BARCELONA -- El Barcelona apelará la sentencia del juzgado que el lunes le condenó a pagar 8.2 millones de dólares en concepto de salarios no abonados a Matheus Fernandes por despido improcedente el 29 de junio de 2021, cuando el futbolista brasileño mantenía contrato con el club azulgrana hasta el 30 de junio de 2025.
Desde la entidad barcelonista se reconoció a ESPN Deportes que en el club se trabaja ya en el recurso a presentar, entendiendo que el juzgado no atendió los argumentos presentados en el momento en que el Barcelona rescindió el contrato con Fernandes, con quien ya se había acordado el pago de 870 mil dólares en concepto de salario deducido por Covid, por lo que se restarían del montante total de 9 millones 145 mil dólares establecidos en la sentencia judicial.
Los abogados del jugador brasileño, de 24 años y actualmente cedido al Red Bull Bragantino por el Palmeiras, reclamaron al Barcelona 15.9 millones de dólares, incluyendo daños morales por el despido, pero el tribunal desestimó esa parte de la denuncia, estableciendo que solamente debe recibir el salario pendiente hasta la finalización del contrato que se le rescindió y los intereses derivados en la parte proporcional desde su despido.
En contra del Barça el juez no atendió la alegación presentada a través del informe de un preparador físico, Edu Pons, según el cual la rescisión se decidió al comprobar "un descenso progresivo de su rendimiento producto de su mal desempeño en los entrenamientos".
En la sentencia se alude a que desde el club no se avisó al jugador para que mejorara sus prestaciones en los entrenamientos y se afirma que el despido fue una simple decisión empresarial para no mantener en nómina al futbolista, que había sido fichado por Josep María Bartomeu.
La directiva de Joan Laporta, en cambio, mantiene que existen evidencias de que el rendimiento de Matheus fue en franco descenso desde que llegó al club, tras media temporada inicial cedido al Valladolid, para argumentar su decisión de romper el contrato.
FICHAJE CALAMITOSO
Matheus Fernandes fichó por el Barcelona en enero de 2020, procedente del Palmeiras y por 7 millones de euros, un año después de que el club paulista pagó por él la mitad al Botafogo y tras jugar apenas doce partidos, solo la mitad como titular.
Estos precedentes ya provocaron extrañeza alrededor del Camp Nou, que aumentaron después de que en su primera media temporada en Europa, cedido al Valladolid, el mediocampista brasileño tomara parte solamente en tres partidos... Y fuera incluido en el verano de aquel año en la primera plantilla azulgrana, comandada por Ronald Koeman.
Convertido en el primer futbolista fichado durante este siglo que no llegó ni siquiera a ser presentado oficialmente y a pesar de contar con ficha y dorsal del primer equipo (por obligación contractual en el momento de su fichaje), el técnico neerlandés le dejó claro que no iba a contar con él al comenzar la temporada y de hecho apenas si jugó 17 minutos en un partido de Champions League, intrascendente, frente al Dynamo Kiev en Ucrania.
Al acabar la temporada Koeman trasladó a la directiva, ya comandada por Joan Laporta, la necesidad de desembarzarse de Matheus, a quien el club no le encontró una salida ni en forma de traspaso a bajo precio ni tan solo en condición de cedido, por lo cual dos días antes de acabar la temporada oficial decidió cortar por lo sano y rescindir su contrato para así ahorrarse su salario de las siguientes cuatro temporadas (algo más de 7.5 millones de euros en total) aun sabiendo que el tema acabaría en los tribunales.