La lluvia mezcló todo, Oscar Piastri fue penalizado y el inglés logró la victoria de local con su McLaren. El australiano fue segundo y Nico Hülkenberg completó el podio.
Que llueva en Gran Bretaña no puede sorprender a nadie. De media, los ingleses tienen 130 días con paraguas por las calles, es decir, uno de cada tres. Entonces, no era ilógico que el pronóstico anunciara chubascos para el momento de la 12ª fecha de F1 en Silverstone. Y, claro, cuando en la Fórmula 1 la pista se moja, la parrilla entra en estado de locura. Vaya si se mezcló todo en la competencia que finalmente se cerró con el triunfo de Lando Norris y su McLaren para dejar el campeonato en estado de ebullición.
Pasó de todo. Ya de entrada complicó la lluvia, porque al momento de partir, ya no caía agua y ¡había sol! Entonces, locura, ¿con qué se larga? La grilla terminó con varias ausencias por los pilotos que eligieron ir a boxes a buscar neumáticos para piso seco, cuando el pronóstico avisaba que la lluvia extrema llegaría pronto. En ese revoleo quedó Franco Colapinto, quien tenía que partir desde pits por haber cambiado la unidad de potencia de su Alpine, pero nunca se puso en marcha…
Desde ahí, estrategias acertadas, equivocadas, errores, despistes, choques, sanciones… Uff, de todo un poco. Los soldados se caían, los pilotos se quejaban por radio. Rápidamente quedó en evidencia que Max Verstappen había agotado toda su magia en la clasificación. La pole maravillosa que consiguió el sábado, con su Red Bull totalmente descargado, al nivel que solo él lo puede manejar, se esfumó rápidamente. La armada de McLaren era incontenible para tan poco RB21. Mucho piloto (muchísimo) para un coche que ya no es el que dominaba. Eso sí, la magia la gastó de verdad toda en la qualy, porque en carrera terminó con un trompo en la vuelta 21, en pleno relanzamiento, que no entra en los parámetros normales de Max.
Con Lewis Hamilton, Charles Leclerc y George Russell, solo por dar nombres de pilotos de calibre, visitando el pasto. Con Isack Hadjar llevándose puesto a Kimi Antonelli bajo el diluvio y destruyendo su Racing Bulls, con Gabriel Bortoleto con un error de novato en la lluvia rompiendo su Sauber, con Liam Lawson y una maniobra ilógica con Esteban Ocon, con los compañeros de Haas (Ocon y Oliver Bearman) tocándose y entrenado en una danza de trompos a la par… Sí, todo eso pasó en el GP de Gran Bretaña de 2025. Y hubo más, pero es hora de llegar a la punta de la carrera, a la victoria de Lando Norris.
Norris había estado detrás de su compañero Oscar Piastri desde la clasificación. El australiano picó segundo y el inglés, tercero. Y una vez que los poderosos McLaren quedaron en punta, parecía que sería un mano a mano, pero la definición llegó desde los comisarios. El momento de mayor diluvio llevó a dirección de carrera a sacar a pista el auto de seguridad por la falta de visibilidad (se supone). Cuando el mayor aguacero aflojó, el coche insignia había apagado las luces indicando que se iba. Una vez que ocurre esto, el que maneja la velocidad del pelotón es el líder de la carrera, hasta llegar a la línea de safety car. El líder era Piastri. Pero el australiano tomó la decisión de frenar bruscamente, tanto que Verstappen debió esquivarlo y lo superó. La FIA tomó nota y determinó sancionarlo con diez segundos, que cumplió en su última parada en boxes.
Tan alocada fue la carrera, que la primera victoria de Norris en su casa se dio en el escritorio. Porque luego de que Piastri purgara la pena, el escolta del Mundial se quedó con la punta del Gran Premio y el éxito. En medio del caos, apareció Lando, para la emoción de su mamá, quien no podía contener las lágrimas al momento de saludarlo. El británico se había equivocado en la clasificación (una más y van…), pero en la carrera aprovechó todo lo que le vino y mostró un manejo firme en las adversas condiciones de la pista.
“Es precioso. Todo lo que soñé, supongo. Todo lo que siempre quise lograr. Aparte de un campeonato, creo que esto es lo mejor que puedo conseguir en cuanto a sensaciones, logros, orgullo, todo", dijo Norris antes de subir al podio a recibir ese trofeo por el cual había dicho el viernes que entregaba todas sus victorias obtenidas hasta acá, solo para vivir el momento de vencer en casa. El triunfo, el segundo en fila, el cuarto de la temporada y el octavo de su campaña, le sirvió para quedar a ocho puntos de Piastri en la pelea por el título, en una batalla que los tendrá, sin mediar nada raro, como exclusivos protagonistas. Verstappen, tras su trompo, escaló hasta un quinto puesto con sabor a poco y que lo dejó a 69 puntos del líder. Una diferencia muy grande. McLaren seguirá sumando capítulos de la pelea interna y todavía queda exactamente medio Mundial. El ecuador se cruzó en una loca carrera en Silverstone.
