Un año y cinco días de diferencia. Una ciudad, un amor y una pasión los unen. Lionel Messi y Ever Banega se conocen desde muy chiquitos. Se enfrentaron muchas veces en los torneos infantiles de Rosario. Newell's Old Boys fue el punto de partida para ambos, pero nunca pudo juntarlos. Y sus brillantes carreras futbolísticas los separaron a través de los años y los kilómetros. La Selección Argentina terminó siendo, hasta ahora, la camiseta que le cumplió el sueño a los dos cracks de compartir un campo de juego.
Rosario siempre los tuvo cerca
Con apenas 4 años (1991), Leo empezó a jugar en el Abanderado Grandoli, el club que estaba a pocas cuadras de su casa. Mientras que Éver se inició en el Alianza Sport de Rosario, clásico rival del de Messi. Es decir que, desde sus comienzos, el fútbol los enfrentó.
"Llegamos a enfrentarnos en varios partidos, pero menos mal que se fue pronto porque siempre nos pintaba la cara... Ya se veía que era un crack...", contó alguna vez Banega.
Más tarde, ambos iban a recalar las inferiores de Newell's, pero en distintos momentos. Con sólo 13 años, Messi voló al Barcelona, mientras que Ever fue llevado por Jorge Griffa a las categorías menores de Boca Juniors. Y sus caminos empezaron a abrirse.
Bajo la misma bandera
En el 2004, gracias a las gestiones de José Pekerman, Messi empezó a vestir la camiseta argentina antes de que España "se lo llevara". Recién en el 2007, Banega´fue convocado por primera vez por Hugo Tocalli a la Selección Sub 20 con la que fue campeón mundial de la categoría, algo que La Pulga había conseguido dos años antes. Para ese año, Messi ya estaba jugando en la Mayor.
El encuentro de los viejos conocidos se hizo esperar pero llegó: fue en la Sub 23 que conducía Sergio Batista y los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 disfrutarían de un equipo con futuras estrellas como los dos rosarinos además de Sergio Romero, Ángel Di María, Ezequiel Lavezzi y Sergio Agüero.
Y le dieron al país su segundo oro olímpico en fútbol y la base de una generación de jugadores que brillaría en la Albiceleste por muchos años.
El debut de Banega en el equipo nacional absoluto fue en 2008, pero recién entre 2010 y 2011 empezó a ser habitual que fuera convocado. De todas formas, las lesiones descontinuaron en gran medida su presencia. No obstante, compartieron con Messi amistosos, Eliminatorias Sudamericanas (2011-2017) y Copas Américas (2011, 2015 y 2016).
La ausencia de Ever en la lista definitiva de Alejandro Sabella para el Mundial 2014 fue una de las grandes sorpresas, pero tuvo revancha (por así decirlo) en el caótico Mundial de Rusia 2018, en el que Argentina se despidió demasiado rápido. Aquella eliminación en octavos de final ante Francia fue la última vez con ambos jugando para el mismo equipo.
En Europa, siempre rivales
Messi desarrolló la mayor parte de su carrera en España, Barcelona, precisamente, sin haber pasado por la Primera en Argentina. Entre 2004 y 2021 ganó todos los títulos que se pueden conseguir con un club y se convirtió en una de las máximas estrellas del deporte de todos los tiempos.
Banega se fue campeón de la CONMEBOL Libertadores con Boca Juniors a Valencia y, desde 2008 hasta el 2020 (excepto por un semestre en Newell's en 2014 y la temporada 2016/17 en Inter Milán) le tocó tener que enfrentar a su amigo, como cuando eran chicos. Y como un déjà vu, también tuvo que verlo salir victorioso, porque ya era todo un crack.
"Me fue más mal que bien. Se sufre, pero también se disfruta”, asumió el volante.
Con el equipo Che, Atlético Madrid y Sevilla, Ever fue rival de Leo. Ganó una Copa del Rey, mientras que Barcelona celebró cuatro UEFA Champions League, tres Mundiales de Clubes y varias ligas, copas y supercopas.
"Jugando en contra, lo querés matar. No lo podés agarrar, te juega por todos lados, se mueve libre y siempre te crea una situación de gol. Tarde o temprano, siempre te va a meter un gol y te va a ganar el partido. Por otra parte, tenerlo al lado en la selección es un orgullo porque es un fenómeno como jugador y como persona. Nos facilita las cosas a todos", explicaba Banega en 2011.
Dentro del campo siempre enfrentados, fuera del césped, cada cruce fue una oportunidad para encontrarse, saludarse y tratar de ponerse al día, como refleja aquella foto de ambos que se viralizó: sentados en los pasillos del Camp Nou, charlando sonrientes.
"Con toda honestidad, él nunca cambió. Donde sea que nos encontremos, nos damos un abrazo y no hablamos sobre fútbol, hablamos sobre nuestras familias y cómo estamos", contó Banega sobre esos cruces como contrarios.
La partida de Banega al Shabab en 2020 separó sus carreras hasta ahora.
Otra vez Newell's y Rosario
Como hace 10 años, Ever decidió con el corazón y dejó los millones que le pagaba Arabia y retornó a Newell's, para darse otro gusto y, quizás, finalizar su carrera. Un anhelo que comparte con Messi, aunque Barcelona siempre pareció ser ese último destino y hoy, los dos se ven bastante lejos, con el cambio de vida que eligió Leo en el Inter Miami.
No obstante, un amistoso, una pretemporada, allá en Estados Unidos, será una nueva excusa para que los dos rosarinos de corazón rojinegro vuelvan a cruzarse en un campo de juego y, quizás sólo quizás, le cumplan el sueño a miles de leprosos, de verlos a ambos con la camiseta de sus amores.