TEMPE, Ariz. -- Steve Wilks, coach de los Cardinals, cree que su trabajo, así como el de sus asistentes, podría estar en riesgo si las derrotas se acumulan para Arizona, indicó el estratega.
Sin embargo, se avecina un cambio en la ofensiva que podría salvar esos empleos.
Tras la derrota por 27-17 ante los Minnesota Vikings con la que los Cardinals cayeron a marca de 1-5, Wilks fue cuestionado sobre si el trabajo del coordinador ofensivo Mike McCoy estaba a salvo.
La ofensiva de Arizona ha sido una de las peores en 2018 al clasificarse última en promedio de yardas por juego, por jugada, por tierra, yardas por tierra por jugada, primeros y 10 por partido, conversiones de tercera oportunidad y tiempo de posesión y es penúltima en puntos por juego, y yardas por aire por juego.
Sin embargo, Wilks no culpó sólo a McCoy.
“Diría que todos nuestros trabajos están en riesgo, incluido el mío, si no ganamos”, dijo Wilks.
McCoy, quien fue el coordinador ofensivo de los Broncos la temporada pasada, fue despedido el 20 de noviembre de 2017, luego de que Denver perdió seis juegos consecutivos. Incluida esa racha, McCoy ha perdido 11 de sus últimos 12 juegos como coordinador ofensivo.
Wilks, quien es coach de mentalidad defensiva, dijo que ha puesto más atención a la ofensiva en las últimas semanas.
“Me aseguro que estamos haciendo las cosas que necesitamos para ejecutar”, señaló el entrenador en jefe.
El lunes, Wilks dijo que una opción a la que podrían recurrir para hacer caminar a su ataque es un esquema de ofensiva sin reunión, similar al que el quarterback novato Josh Rosen usó en UCLA.
Los Cardinals usaron la ofensiva sin reunión en el cuarto periodo ante los Vikings y Rosen guió a los Cardinals a anotar un touchdown con 7:01 por jugar y abajo 27-10 en el marcador.
“Fue algo muy efectivo. Es algo que definitivamente debemos considerar”, señaló Wilks. “Es parte de la zona de confort de Rosen con base a lo que hizo en el colegial, así que tenemos que hacer lo que podamos para hacer que esta ofensiva vaya en la dirección correcta”.
Sin embargo, Rosen, descartó la noción de que un esquema de ofensiva sin reunión sea la respuesta.
“No es necesariamente que me guste o no, fue algo exitoso cuando lo hicimos”, señaló el pasador. Los Vikings tenían una cómoda ventaja, así que dejaron de pisar el acelerador y nos dejaron movernos un poco.
“Es definitivamente algo que podemos seguir haciendo, pero tampoco podemos abusar de eso al considerar la situación de los juegos”, agregó.
Los Cardinals serán anfitriones de los Broncos el jueves por la noche y Wilks desea usar las piezas que funcionaron a la ofensiva el domingo en Minnesota para facilitarle la vida a Rosen en una semana corta.
“¿Qué tanto podemos llevar en una semana corta para hacer las cosas más simples para que el quarterback pueda procesarlas y jugar a ritmo rápido?”, cuestionó Wilks.
Eso incluye usar la ofensiva sin reunión, indicó Wilks.
El estratega también dijo estar abierto a incorporar más jugadas de opción en el sistema ofensivo de los Cardinals, otro esquema que Rosen usó en UCLA.
“Hemos hecho algo de eso. Lo hicimos el domingo. ¿Necesitamos hacerlo un poco más? Probablemente”, señaló Wilks.
Rosen dijo que el plan de juego, en el cual trabajaban el lunes, necesita ser fu Fluido y flexible semana a semana con base a lo que funcione.
En general, existe frustración con la ofensiva, señaló Rosen, pero agregó que no está enfocada en algo en particular. Señaló que los problemas de Arizona en tercera oportunidad, donde los Cardinals han convertido el 21.8 por ciento, son un “microcosmos de un problema más grande”.
“Hay un poco de todo que siempre puede mejorarse. El coach McCoy va a intentar un par de cosas que, quizá, despierten un poco a la ofensiva, pero también debemos mejorar lo que ya hacemos.
“Cuando las cosas no van bien, no se necesita cambiar el plan de juego, pero tampoco tener una actitud necia y decir, ‘Así somos’. Sólo necesitas calmarte y resolver los problemas”, concluyó Rosen.