandés apenas giró media hora en el primer entrenamiento, hasta que embistió a la Ferrari de Ollie Bearman (reemplazó a Charles Leclerc para cumplir el reglamento de novatos) y terminó destruyendo su FW46 contras las barreras. El golpe fue tan fuerte, que Albon no solo ser perdió los 30 minutos restantes, también se quedó afuera de los 90 de la segunda.
El gran tedio se dio en esos interminable y aburridísimos 90 minutos. La tanda completa fue utilizada por Pirelli para probar en pista los neumáticos experimentales con miras a 2025. Entonces, nadie sabe si se trató de un compuesto más blando o más duro que los que se utilizan actualmente. Fue una hora y media de datos que solo logró tener Pirelli. Para las escuderías sirvió para ensayar con diferentes cargas de combustible y para ver el comportamiento aerodinámico de los autos. Nada más. El resto, aburrimiento. Solo los titulares que no giraron en la primera tanda por habérselo cedido a los novatos, pudieron dar un par de giros con cubiertas medias (ni duras, ni blandas).
El tailandés de Williams se encontró a Oli Bearman muy lento por la cuerda en la curva 10 y lo embistió, destruyendo el FW46.
Colapinto sufrió un par de despistes menores en cada tanda, cerró su trabajo sin grandes problemas y cuando quedaban todavía cinco minutos para el final de la segunda tanda de entrenamientos, se bajó de su Williams y quedó todo listo para mañana.
Williams no fue el único equipo con problemas en un día extraño de F1. Mercedes-Benz sufrió el fortísimo golpe de George Russell. El ex-Williams, después de ser el más veloz en la tanda inicial, a los 13 minutos de iniciada la segunda terminó contra el muro en la novena curva, tras pisar el piano y sufrir tres rebotes del fondo de su W15 contra el asfalto. Totalmente descargado por los brincos, entró en trompo y terminó en golpe. El inglés fue llevado al hospital de circuito después de que se lo viera renqueante.
Para Williams y Mercedes, un dolor de cabeza. Aunque, de última y más allá del costo que debieron enfrentar para las reparaciones, de último no se perdieron tandas que fueran muy importantes. Pero no fueron los únicos con inconvenientes, también sufrió Red Bull y nada menos que con Max Verstappen. El neerlandés comenzó a sentir un ruido raro en el motor Honda durante el primer entrenamiento. Para el segundo, el equipo austríaco pensaba haberlo solucionado con un retoque en el turbo, sin embargo, los inconvenientes siguieron y el tricampeón se fue a boxes, guardó su RB20 y los mecánicos comenzaron las tareas de desarmado para un arreglo profundo.
El inglés perdió el control de su Mercedes tras pisar un piano y terminó contra las barreras en el segundo ensayo.
Día raro, con una primera tanda que era la que más valía porque se utilizaron los neumáticos actuales, hubo cinco novatos que mezclaron la baraja y el golpe de Albon obligó a un largo período de bandera roja. En el segundo, nada para destacar en lo deportivo. Un día raro en México. Este sábado, en el tercer entrenamiento, deberán poner toda la carne al asador. Ni siquiera hubo simulacro de clasificación en este raro viernes mexicano.