Estelares de alto renombre como Joey Bosa, Aaron Jones y Mekhi Becton, entre muchos otros, abandonaron sus respectivos encuentros
No hay factura más cara por pagar para un equipo de NFL que una lesión seria, y jornadas como la Semana 11 nos recuerdan que el fútbol americano profesional es, en este sentido, un deporte bien caro.
Durante la actividad dominical, varios jugadores de gran cartel salieron lesionados de sus respectivos compromisos. Siempre hay lesiones en la NFL, pero cuando se junta un número tan alto en el mismo día, resulta extraordinariamente perjudicial para todos.
El mítico Lambeau Field vio a dos de esos grandes nombres abandonar el juego con gran enorme emotividad en sus rostros. El corredor Aaron Jones de los Green Bay Packers y el ala defensiva Joey Bosa de Los Angeles Chargers salieron lastimados del emparrillado, y en ninguno de los dos casos, luce grandioso el panorama.
Jones sufrió una lesión de rodilla y rápidamente fue descartado su regreso el encuentro. Hablando con reporteros en el vestidor al final del juego, dijo que "recibió un respiro", lo que podría entenderse como que la lesión podría no ser tan seria como pareció en primera instancia, cuando el mismo corredor había supuesto que podría tratarse de un ligamento anterior cruzado, según reportó Rob Demovsky de ESPN.
Bosa, por su lado, sufrió una lesión en el pie, y de inmediato salió a las laterales donde se colapsó sobre el suelo, con lágrimas en los ojos. Típicamente, se trata de una reacción cuando un jugador sabe que se trata de algo serio. El head coach de Los Angeles, Brandon Staley, no dio información sobre su defensivo estelar al terminar el cotejo, uno donde los Chargers perdieron por lesión al linebacker Tanner Muse, también.
En el mismo encuentro, el corredor suplente de los Packers, Emmanuel Wilson, salió lastimado del hombro. No hay que olvidar que los Packers tienen poco tiempo antes de su siguiente duelo, un juego de Día de Acción de Gracias de visita a los Detroit Lions, al cual podrían llegar sin esos dos corredores.
En el partido entre Las Vegas Raiders y Miami Dolphins, el corredor De'Von Achane estaba regresando de una lesión de rodilla que le había impedido jugar desde el 8 de octubre pasado, solo para lastimarse en su primer acarreo, nuevamente de la rodilla. Achane no regresó al encuentro. Miami también recibió un enorme susto cuando Tyreek Hill se dirigió a los vestidores para ser revisado, el propio receptor abierto manifestó que se había lastimado una mano al golpear con un casco, pero que no era "nada serio", hablando con la prensa al término del juego.
En el caso de los San Francisco 49ers, las noticias no son tan alentadoras para su safety All-Pro, Talanoa Hufanga, quien sufrió lo que el mismo head coach Kyle Shanahan dijo temer era una rotura de ligamento anterior cruzado, a falta de pruebas que sirvan para confirmar la mala noticia.
En el partido entre los New York Jets y Buffalo Bills, se vivió otro momento dramático, cuando el safety Taylor Rapp de los locales debió ser retirado en ambulancia tras ser inmovilizado en camilla luego de desplomarse sobre el terreno de juego al término de una jugada. La lesión de Rapp, que fue descrita como en el cuello, es un duro golpe para una franquicia que todavía vive el recuerdo fresco de lo sucedido con Damar Hamlin. Los Bills también perdieron en la misma jugada al esquinero Taron Johnson, por una conmoción. Más tarde, se reportó que Rapp ya se encontraba en casa, por la noche, una gran señal para el safety.
En el mismo partido, los Jets vieron abandonar al tackle ofensivo Mekhi Becton, con lo que aparentemente se trata de un problema en el tobillo derecho. La lesión ocurrió cuando un jugador cayó sobre la parte trasera de su pierna, y es otro duro golpe para una línea ofensiva neoyorquina golpeada muy duramente por lesiones a lo largo del año.
Y, en el partido entre los Seattle Seahawks y Los Angeles Rams, también hubo bajas notorias. El corredor de Seattle, Kenneth Walker III, abandonó y no volvió debido a una lesión de oblicuo, y lo mismo ocurrió con el receptor abierto de los Rams, Cooper Kupp, aunque por culpa de una lesión de tobillo. Adicionalmente, el quarterback Geno Smith también estuvo un rato fuera para los Seahawks, aunque él sí logró regresar para concluir el partido.
Todas esas lesiones ocurrieron en la misma semana en la que, en el partido de jueves por la noche que dio inicio a las hostilidades, los Cincinnati Bengals perdieron por la campaña al quarterback estelar Joe Burrow por un problema de muñeca y, aunque no se lesionó específicamente en la Semana 11, los Browns se enteraron a lo largo del fin de semana que tampoco tendrían a su quarterback titular Deshaun Watson para lo que restaba del año.
Nadie quiere ver lesiones en el terreno de juego. El espectáculo sufre, el nivel de los partidos cae, y en general, simplemente es triste no poder ver a los mejores jugadores de fútbol americano del planeta hacer lo suyo.
Todas las jornadas, hay lesiones, y son parte del juego. Desafortunadamente, hay fechas como la actual donde se acumulan lesiones a jugadores de gran cartel, situaciones que legítimamente dejan en riesgo la campaña de sus equipos. La Semana 11 ha sido, en este sentido, la más cara en lo que va de la temporada regular.