En cuestión de horas, el júbilo en el mundo de la NFL por el regreso consumado de Alex Smith al campo se convirtió en pena por las lágrimas de Dak Prescott.
Después de que Smith entró al campo con los aplausos de su familia en un estadio vacío para poner fin a una odisea de casi dos años, Prescott inició su propia aventura, una que podría definir el resto de su carrera, al salir del campo en camilla y con el aplauso de un estadio con aficionados que reconocen su esfuerzo.
Se puede estar de acuerdo o no en su capacidad para ganar juegos importantes o guiar a su equipo a sacar victorias de último minuto, en si pertenece o no a la elite de los quarterbacks de la NFL, en si merece o no un contrato a ese nivel y en general, en muchos aspectos de su desempeño, pero una cosa en la que sus partidarios y detractores pueden, y deben, estar de acuerdo es en el nivel de esfuerzo, compromiso y entrega con la que Prescott se ha puesto el jersey y el casco los Dallas Cowboys las últimas cuatro campañas.
Esas lágrimas mientras lo atendían y lo llevaban al vestidor tras sufrir la fractura en el tobillo quizá tuvieron como origen la frustración natural que provoca un momento así, pero son prueba irrefutable del coraje y corazón que caracterizan la corta carrera de Prescott.
Es una ironía y quizá hasta una mala broma del destino que el mismo día que Smith dio el último paso en un largo y peligroso proceso de recuperación por la fractura de tibia y peroné que sufrió en noviembre de 2018, por su lado, Prescott dé el primer paso para iniciar el mismo camino.
A Prescott le esperan meses de incertidumbre por las implicaciones que la lesión que sufrió en el duelo ante los New York Giants pueden tener en su futuro en la NFL, en lo deportivo y económico. Serán temas que se analizarán y debatirán una y otra vez y harán a un lado el compromiso con el que el quarterback de Dallas había jugado en 69 partidos como titular consecutivos y que lo llevó a tomar la arriesgada decisión de jugar sin un nuevo contrato.
El riesgo se convirtió en realidad.
La ironía de que Smith y Prescott vivieran realidades tan contrastantes el mismo día puede servir como fuente de inspiración para el quarterback de los Cowboys.
Tras someterse a la primera cirugía por la fractura en el tobillo, el proceso de recuperación de Prescott parece haber iniciado positivamente y parece ser más optimista que la vivida por Smith.
El quarterback de Washington inició su último juego como titular el 18 de noviembre de 2018, fecha en la que Kareem Jackson, esquinero de los Houston Texans, lo capturó, pero al mismo tiempo, le fracturó la tibia y peroné.
Smith fue operado exitosamente tras la lesión, pero no todo había salido bien. Semanas después de la primera cirugía, se reveló que una infección contraída en una de las primeras operaciones puso en peligro la pierna derecha del pasador e incluso, su vida.
Prácticamente durante un año, sólo se supo que Smith había librado una peligrosa batalla con la ayuda de 17 cirugías en total y trabajaba para tener la posibilidad de caminar y llevar una vida normal. Jugar futbol americano se veía como una posibilidad remota, casi inexistente, pero un lunes por la noche en septiembre de 2019, Smith llegó por su propio pie a FedEx Field, casa de Washington.
El mundo comenzó a mirar la extraordinaria determinación del número 11 de Washington y su historia a convertirse en una fuente de inspiración.
Diez meses después de caminar torpemente aquél lunes por la noche en FedEx Field, Smith recibió la noticia que muchos creían imposible: tenía luz verde de los doctores para jugar futbol americano. El resto es historia y una de las más espectaculares y de mayor entrega en la historia de la NFL.
Smith completó un camino de casi dos años el pasado domingo al volver a jugar en la NFL.
Horas más tarde, la felicidad se convirtió en angustia con la imagen de Prescott en la camilla y sus ojos rojos por las lágrimas.
Una vez que las lágrimas hayan secado y la visión se haya aclarado, Prescott podrá mirar el panorama de la NFL y verá una luz encendida por Smith que le servirá de guía y motivación para salir adelante en el momento más complicado de su carrera.
Del negocio, ya hablaremos después.