Brian Dawkins, uno de los safeties más intimidantes y versátiles en la historia de la NFL llegó al Salón de la Fama.
Dawkins miró fijamente su busto y movió su cabeza en aprobación hacia la multitud.
Como un jugador extremadamente popular durante 13 temporadas con los Philadelphia Eagles y tres más con los Denver Broncos, Dawkins garantizó que lloraría durante su discurso de inducción y cumplió al ofrecer un discurso apasionado que evocó su estilo de juego.
“La mayoría del éxito que he tenido se ha dado por dolor”, dijo al señalar que tuvo ideas suicidas cuando batalló con la depresión. “Del otro lado de la moneda, repentinamente me hice mejor persona. Mi dolor tuvo un propósito.
“He dado grandes pasos para crecer por lo que he vivido. Para aquellos que viven algo similar, hay esperanza del otro lado. Mantengan la esperanza”, agregó.
Dawkins fue el líder de una defensiva de los Eagles que llegó a cuatro Juegos de Cameponato de la NFC consecutivos y a un Super Bowl. Fue seleccionado al Equipo de la Década de los años 2000 y cinco veces al equipo All-Pro.
En su carrera, interceptó pases en 15 campañas consecutivas y sumó 37 en total. Promedió cerca de 100 tacleadas por año y evidenció su versatilidad al convertirse en el primer jugador en la historia de la NFL con una captura de quarterback, una intercepción, un balón suelto recuperado y una recepción de touchdown (en pase pantalla) en un juego, ante Houston en 2002.