ARLINGTON, Texas -- La línea ofensiva de los Dallas Cowboys ya no es la mejor del planeta y si a eso se suma una muy frágil defensiva, la combinación resulta en una derrota por 35-30 en casa ante Los Angeles Rams.
Esa fue la receta por la que Dallas fue sorprendido por un equipo de Los Angeles que buena parte del partido lució indefenso y a punto de ser apaleado, particularmente en la primera mitad.
Sin embargo, como ha sucedido en repetidas ocasiones durante la gestión del coach Jason Garrett al frente de los Cowboys, el rival ajustó para la parte complementaria y los rebasó.
“Es un juego de 60 minutos. Hicimos muchas cosas buenas en las tres fases temprano en el partido, pero (los Rams) hicieron un mejor trabajo en la segunda mitad”, reconoció Garrett. “Nuestra inoperancia para sostener series, su habilidad para permanecer en el campo con el balón marcaron diferencia en el juego”.
Durante la primera mitad, los Cowboys hicieron lo que debían, luego del gran desempeño que tuvieron en 2016: la línea ofensiva bloqueó, tuvieron posesión del balón y montaron series consistentes de norte a sur.
Los Cowboys anotaron puntos en sus primeros cuatro ataques, pero la defensiva tuvo problemas todo el día y cuando la ofensiva perdió el ritmo por completo, todo fue cuesta arriba para Dallas.
Pese a todo, incluido un balón suelto del novato Ryan Switzer en la primera mitad y que pareció cambiar el momento del juego, los Cowboys se las ingeniaron para anotar 30 puntos.
Sin embargo, su producción fue insuficiente ante la falta de una defensiva que nunca frenó al jugador que tenían como objetivo: Todd Gurley, quien sumó 215 yardas totales para fijar una marca personal.
El quarterback Jared Goff completó los pases correctos aunque sus estadísticas sean poco impresionantes. Los Rams anotaron en nueve de sus 11 posesiones y aprovecharon, incluso, la ausencia del jugador más importante en la defensiva de Dallas, el linebacker Sean Lee, quien no pudo equiparse por una lesión muscular en la pierna derecha.
Para fortuna de los Cowboys, siete series de los Rams terminaron en gol de campo, lo que evitó que la derrota resultara más escandalosa.
“Una de las grandes lecciones que aprendemos cada semana es que el partido es corto“, señaló Garrett. “Sólo tienes nueve, 10 u 11 posesiones. Tienes que entender la importancia de cada una“.
Los Cowboys se mantuvieron en la pelea hasta su último ataque, en el que fueron evidentes también algunas inconsistencias que ya parecen regulares en Dak Prescott, como lanzar pases imprecisos a receptores descubiertos.
Si se añade que jugadores como Terrance Williams o Dez Bryant soltaron balones que pudieron resultar en puntos o primeros y 10, la derrota se comprende más, pese a las 440 yardas que generó el ataque de Dallas.
“Fuimos nosotros quienes no pudimos convertir en momento apropiados“, lamentò Prescott. “Tenemos que encontrar mejor consistencia también en nuestra ofensiva, sobre todo cuando sabemos que hay que ayudar a la defensa. Hay que ser mejores lanzando y corriendo el balón.
“Tengo que mejorar mi precisión. Es frustrante. Llegamos, estamos prendidos y nos sentimos bien. Después nos vamos al medio tiempo, regresamos y no es lo mismo. Es frutrante, pero se trata de encontrar la razón. Hay que regresar trabajar para mejorar en lo que hoy fallamos“, agregó el pasador.
Y los Cowboys deben apurarse, porque el próximo domingo reciben a uno de los favoritos en la Conferencia Nacional, los mismos Green Bay Packers que los eliminaron en la ultima Postemporada.
“Aún tenemos confianza y no vamos a perderla. Estamos 2-2 y aún queda mucho camino por delante. Viene un buen equipo la próxima semana y no hay mucho tiempo para lamentarse. Hay que mejorar y estar listos“, sentenció Prescott.
Demarcus Lawrence da la cara por Cowboys
El ala defensiva DeMarcus Lawrence fue uno de los pocos Cowboys que se salvó de la quema en la derrota ante los Rams.
Lawrence logró una captura para llegar a 7.5 en la temporada y alargar a cuatro su racha de juegos con capturas.
“¿Pero de qué sirve? No importa. (Los Rams) ganaron y perdimos“, lamentó Lawrence. “Tenemos que regresar a trabajar, ver la película (del juego), mejorar a partir de ahí y jugar con más atención a los detalles“.
Es la segunda vez que Lawrence suma cuatro partidos consecutivos con captura, como hizo en el 2015, que también fue la última vez que algún jugador de los Cowboys ligço capturas en esa cantidad de encuentros.
Lawrence, quien además provocó un balón suelto, está a media captura de igualar su marca personal de ocho, que consiguió en 2015.
Jonathan Cooper juega como guardia titular
Chaz Green tuvo molestias en la cadera la semana pasada y los Cowboys decidieron abrir con Jonathan Cooper como guardia izquierdo el partido de este domingo.
Cooper ni siquiera había sido activado en los primeros tres partidos de la campaña, luego de que fue titular en la posición durante casi toda la pretemporada.
Garrett dijo que evaluará su desempeño cuando revise la película del partido.
“Obviamente, tuvimos mucho éxito a la ofensiva la principio del juego“, dijo Garrett. “Corrimos, pasamos y mantuvimos series largas que resultaron en puntos y (Cooper) ciertamente fue parte de eso.
“Pero en la segunda mitad fuimos incapaces de sostener ese ritmo y todos fueron parte de eso, también“, recalcó.
Un balón suelto clave
El receptor novato Ryan Switzer soltó una patada de despeje cuando los Cowboys ganaban con aparente facilidad 17-6 en el segundo cuarto. Cinco jugadas después, el error costó un touchdown de los Rams.
“Una de las fortalezas de Switzer es ser regresador de patadas, es su habilidad para atrapar el balón. Nos sorprendió mucho (el balón suelto), porque sabe manejar las situaciones bien y es un regresador seguro“, lamentó Garrett.
Compañeros de Switzer, como el corredor Ezekiel Elliott, motivaron al receptor tras el yerro.
“Fui a decirle que todos cometemos errores, que debía dejarlo atrás y tratara de aprender de las experiencias“, señaló Elliott.