BARCELONA -- Jordi Alba termina su contrato con el Barcelona al finalizar la próxima temporada y ante el inmovilismo de la institución azulgrana para tratar la renovación, su nombre ha comenzado a circular en los planes de futuro de otros clubes. La Juventus, de acuerdo con informaciones procedentes de Italia, en último caso.
El lateral catalán, que cumplirá 30 años en marzo de 2019, cumple su séptimo curso en el Barça, con el que lleva disputados 257 partidos oficiales y tiene la consideración de fijo en las alineaciones. Sin embargo, y a diferencia de otros futbolistas como Busquets, Rakitic, Piqué o Sergi Roberto, ha entrado en la penúltima temporada de contrato sin que el club le haya citado para tratar una prolongación y mejora que se daba por supuesta.
El caso se arrastra desde noviembre de 2016, cuando el entonces director de fútbol del club Raül Sanllehí dio por hecha una “adecuación y prolongación” del contrato del jugador. Las palabras del antiguo ejecutivo azulgrana quedaron en nada y la primavera de este año el agente del jugador, Vicente Forés, lamentó la situación avisando que llevaba “año y medio esperando” y denunciando que “no entendemos qué pasa”.
Aquel episodio ocurrió poco después de que se hicieran oficiales las renovaciones de Sergi Roberto y Gerard Piqué, lo que molestó de sobremanera a Alba... Quien acabó el curso con la noticia del acuerdo con Umtiti y, hace pocas semanas, contempló cómo se cerraba también el caso de Busquets sin que nadie del club se dirigiera a él para iniciar ningún tipo de contacto.
“Queremos que siga. Hablaremos con él pero no es una necesidad urgente porque tiene dos años (en realidad es uno y medio) más de contrato”, afirmó la última semana Pep Segura, manager deportivo del Barça sin entrar en más detalles pero, ahí se destaca el problema que se avecina, solventando que el club está decidido a poner freno a la escala salarial de la plantilla en las próximas conversaciones con los jugadores. Y siendo Alba el único de la columna vertebral afectado por este anunciado cambio de política es fácil adivinar que la situación corre el peligro de enquistarse.
VALORADO
Si hace algunos meses la revista France Football deslizó que el PSG estaría interesado en negociar el fichaje del lateral catalán (finalmente incorporó a Juan Bernat desde el Bayern Munich), el nombre de Jordi Alba ha sido recurrente en el entorno de otros grandes europeos en los últimos meses.
Su excelente regularidad mostrada en el Barcelona, a pesar de las diferencias evidentes con un Luis Enrique que sorprendió al llegar a la selección española dejándole fuera de sus primeras convocatorias, ha provocado que su nombre se asociara con el Manchester United o el Arsenal en Inglaterra y que, también, estuviera en el punto de mira del Calcio.
Si durante la pretemporada se especuló con un interés del Inter de Milán, ahora es la Juventus la que ha aparecido en el plano. De acuerdo con lo publicado por Tuttosport, la Vecchia Signora estaría tras la pista del jugador con vistas a incorporarlo en el verano de 2020, con la carta de libertad y siguiendo una política de fichajes que tan buen resultado le ha dado en los últimos años.
El club italiano fichó sin coste el último verano a Emre Can, procedente del Liverpool, tal como en cursos pasados hizo con Dani Alves, Sami Khedira, Kingsley Coman, Paul Pogba, Fernando Llorente, Andrea Pirlo o Fabio Cannavaro.
Jordi Alba ha proclamado por activa y por pasiva que su deseo es “seguir en el Barça” pero no está dispuesto a hacerlo a cualquier precio y ante la negativa del club a tratar su renovación en un plazo corto de tiempo no sería descartable que provocase un auténtico terremoto cambiando de parecer y, como en su día hizo Víctor Valdés, anunciase su negativa a renovar para marcharse libre al acabar su contrato.