FRISCO, Texas -- Ezekiel Elliott se equipó por completo y salió a entrenar con el resto de sus compañeros por vez primera desde que fue suspendido seis partidos.
El estelar corredor de los Dallas Cowboys se veía contento y motivado con la esperanza de que su equipo pueda alcanzar la postemporada, aunque todos en su rancho estén conscientes de que deben ganar sus últimos dos partidos y necesitan ayuda de otros equipos.
Mientras tanto, la llegada de Elliott llenó de optimismo a sus compañeros y entrenadores, quienes piensan que Elliott puede hacer la gran diferencia.
"Luce muy contento y positivo", comentó el martes el ala defensiva de los Cowboys DeMarcus Lawrence. "Físicamente se ve muy bien. Parece como que este domingo está listo para tener 80 acarreos".
Elliott estuvo en el entrenamiento en ejercicios por posiciones y con equipo completo con los titulares, como ha sido desde el primer día que llegó a los Cowboys la temporada pasada.
Durante la porción de práctica abierta a la prensa, los primeros 30 minutos, Elliott se veía en forma; escuchaba con atención las indicaciones de sus entrenadores y todos los compañeros que pasaban cerca de él estiban su mano para saludarlo y desearle ánimo.
"Obviamente, en realidad es un buen jugador de futbol y gran parte de eso es la mentalidad que tiene", dijo el entrenador de los Cowboys, Jason Garrett. "Así llega cada día, ya sea para la práctica más fuerte o simplemente un recorrido, o el partido del domingo por tres horas.
"Simplemente, juega de la manera correcta", agregó. "Le encanta jugar futbol y trabajar en esto. Estamos emocionados de tenerlo de regreso".
Elliott, de 22 años, tiene dos partidos para recorrer 217 yardas y superar las 1,000 yardas por segunda temporada consecutiva, en igual número como profesional, desde que fue reclutado por los Cowboys en la primera ronda, cuarto global, del draft del 2016, egresado de la Universidad de Ohio State.