<
>

Las claves del partido: cómo lastimar a Croacia y de qué cuidarse

La Selección Argentina buscará el pasaje a la final de la Copa del Mundo de Qatar 2022 este martes ante Croacia, en un duelo que será sin dudas muy difícil. Los europeos vienen de ser subcampeones del mundo en Rusia y en Qatar llegan tras eliminar nada menos que al siempre favorito Brasil.

Es un equipo duro el que dirige Zlatko Dalic, físico, compacto, pero que ha mostrado a lo largo del certamen desajustes que permiten la ilusión albiceleste.

Si bien la dupla central se entiende y jugó todos los partidos del Mundial (está formada por Lovren y Gvardiol) sufre cuando el juego es a uno o dos toques y por abajo. Brasil llegó al gol con Neymar tirando paredes por el centro de la defensa; y antes del tanto, así lo había complicado el conjunto sudamericano.

Si la Argentina aprovecha esa zona con Messi-Julián-Alexis o Di María, a un toque y buscando el pase filtrado, tendrá chances de lastimar al buen arquero Livakovic.

Los espacios que dejan los laterales cuando buscan sumarse al ataque también pueden ser una tentación para los argentinos: por derecha o por izquierda, si Argentina recupera a Di María tendrá oportunidades de desnivelar.

También podrá hacerlo con Nahuel Molina (así llegó el primer gol contra Países Bajos), y aunque en este caso no estará Acuña por haber llegado al límite de amarillas, Tagliafico puede ser una buena opción por la izquierda.

En cuanto a Croacia, la gran figura es Luka Modric. A los 37 años el jugador de Real Madrid es el cerebro del equipo: el Messi que tienen los croatas. Juega y hace jugar, distribuye el balón, tiene buena pegada y también retrocede y marca cuando el partido lo exige. Es fundamental controlarlo para no sufrir, ya que por él pasan la mayoría de los ataques.

La Argentina tuvo ya la experiencia de Rusia 2018, donde Modric clavó un golazo desde afuera del área en el 3 a 0 por la fase de grupos que dejó al equipo dirigido en ese entonces por Sampaoli tambaleando de cara a los octavos de final.

El arquero Dominik Livakovic fue clave en los penales (ante Japón y Brasil) y habrá que anotar ese detalle si se llega a esa instancia. De todos modos, ante Brasil también sostuvo el resultado cuando los pentacampeones atacaban y buscaban el gol.

De los dos laterales, Juranovic es el que más suele subir por la banda derecha. Lovren (Zenit de Rusia) es la voz de la experiencia con sus 33 años, pero comparte la zaga central con el joven Gvardiol, de 20, el hombre de la máscara que juega con aplomo pese a la juventud.

Marcelo Brozovic es el volante central del equipo, con corte, marca y distribución, mientras que Kovacic tiene mucha movilidad en el medio llegando al área rival. Pasalic se mueve por la derecha del ataque, y Perisic por la izquierda.

Este último, exInter y hoy hombre de Chelsea, es uno de los más experimentados y el que busca el desequilibrio permanente por su banda, más allá de la movilidad que tiene por todo el carril. Es otro punto importante a controlar.

Las dos selecciones vienen muy parejas a este partido. Con varios protagonistas que se volverán a ver las caras tras el Mundial de Rusia. Pero en este caso con una Selección Argentina que lejos de llegar en crisis, como hace cuatro años, aparece en un gran momento.