A falta de dos partidos para completar las dos primeras jornadas, varias estrellas de la NFL siguen sin brindar el brillante nivel que se espera
Después de dos semanas --a falta de una jornada doble de "Monday Night Football"-- es todavía muy complicado tratar de extraer tendencias claras que nos indiquen con certeza absoluta la trayectoria de la temporada regular de la NFL.
Al mismo tiempo, las estrellas de la liga generan enormes expectativas, y no ver que se vayan colmando es de señalarse. No es momento para caer en pánico, claramente, pero hay situaciones a las que debemos fijar el microscopio, porque en caso de no corregirse, la campaña de los equipos respectivos de estos estelares corre el riesgo de descarrilarse muy temprano en el otoño.
El ejemplo más evidente es el quarterback Joe Burrow de los Cincinnati Bengals, quien apenas hace 10 días, se convirtió en el jugador mejor remunerado en la historia de la NFL, acordando una extensión por cinco años y 275 millones de dólares.
"Cuando tu quarterback se pierde el campamento, es difícil comenzar rápido. No es ideal", admitió Burrow, quien se perdió la mayor parte del campamento de entrenamiento y la pretemporada por una lesión en la pantorrilla, al término de la derrota de la Semana 2. "Sigo teniendo confianza".
Después de dos encuentros, Burrow ha completado 41 de 72 envíos para 304 yardas y dos touchdowns contra una intercepción. Su Total QBR de 44.4 al momento lo coloca N° 24 en la NFL, por detrás de nombres como Desmond Ridder de los Atlanta Falcons, Sam Howell de los Washington Commanders, Joshua Dobbs de los Arizona Cardinals, Daniel Jones de los New York Giants y el novato Anthony Richardson de los Indianapolis Colts, entre muchos otros. En la Semana 1, los Bengals fueron el único equipo en la NFL que ni siquiera pudo ingresar a zona roja.
¿Significa que Burrow es peor que todos esos pasadores? Desde luego que no. Pero es innegable que está disminuido, y las cosas podrían no mejorar pronto, gracias a que el pasador se resintió de la pantorrilla este domingo en la derrota ante los Baltimore Ravens, quienes lideran momentáneamente la AFC Norte con un perfecto 2-0.
"Está bastante adolorida [la pantorrilla]", confesó Burrow, tras caer ante Baltimore. "No hay modo de decir cómo se sentirá. Veremos en el siguiente par de días".
Viene para Cincy un duelo en casa de "Monday Night Football" para la Semana 3, lo que brinda a Burrow un día adicional de recuperación.
Entre los corredores, también hay nombres por resaltar en la misma condición.
Josh Jacobs de Las Vegas Raiders lideró a la liga por tierra la temporada pasada, con 1,653 yardas. Este año, está ubicado N° 39 en la NFL después de dos cotejos, con 28 acarreos para 46 yardas sin anotaciones terrestres, y un minúsculo promedio de 1.6 yardas por acarreo que lo deja en el lugar N° 41 en la liga.
Como Burrow, Jacobs también se perdió la mayor parte pretemporada y campamento de entrenamiento, pero por causas distintas. En su caso, una disputa contractual como jugador franquicia de Las Vegas, que no se resolvió sino hasta el 26 de agosto pasado. A diferencia de Burrow, sin embargo, Jacobs podría estar en mayores problemas, jugando en una ofensiva con serios problemas para bloquear. Tras dos semanas, los Raiders se ubican N° 22 en la tasa de victorias en bloqueos para jugadas por tierra. Encima de todo, el quarterback de Las Vegas, Jimmy Garoppolo, ya está empatado con otros cuatro pasadores en el subliderato de intercepciones lanzadas en el año, con tres.
En la plantilla de los Minnesota Vikings, la directiva se despidió a Dalvin Cook para darle la oportunidad a Alexander Mattison como corredor primordial. Los réditos no son buenos. Mattison es N° 33 en yardas por acarreo con 3.3, no ha anotado por tierra, y apenas ha sumado un primer intento a ras de suelo, luego de 19 acarreos para 62 yardas.
La reacción en contra de Mattison ha sido tan negativa, que el corredor compartió insultos y amenazas racistas que recibió vía redes sociales, conduciendo a una respuesta por parte de los Vikings y de la NFL condenando esos comentarios contra el jugador.
"La NFL condena enérgicamente los comentarios racistas dirigidos a Alexander Mattison en las redes sociales después del partido de este jueves. Un comportamiento tan odioso es completamente inaceptable en la NFL o en cualquier otro lugar", escribió la NFL en su comunicado.
Y, ¿qué hay con Cook?
Las cosas tampoco han sido ideales en lo que va de la campaña de los New York Jets. Cook ha corrido el ovoide 17 veces para 40 yardas, sin touchdowns, con dos primeros intentos por tierra, y un promedio de apenas 2.4 yardas por acarreo.
Es por todos sabido que la campaña de los Jets quedó atrapada en una aparente espiral descendente después de la lesión de Aaron Rodgers en la cuarta jugada ofensiva de la temporada --con todo y el triunfo sorpresivo sobre los Buffalo Bills en la Semana 1--, y el backfield también ha sufrido las consecuencias. No solamente es Cook quien está pagando los platos rotos de una ofensiva que no vuela. Breece Hall recibió apenas cuatro acarreos en la Semana 2, después de un juego espectacular en el "Monday Night Football" de la primera fecha. Hall logró apenas 9 yardas en esas cuatro oportunidades.
Las cuatro intercepciones en menos de dos partidos completos con que Zach Wilson lidera a la liga claramente no han ayudado a la causa neoyorquina.
Otro de los grandes enigmas en el inicio de campaña, y uno que nos ha dejado confundidos desde la temporada pasada, es la falta de oportunidades que recibe el ala cerrada Kyle Pitts con los Falcons. Luego de una campaña de novato donde atrapó 68 envíos para 1,026 yardas --apenas uno de dos alas cerradas en la historia de la NFL con una campaña de al menos 1,000 yardas como novato--, los Falcons se han olvidado de él. Pitts consiguió apenas 28 recepciones para 356 yardas con dos anotaciones en 10 juegos del año pasado, y en lo que va de la actual campaña suma cuatro atrapadas para 59 yardas.
El jugador elegido N° 4 global en el Draft 2021 está empatado con otros seis jugadores entre alas cerradas en el sitio N° 30 con cuatro atrapadas en la temporada, muy distante de las 15 con las que T.J. Hockenson de los Vikings lidera a la liga en la posición.
En las trincheras, también hay nombres importantes entre los jugadores que han pasado con gafas oscuras, sobrero, y el cuello de la gabardina levantado luego de dos partidos.
Ningún nombre supera en grandeza al de Aaron Donald, de Los Angeles Rams.
Seguro, sabíamos que sería una campaña con bastantes desafíos para la plantilla más joven de la liga, y veteranos como Donald podrían no recibir el apoyo del elenco secundario que había en el pasado.
Pero, el tres veces Jugador Defensivo del Año y candidato a terminar su carrera como el mejor jugador defensivo de todos los tiempos, ha tenido un arranque de campaña discreto, con apenas una captura en dos partidos. Más allá de ese número, Donald se ubica en el puesto N° 66 de la liga en tasa de victorias contra bloqueos en jugadas de pase, una métrica en la que ha dominado con facilidad en años previos.
No vamos a atrevernos a sugerir, siquiera, que Donald está acabado, pero sí se requiere que aparezcan sus jugadas grandes en el interior.
De nuevo, no es momento para apretar el botón de emergencia y hacer sonar las sirenas. Una campaña de 17 partidos brinda una fecha adicional para recuperarse de un mal comienzo. No obstante, si estos equipos han de recuperar el camino, lo harán a través de la producción de sus estelares, aquellos jugadores probados que han respondido en los grandes momentos del pasado.
Esas jugadas grandes de otros años han elevado la vara de lo que se espera de ellos y, todavía, se espera de ellos en el 2023, pese a un comienzo no tan sólido como se preveía.