El corredor Trent Richardson estuvo fuera del fútbol americano la temporada pasada. Nunca promedió más de 3.6 yardas por acarreo en una campaña de NFL.
Pero Richardson tiene grandes objetivos en su intento de regreso con los Baltimore Ravens.
Cuando Comcast SportsNet le preguntó cómo acabaría su historia, Richardson dijo: "Con la chaqueta amarilla".
Richardson, de 25 años de edad, se refiere al Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional, a menos que planeé comprar un saco color canario. Eso demuestra que Richardson tiene la confianza. Sólo necesita demostrarla sobre el campo a lo largo de los siguientes meses, porque admite que podría tratarse de su última oportunidad para triunfar en la NFL.
El tercer recluta global del draft del 2012, Richardson va en su cuarto equipo en cuatro campañas. Su promedio de por vida es de 3.3 yardas por intento. Audicionó para varios equipos antes de que comenzara la temporada regular pasada, pero nadie lo firmó.
"Como persona en ese momento, no estaba suficientemente estable en lo mental para jugar al fútbol americano, a ningún nivel", dijo Richardson a Comcast SportsNet. "Mi mentalidad no era correcta para ello. Tuve demasiadas cosas pasando fuera del fútbol americano. El fútbol americano estaba allí, pero todo lo que cargaba fuera del campo, se metió dentro del campo. No podía pensar en el fútbol americano en el momento. El fútbol americano se volvió muy poco para mí".
Richardson ha lidiado con lesiones y su peso a lo largo de su carrera. Los Ravens no lo firmaron hasta abril porque deseaban que reportara el cierta condición, y después se perdió la primera semana completa de trabajo de temporada baja con un problema en el tendón de la corva.
Richardson estuvo de regreso en el campo esta semana, al tiempo que busca competir contra Justin Forsett, Buck Allen, Lorenzo Taliaferro, Kenneth Dixon y Terrance West por un puesto en la plantilla.
"Existe una buena oportunidad de que sea mi último viaje a la hora de probarme en la NFL", dijo Richardson. "Yo sé que no estoy acabado en la NFL, no quiero estar acabado. Tuve una probada de lo que se sentía. Decirle a mis hijos que su padre no tuvo un empleo, fue fuerte para mí. Estaré aquí por un tiempo".