Termina un año con escenarios impensados para James Rodríguez. Con pocos minutos en cancha, lejos de la competencia top en clubes y sin influencia en la Selección Colombia tras un año por fuera.
Acostumbrada a otro tipo de futbolistas, la liga de Qatar aún no comprende su técnica. Cada vez que tomó la pelota vino una patada o una infracción brusca. Al cuarto partido dijo basta. Exageró su protesta por el juego fuerte y lo expulsaron por reclamar.
Condicionado por las lesiones se las arregló con su fútbol diferente para mantener nivel en la Premier League siempre respaldado por el técnico Carlo Ancelotti. Su renovación por un año más se daba por hecha, hasta que se cruzaron fantasmas del Real Madrid. Zinedine Zidane dejó la casa blanca, lo reemplazó el italiano y en un parpadeo Rafa Benítez se convirtió en su nuevo DT.
Una coincidencia desafortunada con el final que se esperaba. James dejó el equipo ignorado por el español y sin ofertas en un mercado por el que pasó desapercibido para mantenerse en la élite. Apareció Al Rayyan como la última opción para volver a jugar y encaminar su regreso a la Selección Colombia. Después de esa tarjeta roja reapareció el día de navidad contra Qatar SC por la fecha 10 de la liga. Completó 433 minutos y un gol en cuatro partidos.
La Selección también resultó un evento desafortunado en el inicio del ciclo de Reinaldo Rueda. En principio estuvo convocado para la Eliminatoria y Copa América en mitad de año. Horas después fue desafectado por problemas físicos que desmintió en un cruce de comunicados.
“Me llena de profunda decepción, por lo que para mí significa jugar por mi país. No recibir la confianza de parte del cuerpo técnico rompe con todo y me genera enorme dolor”, explicó el 10.
Las heridas sanaron en noviembre para la última fecha de Eliminatoria. El DT lo citó para los partidos contra Brasil y Paraguay. Disputó 92 minutos entre Sao Paulo y Barranquilla lejos del rendimiento ideal. Reencontrarse con la Selección fue un alivio en una temporada difícil.
De nuevo en competencia con su club, se da como fija su convocatoria para el amistoso del 16 de enero contra Honduras en Estados Unidos y para retomar la Eliminatoria ante Perú y Argentina la última semana de ese mes. Colombia lo necesita. El sueño de un tercer Mundial consecutivo lo inspira. ¿Seguirá en Qatar para lograrlo?