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Drew Brees no se arrepiente de volver para jugar esta temporada

El quarterback veterano de los Saints asegura que tomará tiempo para pensar y tomar una decisión sobre su futuro

NEW ORLEANS -- Drew Brees todavía estaba en el campo del Superdome cerca de dos horas después del que probablemente fue su último partido en la histórica casa de los New Orleans Saints.

Drew Brees, quien se espera que se retire después de 20 temporadas, no anunció oficialmente sus intenciones luego de una decepcionante derrota 30-20 ante los Tampa Bay Buccaneers en la Ronda Divisional de los playoffs el domingo. Sin embargo, se aseguró de asimilarlo todo.

Drew Brees y su esposa, Brittany, pasaron tiempo jugando con sus cuatro hijos, algo de fútbol americano y un poco de gimnasia. También platicó con su viejo amigo y rival Tom Brady. Después que los dos grandes mariscales de campo se dieran un abrazo, Brady incluso lanzó un pase a uno de los hijos de Drew Brees, antes de salir caminando rumbo al Juego por el Campeonato de la Conferencia Nacional.

Drew Brees, quien cumplió 42 años de edad el viernes, esperaba alcanzar su cuarto Partido por el Título de la NFC y su segundo Super Bowl este año. En cambio, lanzó tres intercepciones en un partido de playoffs por primera vez en su carrera, mientras Brady y Tampa Bay se recuperaban de una desventaja 20-13 en el tercer cuarto.

"Me voy a dar la oportunidad de pensar acerca de la temporada, pensar en muchas cosas, como hice el año pasado y tomar una decisión", declaró Drew Brees cuando se le preguntó directamente si acababa de jugar su último partido.

Dijo que su actuación el domingo o la forma en que terminó la temporada no influiría en su decisión. Sin embargo, cuando se le preguntó qué influiría en la decisión, Drew Brees respondió, "Me lo guardaré para mí en este momento".

No obstante, Drew Brees agregó que no se arrepiente de volver esta temporada luego que casi se retira después de la campaña del 2019.

"Nunca me arrepentiría. Nunca", sentenció Drew Brees, quien se perdió cuatro partidos en noviembre y diciembre por un pulmón perforado y 11 costillas rotas, pero logró ayudar a los Saints a terminar como el sembrado N° 2 de la NFC con un récord 12-4 antes de su decepcionante final.

"No tengo quejas. No me arrepiento. Siempre he tratado de jugar este deporte con gran respeto y una gran reverencia por él. Y aprecio todo lo que este juego me ha dado", dijo Drew Brees, quien llevó a los Saints a la única victoria de Super Bowl en la historia de la franquicia en el 2009 y tiene el récor de la NFL de pases de yardas aéreas. "Obviamente hay muchos grandes recuerdos, muchas relaciones increíbles que han llegado como resultado de jugar este deporte. Y, vaya, descubres tanto de ti mismo y tienes que pelear mucho cuando juegas este deporte.

"Y diría que esta temporada, probablemente tuve que luchar más que en cualquier otra temporada en mi carrera, desde una lesión, toda la situación del COVID y circunstancias extrañas. Y valió la pena cada momento de ella, sin duda".

El entrenador en jefe de los Saints, Sean Payton, indicó que no podía hablar por Drew Brees y no quiso dedicar tiempo a reflexionar sobre la carrera de Salón de la Fama de Drew Brees todavía.

"Escuchen, creo que eso probablemente sea para otra conferencia de prensa", sentenció Payton. "Eso tomaría todo mi tiempo en tu pregunta esta noche. Obviamente, ha sido fantástico para este equipo, la ciudad, podría seguir y seguir. Pero vamos a esperar y responder eso en el momento indicado".

Otros compañeros, desde el apoyador veterano Demario Davis hasta el joven receptor abierto Tre'Quan Smith, utilizaron la misma palabra cuando se les preguntó lo que Drew Brees significaba para ellos: "Todo".

Si este fue el último partido de Drew Brees, no tuvo la misma despedida de su carrera que tuvieron otros grandes de la historia como John Elway o Peyton Manning. Fue exactamente lo contrario.

Drew Brees completó 19 de 34 pases para apenas 134 yardas con un touchdown en una noche en la que tuvo problemas para colocar el balón campo abajo incluso más de lo habitual. La mayor jugada aérea de los Saints se produjo cuando el quarterback suplente Jameis Winston lanzó un pase de touchdown de 56 yardas en un flea-flicker que New Orleans se robó de los Chicago Bears, quienes lo intentaron contra los Saints una semana antes.

Y Drew Brees no pudo conectarse ni una sola vez con el receptor abierto estelar Michael Thomas en cuatro pases enviados en su dirección. La primera intercepción de Drew Brees, en el segundo cuarto, llegó cuando los Saints iban ganando 6-3 y se quedó corto en su envío a Thomas. El esquinero Sean Murphy-Bunting se lanzó frente a él y estuvo a punto de devolverlo para anotación.

Drew Brees después lanzó otra intercepción en el último cuarto cuando los Saints iban perdiendo 23-20 y el apoyador Devin White se adelantó a Alvin Kamara por el centro del campo. Su tercera intercepción se produjo en un pase desviado cuando los Saints iban perdiendo 30-20 con menos de cinco minutos por jugar.

El ala cerrada Jared Cook también perdió un balón suelto crucial en el tercer cuarto cuando los Saints iban ganando 20-13 y acababan de cruzar el medio campo.

"Diría que es bastante inusual porque predicamos jugar 'fútbol americano ganador'. Y cuando entregas el balón cuatro veces, es no es 'fútbol americano ganador', sobre todo en los playoffs, en especial contra un equipo así", indicó Drew Brees, quien se culpó por las intercepciones.

"Bueno, probablemente no debería haber lanzado un par de ellas y tal vez lo forcé allí. Y probablemente estuvimos un poco fuera en la ejecución general. Pero al final del día, a eso se redujo este juego a esas entregas de balón".