El ex linebacker de los Oakland Raiders y Florida Gators, Neiron Ball, falleció el lunes a la edad de 27 tras luchar contra una rara condición cerebral.
El Sports & Entertainment Group, agencia que representaba a Ball, emitió un comunicado en torno a su muerte este martes.
"Nos unimos a la familia Ball al agradecer el apoyo numeroso de Neiron en su viaje a la recuperación", señaló el comunicado. "Neiron era un espíritu raro y especial con la habilidad de tocar al que fuera que lo conociera. Su talento estaba complementado por un empuje incansable, sin importar el obstáculo.
"... Neiron fue un amoroso y querido, padre, hermano y compañero de equipo. Se le echará mucho de menos".
Ball sufrió un aneurisma cerebral en diciembre del año pasado, y fue colocado en un coma inducido. Más tarde, fue llevado a un centro de cuidado médico, tras ser sacado del coma inducido, y estaba siendo atendido allí al tiempo de su muerte.
"No ha estado en coma por varios meses. Llora. Le digo que parpadeé dos veces para un sí, que saque la lengua", dijo su hermana, Natalie Myricks, a Fox 5 en Atlanta, en julio. "Hace más por mi esposo que yo, pero siempre ha sido el caso. Puede seguir con los ojos, pero no puede mover las piernas, brazos o cuello. Ha desarrollado úlceras porque se le tiene que cambiar de posición cada dos horas".
Varios de sus ex compañeros colegiales y profesionales lamentaron la muerte de Ball, cuyo apodo era "Weezy", en redes sociales.
RIP Neiron! One of the nicest people I have ever met. Always had a smile on his face!
— Derek Carr (@derekcarrqb) September 10, 2019
You lived this life with your heart on your sleeve...Grace and Nova can definitely be proud to call you daddy #Weezy4eva we gone remember you this way pic.twitter.com/vdHVXlY3q9
— Trent Brown (@Trent) September 10, 2019
Durante su tiempo en Florida, Ball fue diagnosticado con una rara condición congénita denominada malformación arteriovenosa, donde los vasos sanguíneos del cerebro se enredan y sufren rupturas. Se sometió a una cirugía luego de que médicos descubrieran una hemorragia cerebral antes de su segundo año universitario, y quedó descartado para la campaña del 2011.
Una vez que regresó al fútbol americano, siguió brillando para los Gators, y fue seleccionado por los Raiders en la quinta ronda del draft del 2015. Participó en seis encuentros del 2015 y se ganó un puesto titular antes de que una lesión de rodilla interrumpiera su carrera.