El australiano fue el mejor del primer día de la penúltima fecha de F1 y partirá en punta en la carrera corta. Lando Norris falló y quedó tercero. Max Verstappen, lejos desde el sexto puesto.
“Es bueno estar de vuelta”, le dice Oscar Piastri a su ingeniero de pista no bien le informan que tenía la pole position para el sprint de Qatar, 23ª y penúltima fecha de la 76ª temporada de F1. El australiano había llegado a gozar de una ventaja de 34 puntos sobre su compañero Lando Norris después del GP de Países Bajos. Desde ahí, el de Melbourne entró en un profundo bajón y desde entonces apenas sumó 57 puntos, con un solo podio (Monza). Es cierto que de Las Vegas se fue en cero por la exclusión técnica, pero su andar firme y su granítica mentalidad se había desmoronado.
Desde McLaren debieron dar explicaciones públicas para tratar de limpiarse de culpas por el bajón. Hasta Bernie Ecclestone, exmandamás de la F1, había declarado públicamente que en McLaren habían elegido a Norris. Andrea Stella, director del equipo de Woking, dijo que el problema se dio por los problemas que enfrenta Piastri en pista con poco grip, que eso le provocó su caída de rendimiento. Tanto terreno perdió, que al llegar a Lusail hubo una reunión en las huestes de McLaren para aclarar el panorama. Es que después de Las Vegas, Norris se fue con 24 puntos de luz sobre Piastri y el gran cuco, Max Verstappen. En el mitin, según confirmó el australiano, se habló de la chance de encolumnarse todos detrás de la consagración del inglés. Oscar se negó, McLaren lo aceptó y la pelea quedó por dirimirse en pista.
Claro, Piastri tenía la obligación de mostrarse rápido de entrada. Un mal viernes en Qatar, sumado a un posible buen puesto de Verstappen, podía torcer rápidamente la decisión de dar libertad. Y el de Melbourne fue implacable: dominó el entrenamiento y la clasificación para el sprint, sin cometer ningún error. Así, con el pecho inflado y su sueño de campeón intacto, largará en punta la carrera corta del sábado. No es el momento más importante, no hay dudas, porque apenas habrá ocho unidades en juego, pero si llegaba a quedar detrás de Lando en la clasificación de la carrera corta, su chance habría quedado definitivamente archivada.
Piastri tuvo colaboración externa. Porque Norris, en un momento clave y caliente, falló. Una vez más. Las flaquezas de Lando siempre aparecieron en esos momentos de definición. Parecían haber quedado en el olvido después de sus sensacionales pasos por México y San Pablo. Pero volvieron en la largada de Las Vegas, cuando desde la pole se preocupó tanto por Verstappen que se despistó en la primera curva. Y en la clasificación para el sprint de Qatar, se fue afuera en la última variante y así perdió la chance, no solo de pole, también de ocupar un lugar en primera fila. El británico fue tercero, detrás de George Russell, un posible árbitro en la pelea por la corona en un gran momento de Mercedes.
¿Y Max? Es humano. Sí, se equivocó. Más allá de las quejas por manejar un encabritado Red Bull, se despistó en su primer intento de SQ3, castigó el fondo del RB21 y en su intento final, como pudo, fue apenas sexto. Justo en un fin de semana en el que apareció Yuki Tsunoda, un aliado que Verstappen necesita con suma urgencia para tratar de extender su sueño de la quinta corona. El japonés venció por primera vez en el año al tetracampeón en una qualy y, según informaciones que surgieron en Qatar, lucha con Liam Lawson por un Racing Bulls (Isack Hadjar ascendería al equipo principal) fue quinto. No hay dudas de que el bueno de Yuki dejará pasara al neerlandés, pero la falta de rendimiento del RB21 visto en el primer día de Qatar pone en jaque la chance de terminar en épica una remontada que parecía imposible después de haber estado a 104 puntos de Piastri en Países Bajos.
La mesa del sprint tiene como menú principal a los tres que luchan por el título. Pero, alrededor, están los que quieren dar un zarpazo y lograr alguna alegría antes del final del año, como Fernando Alonso, quien se metió cuarto con el Aston Martin. Para la fiesta del sprint, la invitación no llegó a Maranello. Charles Leclerc sacó la cara con el noveno lugar, pero para encontrar a Lewis Hamilton hay que ir hasta el puesto 18. El andar del inglés es, a esta altura, muy pobre.
