<
>

Franco Colapinto con destino Brasil y listo para desatar una locura de argentinos

play
Carlos Sainz aplastó en México y Franco Colapinto fue 12º (11:10)

El español logró lo que deseaba: un éxito más antes de irse de Ferrari. Lando Norris fue segundo y acortó la brecha con Max Verstappen, quien fue sexto tras doble sanción. El argentino no llegó a los puntos. (11:10)

La próxima cita de la Fórmula 1 será la más cercana de su país para el piloto de Williams. Se espera una multitud acompañando al joven piloto, mientras suenan rumores de su futuro.

SAN PABLO (ENVIADO ESPECIAL) La Colapintomanía tendrá un fuerte epicentro el próximo fin de semana: Brasil. La Fórmula 1 desembarcará en Sudamérica con un argentino en la parrilla por primera vez en 23 años, desde que Gastón Mazzacane corriera el GP de Brasil de 2001 con un Prost Acer. El furor que causó el inesperado, por los tiempos, y sorprendente, por los resultados, Franco Colapinto es total. Por eso, se esperan miles de argentinos en las tribunas de Interlagos durante el GP de San Pablo, fecha 21 de la temporada 2024. Por eso no extrañó que el martes a la mañana se vieran camisetas y gorras de Williams caminando por el Aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires. Sí, tres días antes del arranque de la actividad. Y es tiene un porqué: este miércoles habrá un paro nacional de transporte, que incluye el tráfico aéreo, y las aerolíneas no dieron abasto para reprogramar los vuelos. Muchos tuvieron suerte y debieron anticipar el viaje. Otros llegarán sobre la hora. Para algunos, con entrada en mano, les ofrecían la posibilidad de viajar recién el lunes después de la carrera.

La primera avanzada de hinchas de Colapinto se encontraron este martes con un día fresco en San Pablo, algo raro, por cierto. Nublado y hasta con una fina garúa cuando cayó la noche. Tal vez el augurio de un pronóstico que anuncia lluvia para sábado (día de sprint y clasificación) y el domingo, el día con más cantidad de agua según se estima.

En San Pablo todo es grande. Los espacios, los edificios, las avenidas, los puentes, el tráfico… Esto último, un dolor de cabeza. Después de dos horas de vuelo hay que prepararse para una hora y monedas de viaje en taxi, que puede convertirse en una odisea si el chofer cree tener reminiscencias de Ayrton Senna y, que, para colmo, dio muestras de haber dormido mal, como ocurrió con un grupo de enviados. Tal vez ahí está la respuesta de los dos cabezazos al estilo Cabezón Ruggeri que metió en el viaje y que casi termina con su Chevrolet contra la pared en una autopista.

En el camino, no hay clima de Fórmula 1. Sin cartelería anunciando la competencia, ni imágenes que den una señal. Claro, San Pablo es tan grande que hay que gente vive acá que probablemente nunca pisó el autódromo ni la zona en la que se encuentra. Un dato: tampoco se ven camisetas de fútbol en la gente, en un país futbolero. En la Argentina es usual cruzarse gente ataviada con sus colores amados. Por San Pablo, nada. Ni de Corinthinas, ni de Palmeiras ni de San Pablo. Nada. Todos en su mundo.

De F1, nada. Tan nada, al menos por ahora, que ni siquiera están los pilotos y los integrantes de los equipos. El calor más fuerte será el jueves, cuando arranque la atención a la prensa y los eventos. Aunque hay un dato no menor: los brasileños son hinchas de los brasileños. Nada más. Y justamente no hay locales en la parrilla. Será la quinta edición en fila de la competencia paulista, llamada GP de San Pablo desde 2021, sin un representante de Brasil. Felipe Massa, en 2017, fue el último. Y un dato más: será la primera vez que la F1 corre en tierras brasileñas con un argentino como único sudamericano en pista.

Los hinchas de Colapinto prometen banderazo para el sábado y mucho color y calor en las tribunas. Tal vez ese sea uno de los puntos que más le interesa a la F1 como negocio: un piloto extrovertido que genera interacciones nunca antes vistas. Tal vez por eso es que no son pocos los que espera ver a Franco en la parrilla en 2025. Hay mil rumores. El más fuerte de las últimas horas apunta a que Red Bull rescindirá el contrato de Checo Pérez (algo esperable por su flojo andar) y pagaría una cláusula (¿20 millones de dólares?) a Williams para sentarlo en un Racing Bulls en 2025. Seguramente, con el pasar de los días ese ruido fuerte que suena desde Europa llegue aquí a San Pablo con un poco más de claridad. Pero, por ahora, sacando la avanzada argentina que viajó de apuro, el clima es muy tranquilo. En pocos días más, la Colapintomanía le dará efervescencia.

ENVIADO ESPECIAL