BALTIMORE – La temporada de ensueño de Lamar Jackson y sus Baltimore Ravens terminó de manera súbita este sábado y en su propia casa, ante los sorprendentes Tennessee Titans, que parecen correr cada vez más en ritmo.
Jackson tuvo uno de sus peores partidos como profesional, que incluyó dos intercepciones y un balón suelto, a pesar de que sus estadísticas pudieran enseñar otra cosa, en la derrota 28-12 frente a los Titans.
Cierto que sus compañeros de ambos lados del balón ayudaron poco. Sus receptores soltaron pases por doquier, que eran atrapables en el nivel de la NFL, su corredor Mark Ingram jugó, pero es un hecho que la falta de entrenamiento y las molestias en el tobillo lo mermaron.
Tampoco cooperaron dos cuartas oportunidades y una yarda por avanzar, cuando el partido estaba competitivo, en las que Jackson quedó corto con dos jugadas muy elementales y predecibles que mandaron sus entrenadores.
"Jugué mal", dijo Jackson casi al borde de las lágrimas después de pasar para 365 yardas y correr para 143. "Cometí demasiados errores. Tres entregas de balón y eso no puede suceder. Ellos vinieron a jugar. Nosotros comenzamos demasiado lentos. Tenemos que hacerlo mejor la próxima vez. Hay que seguir adelante".
"Tengo que pensar ya de inmediato en el receso de temporada", agregó. "Tengo que regr3esar mejor. Este fue apenas mi segundo año y tengo muchas cosas que mejorar aún… Odio perder, pero como dije, tengo que seguir adelante…".
Y la defensa de los Ravens jamás pudo detener al líder corredor de la NFL en la campaña regular, Derrick Henry, quien cada vez parece más una locomotora en plena aceleración.
Henry de nueva cuenta, igual que la semana pasada cuando los Titans eliminaron a los New England Patriots, fue castigando rivales y mermando poco a poco.
Terminó la primera mitad con 56 yardas por tierra, antes de cerrar el partido con 195 yardas, para convertirse en apenas el segundo corredor en la historia de la NFL que logra más de 150 yardas en juegos consecutivos en una misma postemporada.
"Pero no fui yo solo, fue un trabajo de equipo", comentó Henry. "Tienen que vernos trabajar. No hablamos mucho, sólo trabajamos y creemos en el uno al otro. Esa es nuestra mentalidad".
El quarterback de Tennessee, Ryan Tannehill, de nueva cuenta sólo tuvo que aparecer como el 'chofer del camión', sin chocarlo o cometer errores, como entregas de balón. Sumó 88 yardas, incluido un pase de 45 yardas; apenas siete envíos completos, entre ellos dos de touchdown, de Jonnu Smith y Kalif Raymond.
La defensa de los Titans se dobló, pero nunca se rompió e hizo las jugadas cuando se necesitaban cuando el juego estuvo en la línea.
"Se sintió bien ver a los muchachos ejecutar el plan de juego", dijo el entrenador en jefe de los Titans, Mike Vrabel. "Todo el crédito para mis entrenadores y en especial para los jugadores que salieron a ejecutar en un ambiente hostil y difícil. Pudieron empezar rápido, como habíamos hablado".
Tennessee ya parece un equipo de destino que cada vez crece más en juego, pero sobre todo en confianza. Ya eliminó a domicilio al campeón la semana pasada y este sábado al mejor equipo de la actual campaña regular.
"Sabíamos que había que correr el balón y que sí deteníamos en zona roja y nosotros producíamos en esa zona, podríamos ganar", agregó Vrabel. "Pudimos correr, anotar touchdowns y obligarlos a ellos a anotar goles de campo y esa fue la gran diferencia".
Ahora tendrá que ir de visita por un tercer triunfo en esta postemporada, en el Juego de Campeonato de la Conferencia Americana, para conseguir su boleto al Super Bowl.
"No importa dónde sea y contra quién jugamos“, advirtió Henry. “Sólo tenemos que concentrarnos en trabajar y enfocarnos en terminar con lo que ya empezamos…".