Este lunes los jugadores de los Marlins despertarían temprano. La mayoría decidiría no desayunar para dormir unos minutos adicionales, como suelen escoger algunos peloteros. Bajarían de sus habitaciones, uno por uno, para reunirse en el autobús que los estaría esperando en las afueras del hotel en Philadelphia. El domingo ganaron. La pelota voló del Citizens Bank Park en varias ocasiones: primero, truquito de magia del venezolano Jesús Aguilar, en el segundo episodio, Rojas, Anderson y Dickerson siguieron el camino. El zurdo Stephen Tarpley se quedó con la victoria. Era momento de regresar a casa, para esta noche en el Marlins Park, aumentar el récord positivo ante los Orioles de Baltimore.
Pero no fue así. Los Marlins nunca bajaron de las habitaciones. El autobús nunca tomó rumbo al aeropuerto. El avión del equipo jamás despegó. El CEO del conjunto de la Florida, uno de los otrora cuatro fantásticos de los New York Yankees, Derek Jeter, ha tenido que hablar más veces de las que le hubiese gustado. De temas que, definitivamente, no le gustan. Once de sus muchachos han dado positivo este lunes. Dos miembros del staff, más cuatro nombres que surgieron el domingo. Un brote en toda la regla.
Los planes de viaje cambiaron radicalmente. Un día más en Philly, mientras todo el staff pasa por las pruebas del COVID. Los Marlins pasan cuarentena voluntaria, mientras que Baltimore que ya estaba en Miami, regresaría a casa esta noche, según informó Jeff Passan de ESPN.
Una de las principales características de esta enfermedad es el efecto dominó. Uno que desestimó MLB al aprobar la temporada. Porque más vale corta que nada. Porque más vale dinero en el bolsillo. Y así los Yankees no podrán pisar el clubhouse visitante del Citizens que, por supuesto, tuvo que ser desinfectado a la salida de la visita. Eso se traduce al español como otro juego pospuesto.
La oficina del Comisionado tenía dos opciones: mirar hacia ese posible escenario, que este lunes ha dejado de ser ficticio para convertirse en una noticia más que preocupante dentro de las Grandes Ligas. O ignorarlo. Por eso el relevista de los Rockies Tim Collins, decidió irse a casa. Por eso David Price no consideró ni siquiera jugar. “¿Se acuerdan cuando Manfred dijo que la salud de los peloteros era lo principal? Una de las razones por las cuales estoy en casa en este momento es porque la salud de los jugadores no fue puesta como prioridad”, dijo Price.
Razón tiene en señalar, además, que eso aún no ha cambiado. Tanto, que fuentes indican que MLB no tendría planes de cancelar la temporada, ¿dónde escuchamos ya eso? Veremos, entonces, cuál es la pieza que tranca este efecto dominó. Larga vida a MLB, pero sobre todo larga vida -y sobre todo salud- a sus peloteros.