CHARLOTTE -- El juego de apertura de pretemporada de este miércoles marcó una ocasión especial para el tackle ofensivo de los Houston Texans, David Quessenberry, quien jugó en un encuentro de NFL por primera ocasión desde que fuera diagnosticado con linfoma no Hodgkin hace tres años.
Quessenberry finalizó su última quimioterapia a principios de abril y volvió por primera ocasión al campo de prácticas durante las actividades organizadas del equipo. Había estado en la lista de padecimientos no relacionados al fútbol americano desde el 2015.
"Regresar desde donde ha estado, es simplemente increíble que acaba de jugar en un partido de NFL", dijo el entrenador en jefe de los Texans, Bill O'Brien. "Les digo, simplemente piensen en todo eso, todo lo que ha pasado. Cuán especial es para la organización. Ser capaz de salir allá afuera y jugar un partido de NFL es algo bastante especial"
Quessenberry estuvo sobre el emparrillado para los calentamientos, disfrutando el momento de finalmente volver a tener la posibilidad de prepararse para un juego de la NFL. Aunque estuvo abajo en el campo durante la previa del partido, su familia lo sorprendió al asistir a su primer encuentro en tres años.
"Estaba nervioso por unos tres días antes de esto", dijo Quessenberry. "Incluso un partido de pretemporada. Probablemente sea lo más nervioso que he estado para un juego en mi vida. Antes de que comenzara el juego, me puse muy emocional cuando vi a mi familia allá afuera en las laterales. Pero una vez que comenzó la primera jugada, estábamos de regreso en el fútbol americano".
Quessenberry dijo que el apoyo recibido por compañeros le significó tanto mientras trabajaba para vencer el cáncer y regresar al campo.
"El tipo es un guerrero", dijo el ala defensiva de los Texans, J.J. Watt. "Es un luchador. Es una inspiración para todos nosotros. Pienso que merece todos los titulares y todos los elogios que le dan, porque es un gran jugador y un gran tipo, y no podría estar más orgulloso de tenerlo en nuestro equipo".
Quessenberry se puso emocional cuando escuchó lo que sus compañeros habían dicho de su retorno.
"Saben todo lo que he atravesado", explicó Quessenberry. "Ellos me ven atravesar la quimio, ellos me ven sin cabello. Y estar de vuelta en ese jersey... fue realmente grande.
"Antes del partido simplemente estaba pensando en cuánto tiempo había pasado. Fue perfecto".