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La histórica primera ronda de los Jets en el 2000 y sus cuatro reclutas

Los New York Jets no planeaban escribir historia de draft de la NFL en el 2000. Irónicamente, todo comenzó con un divorcio hostil. Y luego otro.

Después de tres temporadas de relativa prosperidad bajo Bill Parcells, quien había dado el paso a un lado como head coach al término de la campaña de 1999, los Jets revirtieron a su pasada reputación con la sorpresiva salida del head coach Bill Belichick y el receptor abierto Keyshawn Johnson. Fueron representados como una organización caótica, incapaz de mantener contentos a sus mejores empleados.

Nuevo milenio, mismo Jets de siempre.

Luego, sucedió el Draft 2000 de la NFL.

En una tarde insólita que cambió el rumbo de la franquicia, los Jets ejecutaron cuatro selecciones de primera vuelta, algo sin precedentes en la era del draft común (desde 1967). Han ocurrido 16 instancias en que un equipo eligió tres veces en la primera vuelta, más recientemente con los New York Giants y Oakland Raiders el año pasado, pero los Jets del 2000 están solos.

Mucho antes de que se pusiera de moda hablar de selecciones como "capital del draft", los Jets fueron los máximos capitalistas. El club "canjeó" a un irritado Belichick a los New England Patriots por una selección de primera ronda, y luego traspasaron a Johnson --quien estaba en medio de una disputa contractual-- a los Tampa Bay Buccaneers por dos selecciones de primera vuelta.

Eso les dio un total de cuatro, incluyendo la propia. Para sorpresa de todos, los Jets ejecutaron las cuatro.

"Es una rareza, y probablemente no volverá a suceder", dijo el veterano analista de draft para ESPN, Mel Kiper Jr.

Unos días antes del draft, Parcells, quien se quedó a bordo como director de operaciones deportivas, dijo a amigos que sería recordado como uno de los mejores drafts en la historia de la liga. Gracias a su unicidad, y por los resultados a lo largo del tiempo, merece una mención entre los drafts más memorables de todos.

Los cuatro jugadores --el ala defensiva Shaun Ellis, linebacker John Abraham, quarterback Chad Pennington y ala cerrada Anthony Becht-- jugaron un total de 49 años y 632 partidos. Ninguno jugó menos de 11 temporadas. Abraham y Ellis se combinaron para siete Pro Bowls.

Sui impacto en el equipo fue innegable. En las siete temporadas previas al draft del 2000, los Jets se metieron a los playoffs una vez. En los siete años posteriores, lo hicieron cuatro veces.

"Acertar en los cuatro, y tenerlos jugando por tanto tiempo y ser recordados todavía, es un logro impresionante", dijo el ex ejecutivo de personal de los Dallas Cowboys, Gil Brandt, un miembro del Salón de la Fama.

Se requirió un plan bien diseñado, un canje de último momento, y un poco de suerte. Aquí va una mirada a los jugadores y las personas que lo hicieron posible:

Bill Parcells, director de operaciones deportivas

Parcells, quien memorablemente dejó a los Patriots en 1997 porque no se le permitía comprar los ingredientes para cocinar, recibió carta en blanco con los Jets.

Después de promover a Al Groh como su reemplazo en las laterales, Parcells mantuvo la palabra final y dirigió el rumbo de la organización al estilo Oz. Se mantuvo escondido de los medios, pero era la voz ensordecedora detrás de la cortina, jalando las palancas.

Se necesitaron agallas para traspasar a Johnson, un dinámico receptor abierto, pero Parcells lo cambió por "la economía", según dijo. Parcells sabía que dejaría a la organización en un año, lo que hizo, así que deseaba dejar a la franquicia en un buen sitio.

En entrevista reciente con ESPN, Parcells minimizó esas intenciones, insistiendo que su objetivo era simplemente encontrar buenos jugadores para el coach. Al final, resultó que cuatro head coaches se beneficiaron --Groh, Herm Edwards, Eric Mangini y Rex Ryan--, todos ellos dirigiendo al menos una temporada a los cuatro jugadores.

"Cuando eliges cuatro entre los primeros 27, piensas que más te vale hacer algo", dijo Parcells. "Estarías decepcionado si eso no resultara. Me gustaría tener eso todos los años".

Parcells reconoció al director de personal Dick Haley por desempeñar un rol instrumental. Un ejecutivo que se había quedado desde el régimen previo, Haley se formó como jefe de personal para los Pittsburgh Steelers durante su dinastía de los 1970s. Pese a sus personalidades diferentes --Parcells era fuego, Haley muy clamado y tranquilo-- se llevaron bien.

"Era uno de los mejores ejecutivos de personal en la historia de la liga", dijo en su momento Parcells. "El mejor tipo que pude haber tenido a mi lado con los Jets. Simplemente, no había nadie mejor".

Shaun Ellis, ala defensiva, N° 12 global

Resumen de carrera: Jugó 12 temporadas, su año final con los Patriots en el 2011. Participó en 184 de 192 partidos, registró 73.5 capturas y fue elegido a dos Pro Bowls.

En la víspera del draft, Parcells llamó por teléfono a su ex adversario Bill Walsh, entonces vicepresidente de los San Francisco 49ers, para proponer un canje. Piensen en ello por un segundo: aquí estaban dos de las grandes mentes en la historia, discutiendo un canje de selecciones.

Con la mira en Ellis, Parcells envió la selección N° 16 (adquirida en el acuerdo por Belichick) y una de segunda vuelta para ascender cuatro posiciones. Los Jets deseaban jugadores que supieran presionar para su esquema 3-4, y habían identificado a Ellis como uno de los mejores en el draft.

La tabla de puntaje para canjes señala que los Jets entregaron demasiado, pero no le importó a Parcells. Se fue con el instinto, no lo que decía una pieza de papel. Habló de adherirse a una filosofía, agregando, "No lo quiero llamar fórmula, porque eso pasó de moda. Diré 'algoritmos'", un comentario sarcástico en contra de la actual tendencia de analítica.

"Bill era muy bueno con los canjes", recuerda Brandt. "Eso lo aprendió de [el propietario de los Raiders] Al Davis".

Los Jets tuvieron razón respecto a Ellis, quien tuvo impacto como novato. Era un jugador al clásico estilo Parcells: grande, duro, y durable. Jugó 170 partidos en un uniforme de los Jets, más del doble de cualquiera otro de los tres seleccionados de primera ronda.

Ellis recibió una lucrativa extensión de contrato en el 2004, pero no fue retenido cuando se acabó ese acuerdo en el 2011. Al tiempo, dijo que los Jets le mostraron "cero lealtad" hacia él. Ellis mantiene una casa en el área de New York, pero ha perdido el contacto con sus compañeros de draft, dicen ellos.

John Abraham, linebacker, N° 13 global

Resumen de carrera: Jugó 15 campañas repartidas entre Jets, Atlanta Falcons y Arizona Cardinals. Finalizó con 133.5 capturas, colocándose en el puesto N° 13 en la lista histórica de la liga. Fue seleccionado a cinco Pro Bowls y dos equipos All-Pro.

Los Jets amarraron a Abraham y Ellis con una llamada.

Ambos jugadores eran representados por los mismos agentes, Ricky Lefft y Brantley Evans, quienes organizaron una fiesta de draft combinada en un restaurante de Columbia, South Carolina, no muy lejos de donde ambos prospectos crecieron. Cuando los Jets llamaron a Ellis para decirle que lo tomarían, mencionaron que Abraham sería su siguiente seleccionado (un turno adquirido de los Bucs). Estaba sentado junto a Ellis, quien simplemente pasó el teléfono.

Así de rápido, los Jets consiguieron a su nueva dupla de cazadores de quarterbacks.

Abraham era un jugador raro, un dotado jugador que podía presionar por la orilla que produjo doble dígito de capturas en ocho campañas. Su meta original era retirase con los Jets, pero fue canjeado a los Falcons en el 2006. Cree que un arresto por conducir bajo la influencia del 2003 destruyó su relación con el coach Edwards ("Nunca nos llevamos tan bien", dijo), lo que podría haber sido el inicio del final.

La carrera de Abraham resultó buena, pero tuvo un costo físico, Forzado al retiro por una conmoción --dijo que pruebas revelaron dos manchas de sangres en su cerebro--, Abraham experimenta migrañas ocasionales y pérdida de memoria.

"A veces quedó un poco perdido en la vida", dijo Abraham, quien se mudó de su casa y a un departamento porque el espacio más pequeño le ayuda a encontrar objetos como sus tarjetas de crédito y las llaves de su auto. "Hay ciertas cosas que no puedo hacer, y que solía hacer".

Vive una vida callada, dividiendo su tiempo entre Atlanta y Columbia. Su meta es convertirse en mejor padre, crear campamentos de fútbol americano para niños, e iniciar el siguiente capítulo de su vida. Se prometió que tendría nueva dirección para el momento en que pasaran cinco años a partir de que dejara el fútbol americano. Han pasado cinco años.

Mirando atrás, Abraham se pregunta qué hubiera pasado con los Jets.

"Fue duro para todos nosotros dejar a los Jets, especialmente cuando nos fuimos y cómo nos fuimos, porque todos nosotros deseábamos terminar nuestras carreras juntos", dijo, refiriéndose a los otros tres compañeros de primera ronda. "Sabíamos que iba a ser difícil mantenernos juntos y ganar un campeonato. Para cuatro reclutas de primera ronda, eso hubiera sido grandioso".

Chad Pennington, quarterback, N° 18 global

Resumen de carrera: Condujo a los Jets a los playoffs en el 2002, 2004 y 2006. Es cuarto en su lista histórica de yardas por pase (13,738). Condujo a los Miami Dolphins al título de la AFC Este en el 2008 y en dos ocasiones fue nombrado Regreso del Año (2006 y 2008).

Veinte años más tarde, Kiper todavía no puede creer que los Jets obtuvieron a Pennington con el turno N° 18. Lo describió como una estrategia poco convencional.

"Es raro ver a un equipo esperar para tomar a un quarterback que realmente creen es de primera ronda", dijo Kiper. "Esto fue en el 2000, así que no estaban tan locos por los quarterbacks como lo están ahora, pero sentarte allí y arriesgarlo... les resultó".

Parcells dijo que no tenía intención de reclutar a un quarterback, porque estaban cómodos con Vinny Testaverde, con 37 años de edad en ese momento, y un joven Ray Lucas (27), pero sintió que el valor de Pennington era demasiado alto para dejar pasar.

Todos esperaban que los Steelers, en la época previa a la llegada de Ben Roethlisberger, tomaran a Pennington con el octavo turno. "Todos" incluían a Pennington, quien audicionó para los Steelers en su pueblo natal de Knoxville, Tennessee. Los 49ers también mostraron interés, pero lo dejaron pasar con el puesto N° 16.

En la sala de evaluaciones de los Jets, Groh dijo al grupo que se trataba de una oportunidad inusual. Tenía razón; no es común que un equipo de media tabla tiene la oportunidad de tomar al mejor prospecto en la posición de quarterback. Así que jalaron del gatillo, trayendo al chico rubio del campo a la gran ciudad.

"Le debemos mucho a Bill Parcells y a la organización por hacer algo histórico, así", dijo Pennington, hablando del panorama amplio. "Reclutar a cuatro jugadores en una ronda no se había visto, especialmente en la primera ronda. Se necesitó mucha sabiduría y coraje".

Pennington galvanizó al equipo con su inteligencia y liderazgo fogoso antes de ser abruptamente cortado cuando los Jets adquirieron al veterano quarterback Brett Favre en el 2008. Pennington se vio obligado a retirarse en el 2010 a la edad de 34 por múltiples lesiones de hombro. La gente alrededor de los Jets siempre se ha preguntado cómo hubiera sido su carrera en caso de mantenerse sano.

No tiene arrepentimientos; sigue cerca del juego y ama al deporte. Es un coach de preparatoria en Lexington, Kentucky --inició un programa desde cero-- y trabaja como consultor en el programa NFL Legends.

De acuerdo a una nota posterior al draft:

En la quinta ronda, el visor para el medio oeste de los Jets, Jesse Kaye, cabildeó para que el equipo seleccionara a Tom Brady, pese a que ya habían tomado a Pennington. Mike Tannenbaum, un joven ejecutivo parte de la gerencia de Parcells, estaba presente, y recuerda cómo argumentó su caso Kaye, describiendo a Brady como un prospecto subvalorado con gran potencial.

Y bueno, ya sabemos cómo resultó eso.

Anthony Becht, ala cerrada, N° 27 global

Resumen de carrera: Jugó para cinco equipos a lo largo de 12 temporadas, convirtiéndolo en el que má viajó de los cuatro. Totalizó 188 recepciones, N° 12 entre todos los jugadores del draft del 2000.

En una visita previa al draft, se le informó a Becht por parte de Parcells que el plan del equipo era seleccionar a un ala cerrada, ya sea él o Bubba Franks. Cuando vio a Franks ser tomado por los Green Bay Packers en el N° 14, Becht pensó que habría posibilidad de que fuera seleccionado por los Jets en el N° 18.

Su nivel de ansiedad se elevó cuando, con el reloj en marcha en el turno N° 27 (la segunda selección obtenida en el cambio por Johnson), todavía no había escuchado de los Jets. Había una enorme fiesta de draft en el patio trasero de la casa de su familia en Drexel Hill, Pennsylvania, y podía escuchar los murmullos nerviosos entre los asistentes.

"Estaba medio deprimido", recuerda Becht. "Estoy pensando, 'No puedo creer que el coach Parcells me mintió. Esto es loco'".

Becht se enteró cuando se enteraron todos los demás, cuando fue anunciado por televisión. De cierta forma, eso simbolizó su carrera, porque siempre fue un jugador que voló bajo el radar, llevando a cabo la tarea sucia. En el 2004, sus bloqueos en el perímetro ayudar al estelar de los Jets, Curtis Martin, obtener la corona como líder corredor de la NFL.

Aunque nunca obtuvo el status de estrella, Becht está orgulloso de su carrera profesional porque se supo adaptar rápidamente a diferentes sistemas a lo largo de un largo periodo de tiempo.

Como Pennington, Becht se ha mantenido involucrado en el deporte, como analista de fútbol americano colegial para ESPN. También prepara a su hijo, Rocco, un prometedor quarterback de preparatoria en el área de Tampa, Florida. Un día, recientemente, le faltó el aire cuando respondió la llamada de un reportero. Había estado corriendo rutas para su hijo. Sus días como ala cerrada bloqueador se han terminado.

Mirando atrás al draft del 2000, que incluyó una gran selección de tercera ronda en el receptor abierto Laveranues Coles, Becht dijo, "De principio a fin, creo que no volverán a verlo de nuevo, cinco tipos de una clase de draft. Sé que soy subjetivo, pero es difícil de imaginar".

Mike Tannenbaum, director de desarrollo de jugadores profesionales

Relativamente nuevo en el negocio en el 2000, Tannenbaum se encargaba del tope salarial y negociaba contratos para los Jets, significando que era su trabajo firmar a los reclutas de draft. En aquellos días, un contrato de primera ronda era tarea pesada, porque fue antes del sistema de pagos predeterminados para novatos. La orden de Parcells era tenerlos firmados para el inicio del campamento de entrenamiento.

Con el campamento aproximándose, Tannenbaum viajó a Chicago para reunirse con el agente Tom Condon, quien representaba a Pennington, el último recluta sin firmar. Ellos alcanzaron un acuerdo en la víspera del campamento, resultando en una especiada recompensa de parte de Parcells:

Una cubeta con 100 alitas de un restaurante Hooters local.

"Cuando se ponía nervioso, comía", dijo Parcells, riéndose de los recuerdos. "Yo fui un poco así en mis años más jóvenes".

Tannenbaum disfrutó las alitas, pero la mayor satisfacción fue saber que cumplió con su parte. Los cazatalentos observaban, Parcells tomaba las decisiones, y Tannenbaum tuvo a los cuatro reclutas de primera ronda firmados a tiempo para el campamento.

"No quería defraudar a nadie", dijo Tannenbaum, quien también es analista para ESPN. "Fue una sensación de comodidad, pero duró apenas 10 o 15 minutos. El coach Parcells nunca te deja descansar".