España se marchará el jueves a Rusia con tantas dudas como certezas.
El empate ante a Suiza mostró la posición de debilidad a la que están siempre expuestos los porteros, capaces de salvar a su equipo con intervenciones geniales, pero señalados por errores como el que cometió David De Gea y que provocó el gol suizo.
Sin embargo, a la Roja le penalizó tanto o más su propia incapacidad en ataque, donde echó en falta el acierto en el remate final. ¿Dónde está el ‘9’?
Julen Lopetegui tenía dónde escoger y resolvió dejar fuera del Mundial a jugadores como Morata, penalizado por su irregular temporada en el Chelsea, o Gerard Moreno, cuyo poco impacto mediático pesó mucho más que su excelente curso en el Espanyol.
El director técnico eligió a Diego Costa y con él a Iago Aspas y Rodrigo y la primera prueba evidenció que el equipo español deberá mejorar, y mucho.
El seleccionador apostó por la pareja Costa-Aspas y la prueba fue un auténtico fiasco. Fuera de sitio, atolondrado, tímido y perdido, Iago Aspas no hizo recordar en nada al que tan buen curso realizó en el Celta, abandonando el campo tras una primera mitad muy alejada de lo esperado.
Las cosas no le fueron mejor a Diego Costa. El delantero del Atlético de Madrid ofreció la pelea habitual, se movió con ganas e intentó jugar de primera con la segunda línea cuando recibía el balón de espaldas a la portería, pero en el remate también anduvo fallón, inconstante y desplazado.
Al buen trato de balón que mostró el equipo español con Thiago, Koke, Iniesta y Silva le faltó encontrar la compañía definitiva en la punta de ataque y provocó que entre la hinchada, y alrededor del vestuario, comenzase a escucharse el nombre de Morata, cuyo descarte en la lista de la selección que acudirá al Mundial puede acabar siendo más noticia de lo que desearía el seleccionador.
De momento, ante Suiza, quedó claro que España tiene juego, criterio y un armazón de excelentes condiciones. Le penalizó un error, humano por muy grave que pudiera ser, de De Gea, pero, más aún quedó de manifiesto que debe encontrar los automatismos necesarios para que el ‘9’ aparezca como necesita.
Y con urgencia.