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"Rama" busca la consagración

BUENOS AIRES (ESPNdeportes.com) -- No tuvo una brillante carrera como futbolista profesional, ni acumuló grandes lauros como entrenador, sin embargo, su nombre suele aparecer en la lista de candidatos cada vez que un técnico deja su cargo.

Carlos Ramacciotti o "Rama" como le dicen, nació en Rosario, provincia de Santa Fe, el 29 de mayo de 1955, y su paso por el fútbol profesional fue fugaz.

Este zurdo, de buena técnica y con visión de campo, se inició en las inferiores de Newell's y pasó allí los siguientes 15 años. Se desempeñó como segundo marcador central y luego como lateral izquierdo. Compartía el campo con Giusti, Roque Alfaro y Américo Gallego, entre otros. Haberse perdido una convocatoria para un seleccionado juvenil, porque debía cumplir con el servicio militar, sumado al duro golpe por la muerte de su padre, lo hizo querer dejar todo.

Finalmente decidió continuar, pero en el fútbol del interior, que según él, le redituaba más económicamente, pero lo alejaba del nivel más alto.

Así pasó por Godoy Cruz de Mendoza, Atlético Ledesma de Jujuy y Central Norte de Salta. También tuvo revancha en la selección de menores, en la que participó entre 1972 y 1973.

Más tarde, regresó a su provincia natal donde alcanzó a meterse en la Primera división (1982/83), como uno de los líderes, dentro y fuera del campo, de Renato Cesarini. Sólo jugó 10 partidos entre los grandes y colgó los botines para iniciarse como entrenador, en el mismo club.

Continuó en Central Córdoba entre el '89 y el '02 en la Primera B (campeón 90/91) y la B Nacional. Pasó por Aldosivi de Mar del Plata en la temporada 98/99, además de un paso fugaz por Independiente de Rivadavia, donde también fue manager.

Pero "Rama" no sólo recorrió el país, sino que hizo sus experiencias en el exterior, en Deportivo Cuenca, 1996 (Ecuador), América (México), Blooming, 2000 (Bolivia) y El Nacional, 2001 (Ecuador).

En el fútbol grande de Argentina, Ramacciotti estuvo al frente de Gimnasia y Esgrima La Plata en la temporada 92/93, donde hizo dupla con Edgardo Sbrissa. Regresó al Lobo platense en el 2001 y lo clasificó a la Copa Sudamericana 2002 y Libertadores 2003. Pero pese al éxito, en diciembre del 2003 renunció a su cargo alegando: "Me voy. No quiero ser una molestia para los dirigentes del club".

Como técnico de Lanús, en el Apertura y Clausura 2004, realizó una campaña respetable: de 35 partidos, ganó 10, empató 13 y perdió 12. Y otra vez eligió irse.

Su relación con Belgrano de Córdoba se inició en la temporada 93/94, en su primera etapa como DT y tuvo una segunda parte en el 2001. En ambas ocasiones, llegó a un club en crisis, asediado por el descenso, y logró enderezar el rumbo y mantenerlo en la "A".

Y no hubo dos sin tres. "El trabajo es el mismo que hicimos siempre, pero con mucha alegría, muchas ganas de trabajar, sin jerarquías", dijo "Rama" en su nueva asunción, el 2 de noviembre de 2005. No le fue nada mal: tras igualar el primer puesto del Clausura 2006 de la B Nacional con Nueva Chicago, consiguió el ansiado regreso a primera, tras la disputar la promoción.

Estuvo a punto de irse luego de lograr el objetivo; incluso, ya sonaban algunos nombres para sucederlo. Sin embargo, la gerenciadora del club celeste decidió darle continuidad a este hombre un poco excéntrico, exigente, dedicado casi hasta la obsesión ("Viví nada más que para el fútbol, no tenía sábados ni domingos", dijo en alguna ocasión) y muy frontal en el trato con la dirigencia.

El propio rosarino cree que esa personalidad que lo ayuda a la hora de dirigir, le juega en contra en muchas otras situaciones. No permite que le armen el equipo, porque después es el técnico el que paga "los platos rotos" cuando las cosas no funcionan. "Yo te defiendo a muerte mi proyecto y si no lo bancan me voy", le dijo al diario Olé, en el 2005.

Pese a no haber logrado títulos en primera división, su tarea en los equipos de los denominados chicos es más que válida. Reveló haber recibido ofertas para comandar Unión, Nueva Chicago, Instituto, Huracán de Tres Arroyos, Gimnasia y Tiro de Salta y Almagro, entre otros.

No obstante, "Rama" siente, que casi con 28 años de actividad, su tarea no es reconocida y reclama una cuota de confianza para demostrar: "Me bancan tres años y soy campeón".

Por el momento tiene viento a favor para que Belgrano siga en Primera división y quién sabe, tal vez en un par de temporadas lo veamos en andas, dando la vuelta en el Chateau Carreras.