CINCINNATI -- Lo que suceda con la primera selección global del Draft 2020 de la NFL debe estar más que claro.
Desde que los Cincinnati Bengals aseguraron el primer turno, todo ha apuntado hacia la selección del quarterback de LSU, Joe Burrow, ganador del Trofeo Heisman que condujo a los Tigers a un título nacional y consiguió una de las mejores campañas para un pasador en la historia del fútbol americano universitario.
En entrevista con "The Dan Patrick Show" antes del Super Bowl, Burrow dijo que desea jugar para una franquicia comprometida a perseguir campeonatos. Cincinnati no ha ganado un partido de playoffs desde 1991 pese a una racha de cinco apariciones consecutivas de postemporada del 2011 al 15.
Aquí hay cuatro pasos que los Bengals deben tomar para facilitar el éxito de Burrow en su primera campaña y más allá.
Asegurar a un receptor abierto explosivo
La designación de jugador franquicia de A.J. Green es casi una certeza en este punto. Green ha señalado renuentemente que jugaría bajo la etiqueta, que valdrá unos 18.4 millones de dólares, y los Bengals no están dispuestos a dejarlo escapar en el 2020. Green marca una diferencia masiva. Durante las nueve campañas del quarterback Andy Dalton en Cincinnati, perdió 20 de sus 26 inicios sin Green, con 13 de ellas llegando la temporada pasada. Con Green sobre el campo, Dalton se fue con registro de 64-41-2. Cuando Green está sano, sigue siendo, incluso a los 32 años de edad para el arranque de la siguiente temporada, una de las mejores armas ofensivas en la liga.
Si la situación con Green de alguna manera se colapsa, los Bengals podrían poner la mira en Amari Cooper de los Dallas Cowboys, quien está por convertirse en agente libre. Luego de ser canjeado de los Oakland Raiders a Dallas en el 2018, Cooper ayudó a los Cowboys a meterse a los playoffs. La temporada pasada, Cooper, quien tendrá 26 años de edad para el inicio de la temporada, fue octavo en la liga en yardas por recepciones (1,189).
Por supuesto, si los Cowboys no etiquetan a Cooper y lo dejan emigrar, habrá varios equipos interesados en él. Pero los Bengals requieren a otro receptor abierto dinámico para emparejar a Tyler Boyd, con la finalidad de ayudar a la transición de Burrow a la NFL.
Gastar dinero en grande en las trincheras
Podría ser la respuesta hacia dos de las mayores críticas en contra de la franquicia. Los Bengals rara vez gastan dinero en grande en agentes libres de otros equipos. Cincinnati también sufrió a ambos lados de la línea de golpeo la temporada pasada.
El guardia izquierdo de los New England Patriots, Joe Thuney, podría cambiar ambas tendencias. En el 2019, Thuney fue ranqueado como el segundo mejor en la métrica de Victorias en Bloqueo de Pase, una estadística que lleva ESPN con números de NFL Next Gen Stats. Para poner eso en perspectiva, el guardia izquierdo novato Michael Jordan fue el jugador de los Bengals mejor ranqueado, en el N° 31. Pero, después de Thuney, hay una caída notable respecto al talento disponible en el mercado abierto en torno a linieros ofensivos.
Luego, está la otra parte de la línea de golpeo. Aunque la presión sobre los quarterbacks por parte de los Bengals mejoró hacia el final de la campaña, necesitan brindarle al coordinador defensivo Lou Anarumo y al coach de línea defensiva Nick Eason, más piezas para trabajar.
Bud Dupree de los Pittsburgh Steelers, y Matthew Judon de los Baltimore Ravens, dos defensivos que atacan desde la orilla y podrían embonar bien en el esquema 3-4 de Anarumo, podrían valer inversiones a largo plazo. Incluso si Cincinnati no amarra a un nombre grande, realizar una puja por un jugador de calidad será una buena señal para la franquicia.
Ser proactivos con movimientos de plantilla
Cincinnati necesita maximizar sus recursos disponibles antes del draft. Eso significa deshacerse del contrato del tackle ofensivo Cordy Glenn, y terminar con una relación insostenible para ambas partes liberando o canjeando a Dalton. Ser proactivos no solamente brindará un poco de claridad durante una temporada baja crítica, pero también demostrará que los Bengals están dispuestos a realizar cambios para acabar con una sequía de cuatro años sin postemporada. Eso también significa dar al corredor Joe Mixon una extensión de contrato antes de la temporada y evitar el drama que rodeó a Green la campaña pasada. Si Cincinnati desea cambiar la percepción, esos son tres buenos lugares para comenzar.
Construir instalaciones techadas para entrenar
Todo el receso de temporada se trata de probar que los Bengals serán más dinámicos en su modo de operar. Un modo simple de hacer que suceda: desarrollar un plan para construir instalaciones de entrenamiento techadas, algo cada vez más común a todos los niveles del fútbol americano. El año pasado, el clima obligó a los Bengals a entrenar en el Paul Brown Stadium en diversas ocasiones. Mientras tanto, la Universidad de Cincinnati, que no opera con el presupuesto de un programa del Power Five, cuenta con una burbuja para sus campos en Clifton, Ohio.
En los deportes colegiales, mejorar las instalaciones demuestra a los coaches y reclutas un compromiso hacia la persecución de un campeonato. La misma filosofía aplica a los Bengals, quienes recientemente fueron acusados por su ex quarterback Carson Palmer como una organización que no deseaba ganar al más alto nivel. Los costos podrían variar, dependiendo de factores específicos en torno a la construcción de unas instalaciones en el centro de Cincinnati, donde se encuentra el estadio y las actuales instalaciones, pero no debe ser problema para una franquicia de NFL.