La liga de fútbol japonesa anunció este martes la suspensión hasta el 15 de marzo de todos los partidos oficiales, incluidos los de la primera, segunda y tercera división, para combatir la propagación del nuevo coronavirus.
El aplazamiento afecta a 94 encuentros que debían disputarse hasta mediados del próximo mes, entre ellos 27 de la primera división, y responde al aviso de los expertos de que las próximas dos semanas son cruciales para contener una mayor propagación del virus, explicó el presidente de la J-League, Mitsuru Murai, en una rueda de prensa.
"Haremos lo posible para cooperar" en la contención, dijo Murai.
Es la primera vez que la J-League pospone encuentros por un virus. Sí lo ha hecho con anterioridad por fenómenos naturales como tifones o tras el terremoto y el tsunami de 2011.
El anuncio se produjo horas después de la suspensión hasta dicha fecha de los encuentros de la Copa Levain previstos para esta semana como medida contra la propagación del COVID-19, que por el momento ha causado unos 850 contagios en Japón, la mayoría de ellos en el crucero Diamond Princess que fue declarado en cuarentena.
La temporada 2020 de la J-League, para la que el Vissel Kobe del español Andrés Iniesta es uno de los máximos favoritos, arrancó el pasado fin de semana y se disputa hasta principios de diciembre.
El arranque de la temporada tuvo lugar con la puesta en marcha de medidas como la instalación de dispensadores de gel desinfectante en los estadios y la prohibición por parte de algunos clubes de entonar cánticos entre los aficionados para animar a su equipo.
La decisión de la liga nipona sucede a la cancelación de otros eventos deportivos previstos para fechas próximas en Japón debido al temor a la propagación del COVID-19, entre ellos un campeonato internacional de boccia (un deporte paralímpico) o un partido amistoso entre su selección de fútbol sub-23 y la de Sudáfrica.
Además, el maratón de Tokio, uno de los grandes del Maratón Mundial (WMM) y programado para el 1 de marzo, se correrá únicamente con la participación de unos 200 atletas de élite, en lugar de los 38.000 corredores inscritos, por decisión de los organizadores.