La llegada de Mike McCarthy a Dallas significa que Dak Prescott y los Cowboys tendrán su mejor oportunidad de alcanzar un Super Bowl en años
La segunda historia más grande del receso de temporada de la liga --después de un cierto quarterback que se mudó desde Massachusetts a Florida-- fue la que no terminó de concretar en Texas.
Los Dallas Cowboys y el quarterback Dak Prescott no consiguieron llegar a un acuerdo a largo plazo después de que la organización le colocara la designación de jugador franquicia exclusivo, impidiéndole negociar con cualquier otro club.
¿Motivo de preocupación? Quizás. ¿Motivo de alarma? Ni de lejos. Dallas está comprometido con Prescott, y la franquicia lo visualiza claramente como el quarterback del presente y del futuro. Prescott está al 100 por ciento a bordo con la franquicia. El propio Jerry Jones, propietario del club, admitió que la pandemia de coronavirus limitó las interacciones que pudieron tener en términos de negociación, lo que afectó al final para que no se consiguiera un acuerdo.
Entonces, ¿de dónde viene la preocupación? El tope salarial de la NFL está directamente atado a los ingresos que percibe la liga, y debido a la pandemia, algunos pronostican que el tope para el 2021 se mantendrá igual que este año, o incluso descenderá. Al mismo tiempo, la inflación en los salarios de la NFL significa que Prescott podría exigir más de lo que hubiera estado dispuesto a aceptar este año, aunque hay que dejar en claro que el obstáculo más importante para no llegar al convenio tuvo que ver con la duración del contrato, no con el dinero.
Habiendo dicho eso, un contrato a largo plazo muy probablemente acarreé consigo un impacto al tope salarial del 2021 menor del que soportará Dallas este año por el quarterback. Solo es cuestión de ser creativos con los números, lo cual no es demasiado complicado.
¿Es Dak Prescott capaz de llevar a los Cowboys hasta el Super Bowl?
Esto es mucho más difícil, y no tiene que ver solamente con el quarterback. En términos de lo que aporta Prescott al club, es difícil querer exigir algo más en términos de liderazgo y de su papel como ejemplo a seguir. Desde el primer día que llegó a la organización, ha sido para el grupo y no para el individuo.
Sobre el campo, es un ganador probado en temporada regular, y también ya demostró que puede ganar en postemporada. Si bien habrá quien considere que sus aptitudes no son de élite, es claramente uno de los mejores 10 quarterbacks en la liga, y quizás califique tan alto como el sexto lugar.
Para llegar a un Super Bowl, no es menester contar con un pasador de élite. Drew Brees o Aaron Rodgers no han regresado en cerca de una década, mientras que los últimos tres representantes de la NFC en el gran juego lo han hecho con quarterbacks inferiores a Prescott. La discusión no va por ahí.
Probablemente la mayor muleta que cargaban los Cowboys en años recientes, pese a plantillas talentosas, estaba en el puesto de entrenador en jefe. Mike McCarthy, con experiencia de Super Bowl, reemplaza a Jason Garrett, y eso debe significar estar un escalón arriba, al menos, respecto a años previos, aunque no se debe perder de vista que hace tiempo que McCarthy no dirige en esa instancia. Después de un año fuera de la liga y una salida poco ceremoniosa de los Green Bay Packers, hay que ver si sigue vigente.
Pero McCarthy tiene el conocimiento y Prescott tiene las herramientas para alcanzar un Super Bowl. Que consigan o no completar al trabajo depende de un número de factores, algunos de los cuales se irán revelando sobre la marcha.
¿Quién es el rostro nuevo a seguir?
El receptor novato de procedente de Oklahoma, CeeDee Lamb, parece haber sido un regalo en el turno N° 17 de la primera ronda del draft. Dallas tenía necesidades más urgentes, pero era imposible dejarlo pasar en ese escalón.
Todos los reportes desde The Star señalan que Lamb no se ha cansado de hacer jugadas en el campamento de entrenamiento. El arribo del novato brinda a los Cowboys una de las dos o tres mejores tripletas de receptores abiertos en la NFL, junto a Amari Cooper y Michael Gallup.
McCarthy es un coach que tradicionalmente ha favorecido el juego aéreo sobre el juego terrestre. En Dallas, cuenta con Ezekiel Elliott, probablemente el mejor corredor de la liga y un firme candidato a ganar su tercer título como líder corredor en apenas su quinta temporada como profesional.
No obstante, el trío de Cooper-Gallup-Lamb será una tentación enorme, y quizás el reto conforme avance la campaña será no olvidarse demasiado de Elliott. En cualquier caso, no es descabellado pensar en que Lamb ya supone una mejoría respecto a Randall Cobb, a quien reemplaza en Dallas. Hay mucho talento ofensivo en el rancho, y gran responsabilidad sobre los hombros de McCarthy para exprimirlo al máximo.
¿A quién van a echar de menos?
Byron Jones y Robert Quinn son respuestas válidas, pero ambos comandaron grandes billetes en el periodo de la agencia, libre, después de que se valorizaran a una escala imposible para pagar por parte de los Cowboys. Maliek Collins también será extrañado, en el interior de la línea defensiva.
No obstante, podría ser que el jugador que más extrañen en el año sea uno que ni siquiera jugó para ellos, y fue cortado tras una terrible lesión. Gerald McCoy llegó como una adición que tenía el potencial de estar entre las mejores de la liga a precio de descuento. El tackle defensivo seis veces seleccionado al Pro Bowl y una vez All-Pro, acordó con Dallas por tres años y 18.3 millones de dólares, pero sufrió una extraña rotura en el tendón del cuádriceps durante un entrenamiento, y fue liberado mediante convenio por lesión.
McCoy fue parte de un número de adiciones interesantes a la línea defensiva de los Cowboys --posiblemente la unidad que más ayuda necesitaba-- durante el receso de campaña. Además de McCoy, los Cowboys firmaron a Aldon Smith, Dontari Poe y más recientemente, a Everson Griffen. Entre los cuatro, estamos hablando de 13 invitaciones al Pro Bowl y dos nominaciones All-Pro de primer equipo, aunque en todos los casos estamos ante jugadores cuyos mejores días quedaron atrás. De cualquier modo, es una infusión de talento importante, de la cual McCoy posiblemente proyectaba como el que más podía aportar.
El novato de tercera ronda, Neville Gallimore, y el recluta de segunda ronda del año pasado --quien no tuvo gran campaña debut-- Trysten Hill, deberán compartir las tareas principales junto a Poe en el interior de la línea defensiva en Dallas.
Jugadores que declinaron la temporada a causa del coronavirus
Esquinero Maurice Canady, receptor abierto Stephen Guidry, FB Jamize Olawale.
¿Qué dicen las casas de apuesta?
Caesars Sportsbook coloca a los Cowboys como los claros favoritos para llevarse la Este de la Nacional, en -120, y los coloca en tercer sitio en cuanto a las mejores probabilidades para ganar la Conferencia, en +600.
A su vez, Caliente coloca la línea de ganados y perdidos para Dallas en el 2020 en 9.5, pagando -167 a las altas y +120 a las bajas.
Pronóstico para el 2020
No cabe ninguna duda de que estamos ante un equipo con una de las plantillas ofensivas más talentosas de la liga. La defensiva no está a la misma altura, pero los campeones defensores del Super Bowl LIV, Kansas City Chiefs, recorrieron todo el camino sin un gran balance entre unidades.
La clave será cuán efectivo puede ser el mensaje de McCarthy, y partidos para iniciar la campaña ante Los Angeles Rams, Atlanta Falcons y Seattle Seahawks pondrán a prueba ese mensaje desde el primer mes. Más adelante en la campaña, encuentros ante los Pittsburgh Steelers, Minnesota Vikings, Baltimore Ravens y San Francisco 49ers prometen emociones.
Un total de ganados que no alcance el doble dígito será considerado necesariamente como fracaso en la campaña, porque este equipo tiene todas las herramientas para irse 11-5, sin problemas.