El alemán de 37 años debió esperar 239 Grandes Premios para poder llevarse un trofeo del Mundial. En un carrerón, largó 19º y finalizó tercero.
La foto del podio del GP de Gran Bretaña 2025 reunió a Lando Norris, Oscar Piastri y Nico Hülkenberg. ¿Cómo? Stop. ¿Quién? Sí, Nico Hülkenberg. Finalmente, un día llegó el primer podio en Fórmula 1 para el alemán, por el cual debió esperar ¡239 carreras! Con 37 años logró participar de la entrega de premios en una carrera de la máxima categoría del automovilismo. Como dato, cuando Nico debutó allá en el lejano GP de Baréin de 2010, Piastri tenía 9 añitos y Norris, 10.
Hülkenberg, un piloto muy apreciado por sus colegas en el paddock, corrió todo el 2010 con Williams. En 2011 ocupó el lugar de reserva de Force India, escudería en la que fue titular desde 2012 hasta 2016. En 2015 se dio el gusto de ganar las 24 Horas de Le Mans compartiendo un Porsche con Earl Bamber y Nick Tandy. Tras su paso por el equipo indio, se mudó a Renault (2017, 2018 y 2019). Al finalizar su contrato con el Rombo, se quedó sin butaca. Sin embargo, la pandemia de Covid-19 le dio la chance de correr dos carreras en Racing Point (reemplazando Checo Pérez y Lance Stroll, los titulares que se habían contagiado). En 2022, el coronavirus le dio más chances: reemplazó a Sebastian Vettel en Baréin y Arabia Saudita. En 2023 volvió a tiempo completo en Haas y para este año fue reclutado como mascarón de proa para el desembarco oficial de Audi, que llegará en 2026, corriendo en la última temporada bajo el nombre de Sauber.
El equipo de Hinwil fue cómodamente último en el Mundial 2024, con apenas cuatro puntos. Todo parecía indicar que en esta temporada la historia se repetiría, porque la mirada está puesta en la llegada de la marca de Ingolstadt. Sin embargo, y para sorpresa de muchos, Sauber decidió trabajar mucho en las actualizaciones del C45, que llegaron en Barcelona. Desde ahí, el auto pegó un salto enorme y la escudería llegó a Silverstone con 20 puntos sumados en tres carreras (España, Canadá y Austria). Lo mejor estaba reservado para Gran Bretaña.
Después de una complicada clasificación, todo parecía cuesta arriba. Gabriel Bortoleto (anotó por primera vez en Spielberg) y Nico Hülkenberg se habían quedado afuera en Q1. El brasileño duró poco: en la tercera vuelta cometió un error, perdió el control en la mojada pista y abandonó. El alemán siguió adelante.
Con sus 37 añitos en el bolso, pura experiencia, Nico Hülkenberg no se equivocó jamás. Ni un despiste, nada. El equipo, con la batuta de Mattia Binotto (ex-Ferrari) y Jonathan Wheatley (con pasado en Red Bull), la escudería administró notablemente la carrera. En los giros finales, Nico marchaba tercero, pero se venía nada menos que Lewis Hamilton, el piloto más angelado que hay en Silverstone. Pero soportó todo y consiguió su primer podio.
“Tardó mucho en llegar. Siempre supe que lo tenemos dentro, yo lo tengo dentro de mí. Menuda carrera, viniendo desde prácticamente el último puesto, repitiendo lo del fin de semana pasado; es bastante surrealista, la verdad. No estoy seguro de cómo sucedió todo, pero obviamente las condiciones fueron locas, condiciones mixtas. Fue una lucha por la supervivencia durante gran parte de la carrera. Creo que estuvimos en el punto justo: las decisiones correctas, los neumáticos adecuados, el momento oportuno, no cometimos errores y sí, fue increíble. Estoy súper feliz”, dijo Hülkenberg.
Después del podio y la conferencia de prensa, la fiesta se desató en el paddock de Sauber. Con una particularidad: no tenían preparado champán para festejar. Es que, si bien el equipo venía por una buena senda, nadie imaginó que la tarde se cerraría con una celebración. Menos mal que desde Mercedes llegó la donación de bebidas espumantes y ahí sí, fiesta total.
El de McLaren festejó en su casa, mientras que su compañero Oscar Piastri fue segundo y Nico Hülkenberg dio la sorpresa logrando el primer podio de su carrera. Franco Colapinto no pudo largar por un problema mecánico de su Alpine.