Perturbado, molesto y protestón. Gritó, gesticuló e intercambió palabras con los árbitros. Sentado en una heladerita, Marcelo Bielsa vivió a su manera las primeras dos presentaciones de Uruguay en el Preolímpico Sub 23 que se juega en Venezuela.
La Celeste perdió en ambos encuentros, y más allá del triunfo en el tercer juego ante Perú, quedó eliminada. Bielsa asumió el riesgo de conducir a una Selección Sub 23 que parece maldecida. Los antecedentes eran elocuentes: sobre 13 procesos clasificatorios, Uruguay había logrado su objetivo en una sola oportunidad, pero resulta que la AUF desistió de concurrir al torneo. La última vez que la Celeste fue a los JJOO fue en Londres 2012, pero clasificó a través de la Sub 20.
¿Qué pasa con la Sub 23? ¿Por qué no logra clasificar a los Juegos Olímpicos?
La Selección Sub 23 es incómoda. Primero, porque sus competiciones no forman parte de la organización de la FIFA, sino que están asignadas al Comité Olímpico.
Y después está el tema de la preparación. “Si no hay obligación para dar los futbolistas para un campeonato del mundo Sub 20, ¿quién los cede para un Preolímpico? ¿Usted le pediría a Pereiro a Nacional para el Panamericano, o Nández a Peñarol o a Arambarri a Defensor? ¿Cómo junta usted una Selección de jugadores de 22 años? ¿Basados en la última Sub 20? ¿Hace venir de Europa a algunos para jugar el Preolímpico?”, se preguntó alguna vez Oscar Tabárez cuando estuvo al frente del proceso de Selecciones.
Uruguay fue campeón olímpico en París 1924 y Ámsterdam 1928, dos medallas que forman parte del rico historial de la Celeste. Pero a partir del momento en que se jugó un torneo para clasificar, la Celeste sufrió más de la cuenta.
La maldición celeste
A juzgar por los antecedentes, Marcelo Bielsa se metió en un lío cuando tomó la conducción de la Sub 23. Está claro que nadie lo obligó, pero fue a dirigir un torneo Preolímpico cuyas reglas se fueron modificando. Así como al inicio no se aceptaba a ningún jugador profesional, ahora no hay inconvenientes. Pero los clubes no tienen la obligación de ceder a sus jugadores. Bielsa sufrió el mal con la baja de Cristian Olivera que realizó la preparación con el equipo y, a pocos días del viaje a Venezuela, su club no lo cedió.
Los antecedentes de Uruguay en el Preolímpico no son buenos. El primer torneo fue el de Lima 1960 y el equipo uruguayo no participó del certamen.
La Celeste jugó su primer torneo en 1964, otra vez en la capital de Perú, y no logró clasificar a los Juegos Olímpicos.
Cuatro años después, en Colombia, el equipo uruguayo quedó en la puerta de la clasificación y quedó eliminado por apenas un punto.
De cara a los Juegos de Múnich 1972, Uruguay no logró superar la fase inicial del Preolímpico disputado en Colombia en 1971.
En Recife 1976, Uruguay hizo una gran campaña de la mano del técnico Walter Brienza y clasificó por primera vez a los Juegos. Sin embargo, la AUF desistió de participar del torneo por no estar de acuerdo con el criterio impuesto por el Comité Olímpico Internacional para la elección de los jugadores.
El artículo 26 del reglamento señalaba que: “Cada competidor no debe haber firmado contrato”. Y otro gran detalle fue el dinero que debían percibir los jugadores. Eso no fue debidamente resuelto a nivel interno y Uruguay terminó renunciando a los Juegos Olímpicos.
En 1980 y 1984, Uruguay desistió de participar del Preolímpico, volviendo en Bolivia 1987 donde no pasó la serie inicial.
En Asunción 1992, bajo la dirección técnica de Luis Cubilla, los celestes fueron superados en la ronda final por Paraguay y Colombia. Lo mismo ocurrió en Mar del Plata 1996, donde también concurrió el DT de la Selección mayor, Héctor Núñez.
Para Sydney 2000, Uruguay ganó con un puntaje ideal la serie B disputada en Cascavel, pero quedó afuera en la ronda final.
En el año 2004 el equipo fue dirigido técnicamente por Juan Ramón Carrasco que también padeció la maldición. La Selección de JR quedó eliminada sin ganar un solo partido.
Para los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012, no se jugó el Preolímpico y las clasificaciones se dirimieron en el Sudamericano Sub 20. Allí la Celeste logró su ansiado regreso a los JJOO cuando la Sub 20 que conducía Juan Verzeri logró la clasificación en el Sudamericano de Perú 2011.
En el año 2020 se retomó la disputa del Preolímpico. Uruguay concurrió al certamen bajo la dirección técnica del entrenador de la Sub 20, Gustavo Ferreyra, y pese a clasificar a la ronda final, no logró llegar a los Juegos.
Esta vez, fue el turno de Marcelo Bielsa, el técnico argentino que conduce los destinos de la Selección mayor, que se metió en el lío y padeció el síndrome de la maldición de la Sub 23 de Uruguay.
La Sub 23 celeste en el Preolímpico
Perú 1960
No participó
Perú 1964
No clasificó, terminó quinto
Colombia 1968
No clasificó por un punto
Colombia 1972
No clasificó, eliminado en primera fase
Brasil 1976
Clasificó, pero la AUF desistió de ir a los Juegos
Colombia 1980
No participó del torneo
Ecuador 1984
No participó del torneo
Bolivia 1987
No clasificó, eliminado en primera fase
Paraguay 1992
No clasificó, eliminada por diferencia de goles
Argentina 1996
No clasificó
Brasil 2000
No clasificó
Chile 2004
No clasificó
Colombia 2020
No clasificó
Venezuela 2024
No clasificó, eliminado en primera fase