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La incomodidad de Lamar Jackson por jugar de forma convencional en la ofensiva de los Ravens: Repetición Instantánea

Lamar Jackson tiene razón en asegurar que el juego entre los Kansas City Chiefs y los Baltimore Ravens no debe centrarse en el duelo de quarterbacks con Patrick Mahomes, pero quizá sí deba enfocarse la atención en el estilo de juego de ambos pasadores.

El partido de este domingo por la noche enfrenta a dos pesos pesados de la AFC que iniciaron de forma contrastante la temporada regular 2021, pero, mientras los Chiefs sacaron la victoria con una remontada con el sello característico de Mahomes, los Ravens cayeron en un encuentro en el que Jackson se vio visiblemente incómodo.

En el receso de temporada, Greg Roman, coordinador ofensivo de los Ravens, indicó que usaría a Lamar Jackson más tiempo detrás del centro y no tanto en la formación pistola (alejado del centro) como hasta el año pasado.

En la derrota del lunes por la noche ante Las Vegas Raiders, Jackson trabajó más tiempo detrás del centro y en la bolsa de protección, aspectos que incomodaron notablemente al pasador, quien en esas circunstancias, fue presionado constantemente por la defensiva de los de negro y plata.

Los Raiders presionaron a Jackson en el 44 por ciento de las jugadas diseñadas de pase de los Ravens y lo hicieron prácticamente sólo con sus linieros defensivos frontales. Cuando enviaron paquetes de carga, Las Vegas lo hizo en dos ocasiones y ambas, en tercera oportunidad, concluyeron en captura y la última incluyó balón suelto de Jackson en tiempo extra que preparó el gol de campo del triunfo para los Raiders.

Aunque corrió en 12 ocasiones, más que el promedio de 11 por juego que en 2020, Jackson lo hizo en varias ocasiones para escapar de la presión, no en jugadas diseñadas para correr, es decir, ni él está acostumbrado a jugar dentro de la bolsa de protección ni su línea ofensiva a protegerlo tanto tiempo.

A lo que los Ravens están acostumbrados es a que Jackson tenga la opción de correr y no que lo haga como recurso, como suelen hacerlo la mayoría de los quarterbacks móviles de la NFL.

A su vez, los Chiefs vinieron de atrás para vencer a los Cleveland Browns en un duelo en el que Mahomes ganó su décimo juego en la NFL tras estar abajo por 10 o más puntos en el marcador.

Mahomes comandó la remontada con su sello característico: recibir el balón del centro y si su primera opción de pase no está libre o la presión llega rápido, corre lateralmente para ganar tiempo y dar tiempo a sus receptores de desmarcarse. El pase de touchdown de 75 yardas a Tyreek Hill con el que Kansas City dio vuelta a la pizarra es prueba fiel de cómo el pasador de los Chiefs hace gala de su elusividad para hacer caminar a su ataque.

Mencionamos que Mahomes sabe escapar a tiempo de la presión cuando ésta llega rápido, es decir, a pesar de que hicieron cambios drásticos en esa área, los Chiefs no dejan de tener problemas para contener a los frontales defensivos.

A pesar de que los daños no fueron mayores, los tackles Orlando Brown Jr. y Lucas Niang tuvieron problemas para dominar a los alas defensivos de los Browns y como ha sucedido desde 2018, su primera campaña como titular, Mahomes ha escondido varias deficiencias de su línea ofensiva con su movilidad y elusividad.

Después de la Semana 1, Brown y Niang se clasifican en los lugares 59 y 60 entre 61 tackles calificados en la métrica de promedio de victoria en bloqueos de juego aéreo (dominar por 2.5 segundos al liniero defensivo), lo cual prueba por qué Mahomes suele hacer gala de su elusividad con frecuencia.

ESPN Stats & Information contribuyó a este reporte.