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Neymar y Griezmann podrían desestabilizar al Barça

BARCELONA -- El FC Barcelona explora nuevas vías de financiación, con evidente urgencia, para hacer frente a lo que se sospecha un nuevo incremento de la masa salarial de la primera plantilla, el desarrollo del ‘Espai Barça’ con la remodelación del Camp Nou y la necesidad de mantenerse en la primera línea del fútbol mundial.

En ese contexto, la operación refuerzos con los nombres de Griezmann y Neymar en el primer plano cobra especial relevancia y provoca preocupación entre los ejecutivos que contemplan, más allá del gasto al que se enfrentaría el club, un aumento de los salarios de difícil encaje a la vista de que en el último presupuesto ya sumaban 565 millones de euros, lo que ocupaba un 62 por ciento del total del club.

Aumentar los ingresos por derechos de televisión se entiende muy dificultoso a corto plazo, trabajándose en la confección de programas propios con la participación de los cracks para vender a diversas plataformas y, también, explorándose otras opciones entre la que ha destacado la confirmación de la gira por Estados Unidos, un estorbo en la preparación deportiva de la pretemporada pero un excelente negocio financiero.

Y a ello se sumarían nuevas campañas publicitarias y la entrada de más patrocinadores en el intento de convertir los problemas en oportunidades.

Trabajando a todo ritmo en la búsqueda de una empresa dispuesta a pagar más de 300 millones de euros por sumar su nombre al del Camp Nou y que ha tenido varios intentos no consumados, en los cinco últimos años el club ha multiplicado el valor de sus patrocinadores pero ahora necesita un nuevo empujón. Y definitivo.

En ese estado de entiende también la firma por parte del club a principio de 2019 con dos aseguradoras de Estados Unidos de sendas emisiones de deuda por un valor de 140 millones de euros.

DIFICULTAD

El fichaje de Griezmann, estimado en una inversión de 120 millones de euros, motivará un gasto añadido anual superior a los 30 millones atendiendo a que el francés firmará un contrato con los mismos acuerdos pactados la pasada temporada y que se sumarán a los aproximadamente 20 millones que costará por temporada el salario de Frenkie de Jong. Y si ambos ya motivan preocupación, observar la posibilidad de sumar a Neymar dispará esa inquietud alrededor del Camp Nou.

No es extraño que en el club azulgrana se mantenga un silencio sepulcral al respecto del futbolista brasileño, catapultado al plano más por el entorno periodístico de la entidad que por ella misma, existiendo muchas dudas a cómo podría hacerse frente a todo lo que representaría la incorporación del futbolista del PSG.

En el club francés Neymar tiene unos emolumentos netos, de acuerdo a lo desvelado por Football Leaks de 36 millones de euros entre salario e incentivos y por más que rebajase sus exigencias para regresar al Barça, se entiende que nunca le costaría menos de 48 millones anuales, lo que dispararía el grueso de la masa salarial del primer equipo azulgrana… Obligándole a adelgazar de manera evidente.

FINANCIACIÓN… INGRESOS Y AHORRO

Ahí se entiende el deseado traspaso de Coutinho, el rumor continuo alrededor de Umtiti, el ruido con Rakitic y la suma de no pocos nombres de jugadores que no se entenderían intocables en la plantilla con el objetivo de hacer espacio para los salarios de quienes lleguen.

Además de los ingresos necesarios en sus traspasos para poder hacer frente al pago de los fichajes. Si desde Francia se especula con que el PSG no aceptaría traspasar a Neymar por menos de 300 millones de euros se entiende la dificultad enorme a la que se enfrenta el Barça, que apenas podría hacer frente a tamaña operación si el club parisino aceptase encajar en la misma a, por lo menos, Coutinho. Y dando por hecho que el brasileño estuviera dispuesto a entrar en ella.

Porque a pesar de los rumores y especulaciones varias, a pesar de los avisos y de las ilusiones que pudieran existir, encajar los más de 75 millones anuales que costarían los salarios de Ney y Griezmann a una plantilla en la que Messi por si solo ya supera esa cifra y Suárez, Piqué, Busquets, Dembélé, Alba o Ter Stegen cuestán por encima de los 25 se entiende de una dificultad máxima y desconocida hasta la fecha.