MÉXICO -- Hay optimismo con los Oakland Raiders para próxima temporada, esto gracias a adquisiciones de muy buenos jugadores --especialmente la de Antonio Brown-- y porque será la última campaña en el Oakland-Alameda County Coliseum.
Aficionados a los Raiders, les pregunto: ¿Qué esperan de su equipo para la temporada 2019?, ¿serán contendientes?, ¿llegarán a playoffs?, ¿serán una decepción? Hoy les comentaré lo que creo que sucederá con Oakland.
Comencemos por Jon Gruden, el entrenador en jefe de los Raiders, quien no tuvo una gran temporada en el 2018, pues terminó con récord 4-12, sin embargo, ha estado armando un equipo con miras al futuro, y así lo dejó ver con los movimientos que hizo la temporada pasada y este año, en los que trajo nombres importantes y jóvenes promesas que, sin duda, serán referentes en los siguientes años.
Si bien la bomba fue firmar a Brown, el receptor no será el salvador de Oakland, tendrá todos los reflectores encima y necesita estar cobijado por un equipo sólido y la mejor versión del mariscal de campo Derek Carr. Brown será el receptor N° 1, pero tendrá un apoyo formidable con Tyrell Williams (ex-jugador de Los Angeles Chargers, donde tuvo 84 recepciones, 1,381 yardas y nueve touchdowns entre el 2017 y 2018), J.J. Nelson --procedente de los Arizona Cardinals-- y Hunter Renfrow, quien fue seleccionado en la quinta ronda del draft y también serán un gran apoyo para el equipo. La ofensiva aérea luce potente.
Por otra parte, la ofensiva terrestre tiene mucho potencial a futuro, más por la selección de Josh Jacobs, quien en tres temporadas con Alabama sumó 1,491 yardas terrestres y 16 acarreos de touchdown. Por aire consiguió 571 yardas y cinco anotaciones. Sin duda, junto a Jalen Richards, Chris Warren y/o DeAndre Washington serán un grupo de corredores que ayudarán a esa ofensiva. Por su parte la defensiva luce más joven y talentosa, la llegada del polémico apoyador Vontaze Burfict, agregando al liniero defensivo novato Clelin Ferrell debe ayudar --y mucho-- a una de las peores unidades de la NFL la temporada pasada.
Además de esto, el equipo podría aprovechar la motivación de estar jugando por última vez en Oakland, ya que se espera que para el 2020 el estadio en Las Vegas esté listo. Sin duda, el cambio de sede va de la mano con la reestructuración del equipo, que tiene caras nuevas y novatos que deberán acoplarse para comenzar una etapa de éxitos. Quizá la “gira” de despedida sea el primer paso para que en años posteriores podamos ver a los Raiders peleando por un lugar en el Super Bowl.
Hasta aquí todo luce prometedor, pero hay un punto importante que podría mermar toda la ilusión que tienen los seguidores de este equipo: su división, la AFC Oeste. Gruden, Brown y compañía tendrán que competir contra los Kansas City Chiefs y Chargers por su pase a la postemporada.
Los Chiefs cuentan con el mariscal de campo Patrick Mahomes, actual Jugador Más Valioso de la liga, que en la temporada del 2018 lanzó para 5,097 yardas, 50 touchdowns y 12 intercepciones; además los Bolts son uno de los equipos más completos en la NFL.
Los Raiders probablemente tendrán que superar al menos a uno de estos dos equipos para acceder a los playoffs, lo cual veo complicado. Lo siento, aficionados de Oakland, pero lo que espero de su equipo para la próxima temporada es que terminen con siete u ocho victorias, cuando mucho, sin embargo, no todo es oscuro, así como las calles de Las Vegas, el futuro de los Raiders luce brillante, especialmente si los jóvenes dan ese paso esperado.
Si alguien ha demostrado saber de fútbol americano como analista es su nuevo gerente general Mike Mayock, ahora tendrá que demostrarlo desde otro ángulo.